Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1972, Rafael Burgos es historiador, periodista y, en la actualidad, guía oficial de Cataluña. Ha colaborado en La Vanguardia, RNE y Enciclopèdia catalana. Entre sus publiaciones cabe destacar: Cervantes en Barcelona (Marge Books, ediciones catalana y castellana). Recientemente ha publicado en Icaria, Crema catalana, un libro apasionante […]
Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) en 1972, Rafael Burgos es historiador, periodista y, en la actualidad, guía oficial de Cataluña. Ha colaborado en La Vanguardia, RNE y Enciclopèdia catalana. Entre sus publiaciones cabe destacar: Cervantes en Barcelona (Marge Books, ediciones catalana y castellana).
Recientemente ha publicado en Icaria, Crema catalana, un libro apasionante sobre la corrupción, el amiguismo y los negocios turbios-más-que-turbios. Sobre esta publicación conversamos en esta serie de entrevistas.
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Estamos en el capitulo II del libro: «Yo mando, tú gobiernas». Lo abres con un cita de Diógenes Laercio que, para mi vergüenza, desconocía: «Los grandes ladrones son los que han mandado colgar a los pequeños.» ¡Ahí es nada! ¿Sigue siendo así?
Algo queda, aunque ya sabemos que en las generalizaciones se pierden matices. A mí me gusta parafrasearlo, con toda la modestia necesaria, y decir que los grandes corruptores son los que han mandado colgar a los pequeños. Y es muy sintomático, sobre todo cuando te das cuenta de que muchos casos de corrupción emergen porque uno de esos pequeños corruptores no ha obtenido lo que se le prometía o, simplemente, quiere más. Luego se retractan. Me refiero a aquello de amenazar con tirar de la manta y acabar tirando, como mucho, de la sábana.
«¡Marx la broma ha terminado!» la primera frase de este capítulo. ¿Qué broma había terminado?
Es una frase que explica Groucho Marx en su libro Groucho y yo. Hace referencia a la conversación que tuvo con un productor teatral amigo suyo y que resumía la debacle derivada del Crash de 1929. La broma ha terminado; esto es, la burbuja ha explotado. Se acabó. Hasta la próxima crisis, claro.
¿Es tan importante como señalas en este apartado el poder de las entidades financieras? Por ejemplo, ¿por qué los bancos decidieron entrar en el mercado de las materias primas, de productos como el trigo, el cacao o el café?
Muy importante. Es capital, y nunca mejor dicho. Ante la disminución de las ganancias como consecuencia de la crisis financiera de 2008 los bancos de inversión se centraron en especular con nuevos productos. Lo inmoral es que esos productos son bienes de primera necesidad, lo que los anglosajones llaman commodities y que condenan al hambre y a la miseria a poblaciones enteras. El porcentaje de los ingresos que destinan las familias más humildes a adquirir comida es muy elevado. Cuando juegas con cifras en una pantalla de ordenador parece que las hambrunas y la muerte quedan muy lejos pero apretar una tecla, por duro que sea, arrastra a la miseria a millones de personas.
Nos explicas brevemente qué hizo Catalunya Caixa en este ámbito.
Es uno más de los bancos que invirtió en este tipo de productos. Creó el Dipòsit 100 % Natural en 2011. Una opción más para que el consumidor formase parte de este juego macabro en el que los alimentos son un título con el que obtener rendimientos a corto plazo. Se especulaba con el precio del azúcar, el café o el maíz, ni más ni menos.
¿Cuál es el proyecto de Mercatalonia Banjul Co. Ltd? ¿La compra de hectáreas en Gambia? ¿Y para qué? ¿Quiénes son los propietarios de esa empresa?
Pues el objetivo es destinar estas extensiones de tierra a plantar caña de azúcar, arroz y soja. Recuerda que en Argentina y Brasil las grandes multinacionales, Monsanto entre ellas, compraron numerosas extensiones para destinarlas al cultivo de la soja o, sin ir más lejos, las inversiones del señor Bárcenas en plantaciones de limones, también en Argentina, para proveer a Coca-Cola de estos cítricos. Los propietarios, en el caso de Marcatalonia es una empresa privada catalana que cuenta con el apoyo del Gobierno de Gambia y el soporte económico de La Caixa y otro banco del país.
Pasan lo años y no avanzamos en un tipo de políticas que condenan a muchos países a especializarse en un solo producto, el llamado monocultivo. Además, resulta sangrante que estemos hablando de alimentos que se acaban quemando para generar energía alternativa. Es como matar moscas a cañonazos. Quemamos estos productos y junto a estas grandes extensiones de terreno las poblaciones mueren de hambre. Aquí recomendaría la lectura de cualquier libro de Esther Vivas, una gran especialista en consumo responsable.
Apoyo con entusiasmo tu recomendación. Hablas en un apartado del capítulo del indulto gubernamental del que fuera presidente de gobierno, el señor Rodríguez Zapatero, a Alfredo Sáenz, el vicepresidente del banco de la señora Ana Patricia Botín. ¿Por qué un favor de estas características en alguien que dice ubicarse en un ámbito político socialista?
Las políticas socialista del PSOE han brillado por su ausencia, sobre todo en los últimos años. Demasiadas hipotecas e intereses. Además, fíjate que la que fuera gran esperanza blanca, el llamado efecto ZP, ha acabado acelerando la descomposición del partido. Y, de nuevo, se repite la historia con políticos de laboratorio o de diseño: Pedro Sánchez por un lado o Albert Rivera por otro. ¿Sabes cuál ha sido uno de los últimos viajes de Zapatero?
No, no lo sé, aunque puedo pensar en lo peor.
Pues a Guinea Ecuatorial, ex colonia española, para hacer de lobista junto a los aventajados José Bono y Miguel Ángel Moratinos. Un país gobernado por el dictador Teodoro Obiang. Increíble pero cierto.
¡La Santísima Trinidad pro-Obiang! ¡Qué cosas! ¿Por qué ganan tanto los ejecutivos de la mayoría de entidades financieras?
Si aceptamos las reglas del juego de este sector es cuestión de beneficios puros y duros. Tanto generas para el banco en la cuenta de resultados, tanto porcentaje te llevas. Y, por consiguiente, cuanto mayor es tu responsabilidad, lo mismo. Claro que durante los años de crisis muchas empresas han disminuido ingresos (aunque no fuera de España) y seguían con sueldos estratosféricos. Ya sabemos que quien reparte no es igual de generoso que quien recibe. Luego están los consejeros, algunos de ellos políticos, cuyo cargo no deja de ser en muchos casos un agradecimiento por los servicios prestados durante su paso por la política y como han allanado el terreno o, por lo menos, no lo han entorpecido.
¿Por qué ya no quedan prácticamente cajas en Cataluña (como en el resto de España)? ¿Tan desastre fueron?
Es el objetivo que en su momento se propuso la Unión Europea y que ya hemos visto cumplido. El Banco Central alemán marcó la política a seguir en este aspecto y el resto acataron. Es la unión bancaria que ha acabado con unas entidades, las cajas, en principio diferentes de los bancos y necesarias. Desgraciadamente las manipulaciones e intereses de muchos partidos políticos ha acabado generando un problema mayor. La idea era (y sigue siendo) buena, pero se ha aprovechado la cantidad de casos de corrupción (Caja Castilla La Mancha, Caixa Catalunya, Caixa Penedès…) para barrerlas del mapa. En lugar de arreglar lo que no funciona se eliminan y, así, nos quitamos la competencia y ganamos cuota de mercado; sobre todo, depósitos de clientes. Así, tenemos grandes grupos económicos que ahora son too big fo fail (demasiado grandes para caer).
Te cito: «Las extrañas operaciones no se acababan ahí. Se encontró una factura por valor de 3,4 millones de euros en concepto de trabajos de impresión. Detrás del encargo estaba el cuñado del presidente de la comisión de Caixa Girona, Antoni Maria Rigau (hermana de la consellera de Educació en el govern de Artur Mas, Irene Rigau)». ¡Qué redes tan sólidas! ¿Por qué esos fenómenos extraños en Caixa Girona?
Es uno más de los que se encontraron, como por ejemplo la venta de muchas obras de arte a la caja por parte de un yerno del presidente Arcadi Calzada. La hija de este último también facturó muchos servicios a la entidad. Y no olvidemos los créditos a Unió Democràtica de Catalunya a través del que fuera presidente de la Diputació de Girona, Jaume Torremadé, o los concedidos a Alicia Sánchez-Camacho. Un suma y sigue.
¿Qué crees que va a quedar de la obra social de las cajas?
Pues al final las únicas que aseguraban su obra social era Bankia, que la ha reducido bastante, y CaixaBank que presume de mantener sus 500 millones de euros anuales. Mantener, repito, mientras sus beneficios se multiplican y cobra a los ciudadanos (salvo si eres titular de una cuenta) que queremos disfrutar del arte en el CaixaForum o en el CosmoCaixa cuando antes era gratis.
Es impresionante la cartera de inversiones que citas de CaixaBank. ¿Caixabank es el gran poder fáctico en Cataluña, algo así como «nuestro» banco de Santander?
Bueno, si sumamos el número de activos está por encima del banco de los Botín. Yo encabezo el apartado del libro bautizando a la entidad como El Gran Hermano catalán. Nada se mueve en Cataluña sin su consentimiento. Es uno, o el máximo accionista, de Gas Natural, Repsol o Telefónica, por no hablar de la cantidad de dinero que destina a publicidad en los medios de comunicación. Criticarla es quedar marcado o, simplemente, ignorado.
Hay una empresa que suena mucho y en muchos lugares: PricewaterhouseCoopers (PwC). ¿Quiénes son? ¿A qué se dedican? ¿Quiénes están detrás?
Son auditoras. Tanto PwC como Deloitte se dedican a examinar las cuentas de empresas y organismos públicos. Para ello se llevan contratos millonarios, aunque hemos visto que en muchos casos sus estudios hablaban maravillas de algunos bancos que luego hacían agua por todos los lados. Son muy hábiles a la hora de contratar personal, sobre todo si han tenido responsabilidades políticas que puedan facilitarles abrir alguna que otra puerta. A Joaquim Triadú (CDC) lo contrató PwC y a David Madí (ex secretario de Comunicación de la Generalitat con Artur Mas) Deloitte. Son solo algunos ejemplos. Hay otras que operan en el mercado como KPMG o Faura Casas.
¿Por qué el Banco de Sabadell, una entidad relativamente pequeña hace pocos años, ha resistido tan bien a la crisis? ¿No es otro gran poder fáctico en la actualidad?
Actuó muy bien hace años. Era consciente de sus límites como banco comarcal y no tenía delirios de grandeza. Ahora ha pasado a ser uno de los grandes grupos bancarios. Su director, Josep Oliu, hacía una llamada a crear algo parecido a Podemos pero en el espectro del centro-derecha (bueno, todos sabemos que quiere decir derecha a secas). Supongo que Duran i Lleida estará tomando nota de la propuesta. Por cierto, entre la muerte de Emilio Botín y Isidoro Álvarez (El Corte Inglés) Josep Oliu se cayó del caballo mientras practicaba equitación. Y todo ello durante la multitudinaria manifestación de la Diada. ¡Interesantes coincidencias!
Sí, son muy curiosas. ¿Qué pasó con una exposición del artista alemán Hans Haacke?
Es un artista que siempre se ha caracterizado por los mensajes políticos de sus obras. Bastante críticos. Consiguió llevar a cabo una retrospectiva en la Fundació Tàpies titulada Obra Social. Lo cual no gustó mucho a La Caixa. El mismo artista ya había intentado hacer otra en la Fundació Miró en la que criticaba el abuso de las creaciones del artista catalán por parte de bancos y marcas comerciales. No se llegó a inaugurar, evidentemente.
¿Nos explicas brevemente las dimensiones de la estafa de las preferentes en Cataluña?
Pues en Cataluña afectaron a más de 300.000 depositantes, la mayoría clientes de La Caixa. Un engaño según el cual los preferentistas pensaban, como se le aseguró en muchos casos, que podían recuperar el dinero cuando lo considerasen necesario. Luego hay otras casos aún más flagrantes como el de los clientes de Caixa Laietana. Tras el varapalo de las preferentes en su entidad, esta acabó integrada en Bankia y a muchos les recomendaron que cambiases esas inversiones por acciones del nuevo banco. Doble engaño. Y, para rematar, una comisión de investigación en la Genenalitat (seguro que recuerdas a David Fernández de la CUP amenazando con una sandalia a Rodrigo Rato) que no sirvió para nada. Tanto CiU como el PSC movieron cielo y tierra para que no asistiese nadie de La Caixa.
La última: ¿por qué crees que, en general, muchos medios son tan sumisos, tan poco críticos, ante tanta infamia, ante tanta corrupción, engaño y especulación alocada?
Influyen muchos factores. En primer lugar la falta de información. Pero también la prepotencia de los bancos y el discurso que va calando de que no hay nada que hacer. De resignación, al fin y al cabo. A unos medios silenciados les sumas unos políticos conniventes con el poder económico y financiero, una justicia lenta (ahora también cara), y el resultado no invita a la esperanza. No obstante si todo esto se canaliza de manera colectiva y no individual, esto es asociándose, existe la posibilidad de abrir algunas grietas en el sistema. Hay que insistir.
Pasamos al próximo capítulo.
De acuerdo.
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