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Cambios y movimientos en ERC

Fuentes: Rebelión

El revuelo mediático que se ha generado en torno a los últimos movimientos en Esquerra Republicana habrá sorprendido a muchos, pero para otros que conocen la realidad catalana, esta noticia era algo ya anunciado y esperado hace bastante tiempo. Los antecedentes de esta historia los encontramos en 1996, cuando Josep Lluis Carod-Rovira y Joan Puigcercós […]

El revuelo mediático que se ha generado en torno a los últimos movimientos en Esquerra Republicana habrá sorprendido a muchos, pero para otros que conocen la realidad catalana, esta noticia era algo ya anunciado y esperado hace bastante tiempo.

Los antecedentes de esta historia los encontramos en 1996, cuando Josep Lluis Carod-Rovira y Joan Puigcercós forman una alianza estratégica, e interesada, para hacerse con la dirección de Ezquerra, lo que trajo consigo la salida de dos de las figuras más referenciales de la época, Àngel Colom y Pilar Róala, y la creación del fracasado Partit per la Independència.

Algunas fuentes señalan que en el origen de esta maniobra subyace un claro acuerdo estratégico entre Carod y Puigcercós para dar un giro de carácter social a Ezquerra Republicana, en clave socialdemócrata, y frenar el proyecto de frente nacional que estaría diseñando Colom. Los primeros pasos se asemejan a un claro y evidente reparto de los papeles, y así, Puigcercós controlará el partido y Carod será la cara visible de Esquerra.

Transcurridos doce años, Puigcercós quiere rentabilizar su control del partido y optar al liderazgo absoluto. La celebración en principio del congreso del partido el próximo mes de octubre era la fecha elegida para ese cambio, sin embargo los desastrosos resultados electorales cosechados por el partido catalán en las recientes elecciones legislativas del estado español (donde perderá cinco escaños, pasando de ocho a tres y quedándose sin la posibilidad de reeditar la formación de grupo parlamentario propio) parece que ha obligado al propio Puigcercós a acelerar el tema, y consecuentemente, abandona el gobierno para poder dedicarse al partido y al mismo tiempo anuncia el adelanto del congreso de Esquerra al mes de junio.

Antes de la celebración del congreso, los militantes de Esquerra Republicana deberán elegir el nuevo presidente y el secretario general, en unas primarias, y es aquí donde comienzan los problemas para el propio Puigcercós, quien esperaba que no se presentaran candidaturas alternativas a la suya, y todo parece indicar que finalmente no va a ser así, ya que de momento se barajan cuatro posibles listas diferentes de cara a esa cita precongresual.

En primer lugar aparece la candidatura que presenta a Puigcercós como candidato a presidente. El control de la mayoría de los cuadros del partido por parte del dirigente catalán le confiere una importante ventaja de cara al resultado final. No obstante, en un claro intento de aglutinar distintas sensibilidades, y más ahora a la vista de las otras candidaturas, Puigcercós se puede ver obligado a relegar a un segundo plano a importantes miembros de su actual equipo, como Jaume Oliveras y Xavier Vendrell, que con un pasado en la organización armada Terra Lliure, son rechazados por el sector más moderado del partido. En ese sentido aglutinador cabría interpretar también la apuesta por Joan Ridao como candidato a la secretaría general. Ridao es el jefe de filas de grupo catalán en el Congreso español, con un perfil algo moderado y con un elevado prestigio por su habilidad parlamentaria y jurídica. Se le considera además uno de los principales padres del famoso Estatut del 30 de septiembre, que fue posteriormente «cepillado» por el PSOE en Madrid.

En segundo lugar nos encontramos con la retirada de Carod de la pugna. Sin embargo, este movimiento puede esconder otras intenciones, y por ello algunos no dudan en hablar de una maniobra estratégica del propio Carod para poder guardar fuerzas y mantenerse como vicepresidente de la Generalitat hasta el 2010, ya que su objetivo principal sería repetir como candidato de Esquerra republicana a la presidencia del gobierno catalán. Su mayor problema parece ser que el propio Puigcercós estaría pensando en el mismo objetivo. A pesar a presentarse en la actual contienda, Carod no va a renunciar a presentar gente de su entrono para colocarla en la próxima ejecutiva. Para ello puede estar preparando una lista que podrían encabezar Ernest Benach, presidente del Parlament o Jordi Portabella, el hombre de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona. De todos modos, estos nombres no son todavía definitivos. Lo que sí parece quedar claro es que d euna manera u otra, el sector de Carod puede medir sus fuerzas con Puigcercós, manteniéndose Carod en la sombra.

Para algunos esta medida supone un intento de Carod para evitar una más que evidente derrota pública en el próximo congreso, y en caso de lograr unos resultados aceptables, podría apuntarse el tanto. Un analista catalán nos señalaba que «esto se asemeja a una lucha personal, porque la perspectiva estratégica de ambos es la misma, mantener el gobierno tripartito con los socialistas y buscar un crecimiento en las áreas urbanas con un discurso de corte socialdemócrata».

El tercer sector estaría representado por Joan Carretero, el hombre de Esquerra en el Pirineo. Esta tendencia apuntaría hacia posturas partidarias de un frente nacional, con discursos conservadores en torno a la inmigración. Tras unas declaraciones en contra de Zapatero en una entrevista de La Vanguardia, Pasqual Maragall le cesó de su cargo como conseller de Governació y tuvo que abandonar la Generalitat. Entonces Carretero creó la corriente crítica llamada Reagrupament.cat, y hecha en cara tanto a Carod como a Puigcercós que no se opusieran a la decisión de Maragall. El apoyo que podría recabar en el próximo congreso se podría situar en una franja entre el diez y el veinte por ciento como mucho.

La cuarta lista estría formada en torno a Uriel Bertran antiguo dirigente de las juventudes del partido, las JERC, cargo que asumió de manos del propio Puigcercós, quien lo veía como su delfín, y que finalmente ha decidido hacer su propia carrera. Inició una corriente, Esquerra Independentista, para frenar a Carretero, pero esa medida acabó escapándosele de las manos a Puigcercós, y en estos momentos iría por libre. La mayoría de las JERC se mantienen junto a Puigcercós, pero Uriel también tiene su peso dentro de las mismas. En torno suyo ha atraído a buena parte de los descontentos con la línea actual del partido.

Uno de éstos sería Juame Renyer, antiguo militante del PSAN y que negoció junto a Carod la disolución de Terra Lliure. Posteriormente sería el acompañante del propio Carod al famoso viaje a Perpinyà, lo que motivó l apérdida de su cargo en el Consell Consultiu de la Generalitat. Esto no le gustó y además se sintió abandonado por algunos dirigentes como Carod. La lista de Bertran tendría un planteamiento basado en el derecho a la autodeterminación, hacer una hoja de ruta seria para un referéndum y renegociar el gobierno tripartito.

Probablemente el triunfo acabe decantándose por Puigcercós pero tendrá que forzar una ejecutiva de cuotas y esperar al 2010 para la batalla final.

La situación generada por la política de Ezquerra, en clave de país, es «un desastre, ha dilapidado buena parte del capital político y de las ilusiones que logró en el 2003. Los 600.000 votos generaron muchas expectativas en la calle y eso se ha venido debajo de momento. El aspecto positivo lo encontramos en las estructuras sociales que se mantienen activas a pesar de todo, como la Plataforma pel Dret a Decidir que el 1 de diciembre sacó a la calle centenares de miles de personas

Por su parte la esquerra independentista podría tener una oportunidad de oro. En las municipales de hace un año se apreció parte del desencanto con ERC, lo que motivó que las CUP subieran como la espuma. La imagen de esas candidaturas es bastante buena, y algunos les ven como a Esquerra hace seis o siete años, esto es, gente competente, fresca y con un proyecto atractivo. Pero el gran problema es el de siempre. No hay capacidad para generar un proyecto nacional. La gente de los pueblos temen que en un proyecto nacional vuelvan las discusiones de siempre, los enfrentamientos entre los mil sectores de siempre: Endavant, Maulets, MDT, etc y se puede estropear el trabajo municipal.

* Txente Rekondo. Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)