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Cabanyal, cómo la especulación urbanística cercena los derechos humanos

Fuentes: Canal Solidario / CSU

La degradación consentida del barrio del Cabanyal, en Valencia, ha llevados a una parte de los y las menores del barrio a encontrarse en una grave e invisibilizada situación de exclusión social. Cooperación Social Universitaria denuncia que se vulneran los derechos fundamentales de los menores. Desde su nacimiento en el siglo XV, el barrio del […]

La degradación consentida del barrio del Cabanyal, en Valencia, ha llevados a una parte de los y las menores del barrio a encontrarse en una grave e invisibilizada situación de exclusión social. Cooperación Social Universitaria denuncia que se vulneran los derechos fundamentales de los menores.

Desde su nacimiento en el siglo XV, el barrio del Cabanyal, en Valencia, ha sabido ir creciendo, resistiendo y reinventándose. El estilo de sus calles resistió a los incendios y a una epidemia de cólera en el siglo XIX , y cambió las barracas de madera por construcciones más sólidas que sin embargo mantuvieron el espíritu marinero y las fachadas mirando al mar. La burguesía valenciana del siglo XX las decoró con azulejos y las pintó de colores, creando el estilo de modernismo popular que caracteriza al barrio, único en el mundo.

Algo más tarde llegaron los tiempos tristes de los bombardeos de la Guerra Civil, y de la posguerra, que sumergieron al barrio en la marginación, la represión y la escasez, debido a su pasado republicano y anarquista. Aún así el barrio consiguió superar esas adversidades sin perder su espíritu, igual que salió vivo de la riada del 56 que lo afectó gravemente.

Sin embargo, desde hace dos décadas el barrio se encuentra en el punto de mira de un plan urbanístico que amenaza con partirlo en dos y arrancar ese espíritu que ha ido cultivando a lo largo de los siglos. Pero aunque la codicia y la ceguera de unos pocos amenacen los hogares, el entorno y las relaciones de unos muchos, estamos convencidos de que el barrio saldrá victorioso de la amenaza que supone dicho proyecto.

Y lo conseguirá gracias al esfuerzo de muchos de sus vecinos, que llevan años dando la cara en una lucha ejemplar.

Desde Cooperación Social Universitaria ( CSU ) mostramos nuestro apoyo rotundo a esta lucha que antepone la cultura, el bienestar de los vecinos y el sentido común a la irracionalidad del beneficio económico de unos pocos y a la ceguera de un desarrollo insostenible y devorador. Denunciamos la degradación del barrio, consentida y promovida por el Ayuntamiento, desatendiendo la limpieza de los espacios públicos, absteniéndose de la lucha contra el absentismo escolar, promoviendo la infravivienda, permitiendo el tráfico de drogas, creando solares llenos de escombros, obstaculizando la rehabilitación de las casas… generando así conflictos de convivencia y enfrentando a los vecinos. Todo ello con el objetivo de esgrimir esta degradación para justificar la ampliación de la avenida.

Desde CSU hemos sido testigos ‘privilegiados’ de las consecuencias de esta degradación sobre una parte de los y las menores del barrio, que se encuentra en una grave e invisibilizada situación de exclusión social, siendo vulnerados sus derechos más fundamentales como la educación, la vivienda o la sanidad. Sin educación es difícil conseguir una buena formación, sin una buena formación es difícil obtener un buen trabajo y sin un buen trabajo es difícil proporcionar una buena educación para los niños. La pobreza puede ser un ciclo pero no una fatalidad. Por ello entendemos que actuar para poner fin a la vulneración de derechos es poner los cimientos para un futuro más justo.

Entendiendo que la degradación del barrio viene motivada por unas decisiones políticas, creemos que es necesario, tanto por parte de los vecinos como del resto de actores del barrio, comprender que las personas en situación o en riesgo de exclusión social no son parte del problema. Más bien han sufrido una instrumentalización por parte del Ayuntamiento dentro de su estrategia de degradación del barrio. Por lo tanto, la solución no pasa por su desalojo, sino porque la administración asuma sus responsabilidades y garantice sus derechos, así como los del resto de vecinos. Para que esto sea posible es necesario hacer visible esta instrumentalización, y fomentar la búsqueda conjunta de alternativas.

En definitiva, pensamos que la rehabilitación urbanística del barrio debe ir acompañada de una rehabilitación social, de forma que se garanticen los derechos de todas las personas que habitan en el barrio. Creemos que trabajando juntos en esta dirección el barrio recuperará poco a poco la alegría, la vitalidad y el espíritu fraterno que le ha caracterizado a lo largo del tiempo.

Fuente: http://www.canalsolidario.org/noticia/cabanyal-como-la-especulacion-urbanistica-cercena-los-derechos-humanos/25500