El gobierno de George W. Bush reiteró hoy que está «preparado» para otorgar «asistencia» al pueblo cubano en una transición hacia la democracia electoral, y a la vez advirtió contra toda intromisión de otros países en Cuba. Tony Snow, vocero de la Casa Blanca, declaró que «una cosa que queremos hacer es continuar asegurando al […]
El gobierno de George W. Bush reiteró hoy que está «preparado» para otorgar «asistencia» al pueblo cubano en una transición hacia la democracia electoral, y a la vez advirtió contra toda intromisión de otros países en Cuba.
Tony Snow, vocero de la Casa Blanca, declaró que «una cosa que queremos hacer es continuar asegurando al pueblo de Cuba que estamos listos para ayudar», y se refirió al informe más reciente de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre que establece nuevas medidas y mecanismos para promover la política anticastrista de Washington. Afirmó que «estaremos listos y ansiosos para otorgar asistencia humanitaria, económica y de otra naturaleza al pueblo de Cuba».
La Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, establecida por Bush y encabezada por su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, emitió su último informe el 10 de julio y en él se anunció un fondo de 80 millones de dólares para asistir a disidentes dentro de Cuba y otros en las primeras semanas de una «transición» que marcaría el fin del régimen de Fidel Castro. Sin embargo, el documento incluye un anexo secreto que podría contener recomendaciones y medidas con mayores recursos para una intervención en el proceso político cubano.
Gutiérrez, un cubanoestadunidense, hoy reafirmó las medidas establecidas por la comisión al señalar esta coyuntura de «gran incertidumbre». Subrayó que cuando esté establecido un gobierno de transición comprometido a la democracia, otorgaremos asistencia en rubros como alimento y medicina, recuperación económica y elecciones libres e imparciales. «Prometemos ayudarlos a lograr libertad política y económica», agregó.
Líderes conservadores de la comunidad cubanoestadunidense llamaron a disidentes dentro de Cuba a la desobediencia civil para protestar por el traslado de poderes de Fidel a Raúl Castro. «Es hora de que los militares no disparen» contra aquellos que montan protestas pacíficas, declaró el diputado federal cubanoestadunidense, Lincoln Diaz-Balart, e informó que disidentes dentro de Cuba han apelado al exilio en Florida para dar voz a los que desean promover resistencia pasiva, reportó el Miami Herald.
La noticia del traslado de poderes de Castro a su hermano y otros altos funcionarios del gobierno cubano por motivos de salud, motivaron festejos en Miami el lunes por la noche, reportaron medios locales y nacionales. Miles inundaron las calles en el sur de Florida, donde residen unos 800 mil cubanoestadunidenses. Sin embargo, para hoy, estas celebraciones se desvanecieron, dejando sólo una fuerte especulación sobre si Castro estaba grave o tal vez muerto, y los medios locales no cesaban de hablar sobre el tema.
El senador Mel Martínez, republicano y cubanoestadunidense de Florida, no tuvo ningún problema para especular sobre la posible muerte de Castro, a pesar de no contar con ninguna información. En conferencia de prensa en Washington, esta mañana, Martínez dijo: «creo que es una posibilidad de que esté muy, muy enfermo o muerto. No creo que hubiera un anuncio como este, a menos de que estuviera bastante claro que está incapacitado más allá de la recuperación en el corto plazo».
Sin embargo, fuentes de inteligencia estadunidense comentaron que no tienen ningún indicio de que la condición de Castro es peor de la anunciada por él mismo, reportó el Washington Post. Agregaron que aunque el líder cubano pudo haber sufrido una crisis de salud, se piensa que esto era parte de una condición previa y no algo nuevo.
El gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del presidente, informó a reporteros esta mañana que las autoridades estadunidenses están «monitoreando» los eventos en Cuba, y señaló que no contaba con mayor información sobre la condición de Castro.
El gobernador y oficiales de guardacostas y aduanas informaron que están en espera de lo que podría suceder, aunque no han implementado planes de contingencia, incluyendo uno sobre cómo enfrentar una «migración masiva» de Cuba a Florida en caso de una crisis en la isla.
Contradicciones
Los comentarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, como los del senador Martínez y el secretario Gutiérrez, revelan que el gobierno de Bush está preparado para intervenir en un llamado proceso de transición en Cuba. Todos han mencionado el informe más reciente de la comisión que establece un nuevo programa de 80 millones de dólares para «apoyar la transición a la democracia en Cuba».
Según Caleb McCarry, el llamado «coordinador de la Transición en Cuba», el programa «ofrece apoyo a los cubanos para prepararse para el día en que recuperarán su soberanía y puedan seleccionar un gobierno de su preferencia mediante elecciones multipartidistas libres e imparciales», resumió en una presentación del informe ante el Congreso hace un par de semanas. «El informe dirige acciones que podemos tomar ahora para desarrollar planes apropiados para apoyar una transición democrática mañana. Estamos estableciendo las bases para ofrecer asistencia sustancial específica para una transición democrática en Cuba (….)», afirmo.
Aunque la mayoría de políticos estadunidenses que comentaron sobre esta crisis compartieron en público lo expresado por la Casa Blanca, algunos se mostraron escépticos de lo que podría hacer Washington. El diputado federal republicano Jeff Flake, de Arizona, un crítico del bloqueo y las políticas punitivas contra Cuba promovidas por Bush, señaló hoy que «hay una amplia concepción equivocada de que, tan pronto Castro ya no este, Estados Unidos podrá ayudar y asistir a una transición. Pero con el hermano de Castro en su lugar y varias condiciones poco razonables que se tienen que satisfacer en la ley estadunidense, Estados Unidos quedará marginado mientras que el resto del mundo democrático participa en los esfuerzos de reforma (en Cuba)».
¿Exclusividad intervencionista?
Pero al parecer, sólo Estados Unidos tiene derecho de participar en el proceso interno de transición en Cuba. El senador Martínez y el secretario Gutiérrez, advirtieron por separado contra la «interferencia» de fuerzas externas en Cuba. Al responder a la pregunta de qué debería hacer el gobierno estadunidense, Martínez respondió «primero y ante todo, mantener cualquier fuerza desde afuera de interferir (en Cuba)». Al preguntársele a qué se refería, dijo: «estoy pensando en Venezuela, particularmente. Esto es un asunto para ser resuelto por el pueblo cubano». A su vez, Gutiérrez subrayó: «prometemos desalentar a terceros de obstaculizar la voluntad del pueblo cubano».
Gutiérrez agrego que «Estados Unidos y nuestros ciudadanos no representan una amenaza a la seguridad o los hogares del pueblo cubano. Bush reconoce que Cuba pertenece al pueblo cubano y que el futuro de Cuba está en manos de los cubanos».
En tanto, Snow, el vocero de la Casa Blanca, reiteró: «lo que estamos esperando es tener una Cuba libre y lista para una plena asistencia estadunidense tan pronto que eso sea posible».
Al parecer, el derecho de intervenir en Cuba es exclusivo de Estados Unidos.