Recomiendo:
0

Entrevista al técnico forestal y coordinador internacional del World Rainforest Movement (WRM), Ricardo Carrere.

Capital explota el suelo y el agua de países para producion del la celulosa

Fuentes: www.radioagencianp.com.br

El impacto que las plantaciones de eucalipto viene causando en diversos países de América Latina y África se tornó tema cada vez más constante. El uso del eucalipto como fuente de materia prima para la industria de celulosa, en particular, se origina en la década de 50, cuando la FAO, según varios estudiosos, estaba al […]

El impacto que las plantaciones de eucalipto viene causando en diversos países de América Latina y África se tornó tema cada vez más constante. El uso del eucalipto como fuente de materia prima para la industria de celulosa, en particular, se origina en la década de 50, cuando la FAO, según varios estudiosos, estaba al servicio de los sectores más poderosos dentro de las Naciones Unidas. Fue entonces que la FAO empezó a reunir investigaciones sobre el eucalipto y a promover su uso con plantaciones en países de América Latina, para abastecer, en el futuro, a la industria de la celulosa. Para hablarnos del impacto de esta explotación y de los responsables por el excesivo aumento de las plantaciones de eucalipto y la explotación de los recursos naturales en países del llamado «tercer mundo» por los países desarrollados, la Radioagencia NP entrevistó al técnico forestal y coordinador internacional del World Rainforest Movement (WRM), Ricardo Carrere.

Radioagencia NP: ¿Quién está por tras del aumento siempre creciente del plantío para la producción de celulosa en el mundo, sin preocuparse por las consecuencias de eso?

Ricardo Carrere: Está el capital financiero, que tiene un dinero que tiene que invertirlo en algo. Y ese algo tiene que ser inversiones grandes. Ya pasó, por ejemplo, el «boom» de las privatizaciones. Que eso permitió absorber grandes capitales para grandes empresas nacionales como la Vale do Rio Doce, por ejemplo. Empresas muy caras para comprar. Eso se acabó ya. Entonces, ahora tienen nuevamente el problema de dónde invertir esa cantidad de dinero que implique mucho dinero y un retorno relativamente seguro. Y el sector de celulosa es uno de esos sectores. Entonces, está el capital nacional, pero a su vez mecanismos como son el Banco Mundial, el BID, en muchos otros casos, los bancos nacionales, las agencias de crédito a la exportación, las agencias de cooperación de esos países. Que es cooperación para ellos mismos, digamos. Donde reside una cantidad de mecanismos que hacen que estas fábricas, eventualmente, se construyan. Y de la fabricación del papel, la parte sucia del proceso es la fabricación de celulosa. La parte limpia del proceso es la fabricación del papel. Entonces ellos se sacaron de encima la parte sucia, que es en Indonesia, en Sudáfrica, en Uruguay, en Brasil, y se quedaron con la parte limpia, que es la que da más ganancia.

NP: ¿Cuál es el impacto de este tipo de plantación sobre el suelo y el agua?

RC: Yo siento siempre que los impactos ambientales son al mismo tiempo sociales. El impacto sobre el agua está comprobado. Está comprobado en todas partes del mundo. Pero ya, a esta altura, no hay ninguna duda de que estas plantaciones consumen agua en cantidades enormes. Para tener una idea, en cifras, en medida visual, cada eucalipto consume, en promedio, 20 litros de agua por día. Una hectárea de eucaliptos tiene, normalmente, 1.100 árboles por hectárea. Entonces, cada hectárea de eucaliptos consume 22.000 litros de agua por día. 22.000 litros es un camión cisterna. Eso, multiplicado por 100.000 hectáreas, son 100.000 camiones cisterna todos los días. 100.000 hectáreas, nada más. Brasil tiene 5 millones de hectáreas. El tema de los suelos está un poco menos estudiado, pero hay estudios. Se han hecho ahora, recientemente. Se han publicado estudios de investigación. De estudios en Uruguay y Argentina por parte de los investigadores. Que hay determinados tipos de suelo que sufren degradación irreversible, que los suelos se vuelven tóxicos. Está también demostrado impactos físicos del suelo: como va cambiando la estructura del suelo, la textura del suelo. Y determinado tipo de suelo se corre el riesgo que se vuelva desierto.

NP: Usted afirma que la cuestión del plantío está directamente vinculada a violaciones de derechos humanos. ¿Por qué?

RC: Porque para poder instalar las plantaciones, en particular, y las fábricas, después, necesariamente tienen que violar derechos de la gente que habita la zona. Y más: esa violación de derechos puede ir desde que simplemente a la familia campesina o indígena la expulsen, la expulsen ocupándole la tierra, por ejemplo, en el mejor de los casos, al asesinato. Porque es un proceso violento en el cual el Estado participa apoyando a las industrias. Es una cuestión como absurda, en la cual se están violando derechos humanos diariamente: el derecho a la alimentación, el derecho a la salud, porque se contamina todo de agroquímicos o por la fábrica de celulosa; el derecho cultural; el derecho al territorio; todos, el derecho a la vida. Porque la lógica es estrictamente económica: ganar ganancias y tener poder sobre los recursos. Y todo esto, lo que significa es eso: que grandes empresas nacionales o extranjeras se comportan igual, y a veces peor las nacionales, incluso. Se apropian de enormes territorios y toman decisiones sobre esos territorios. Y se consiguen al poder del Estado, que sea cómplice de ellos, que sea socio de ellos, que tome decisiones a su favor y contra la gente. Es un modelo apropiador, expropiador y violador de los derechos humanos y violador de la naturaleza.

NP: Las empresas alegan que el consumo de papel aumenta cada vez más, y con eso justifican la cantidad de eucalipto plantado y de celulosa producida. ¿Quién consume tanto papel hoy en el mundo?

RC: La gente piensa, porque es el discurso de las empresas, además, que celulosa es sinónimo de papel y que papel es sinónimo de libros y cuadernos. No, la mitad de la celulosa por lo menos va para cartón. Para poner una computadora adentro y venderla y la persona que recibe ese cartón lo tira. Y un gran porcentaje va para papel de prensa. Gran parte va para papeles descartables de todo tipo. Y un muy pequeño porcentaje, finalmente, termina en libros o cuadernos. Y extrañamente, además, o no extrañamente, en Brasil, por ejemplo, el papel de libros y de cuadernos no lo fabrican estas grandes empresas como Aracruz. Porque ellos fabrican para exportar, no para producir papel. Son todas apuntando a la exportación hacia Europa, Estados Unidos y Japón, fundamentalmente. Y los consumos que se hacen en esos países son totalmente insustentables, son absurdos. Si en un país como Uruguay estamos usando demasiado papel, y no falta papel y consumimos 30 kilos, ¿por qué otros tienen que consumir 10 veces más que eso? No hay ninguna razón, salvo un uso abusivo. Y ese uso abusivo porque la propia industria se encarga permanentemente de inventar nuevos usos para esos papeles y cartones.

Usted acabó de oír a Ricardo Carrere, técnico forestal y coordinador internacional del World Rainforest Movement (WRM).

De San Pablo, Brasil, de la Radioagencia NP, Silvia Adoue.