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«Capitalismo caníbal»: de cómo el genocidio de Gaza presagia un futuro global sombrío

Fuentes: Voces del Mundo

Desde el comienzo de la guerra de Israel contra Gaza en octubre de 2023 me ha quedado claro que la matanza masiva de palestinos no es solo una tragedia local. Es un sombrío anticipo del futuro común de la humanidad.

Las atrocidades cometidas en Gaza forman parte de un patrón más amplio de matanzas a gran escala que también ha marcado los conflictos en Yemen, Sudán, Siria, México, Ucrania y otros lugares.

La violencia actual adopta múltiples formas, desde guerras convencionales entre Estados hasta guerras civiles y violencia armada vinculada al crimen organizado. En conjunto, sugieren que los asesinatos masivos se están convirtiendo en una condición global.

Los gobiernos y los ejércitos justifican habitualmente esta violencia alegando «defensa propia», «seguridad nacional» y «amenazas existenciales», argumentos arraigados en ideologías extremistas que normalizan, e incluso santifican, el asesinato del Otro.

En el último capítulo de mi próximo libro, intento ofrecer un marco analítico completo para comprender el genocidio en Gaza sintetizando las conclusiones de instituciones de investigación, grupos de derechos humanos y periodismo de investigación.

Uno de los aspectos más alarmantes de la guerra de Gaza es la normalización de la violencia sistemática. Tras más de 22 meses de bombardeos, hambruna y destrucción, gran parte del sistema internacional, e incluso muchas sociedades árabes, se han adaptado al horror continuo.

La vida sigue como si el asesinato deliberado de niños y mujeres, el corte del suministro de agua y electricidad, el bombardeo de hospitales y escuelas y la destrucción de barrios enteros fueran acontecimientos rutinarios y aceptables.

Características distintivas del genocidio

Las declaraciones de los líderes políticos, militares, comentaristas e intelectuales israelíes han señalado repetidamente la intención genocida, sugiriendo que la mayoría, si no todos, los palestinos de Gaza son responsables o apoyan el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.

La deshumanización es un requisito previo para esta violencia. Los palestinos han sido considerados durante mucho tiempo «menos que humanos», un discurso que se remonta a los primeros días de la colonización sionista y al desplazamiento de la población palestina.

Un informe de julio de 2025 del grupo israelí de derechos humanos B’Tselem, titulado «Nuestro genocidio», documenta la magnitud, la intención y la ejecución del ataque de Israel contra Gaza. Concluye que los dirigentes israelíes han actuado con la intención clara y coordinada de destruir la sociedad palestina en Gaza, plenamente conscientes de las devastadoras consecuencias de sus políticas de matanzas masivas, hambrunas y destrucción sistemática de las infraestructuras civiles.

Desde octubre de 2023, según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 62.000 palestinos han perdido la vida y más de 145.000 han resultado heridos. Más de 11.000 personas siguen desaparecidas. Al menos la mitad de los fallecidos eran mujeres y niños, y el 83% eran civiles.

Los aviones de combate F-35 israelíes, descritos como «instrumentos de matanza» en un informe publicado por el grupo de defensa Arms Embargo Now, se han utilizado para bombardear viviendas, campos de refugiados e incluso «zonas seguras» designadas, con municiones como bombas antibúnker de 1.000 kilos.

En la masacre del 13 de julio de 2024 en el campo de al-Mawasi, una supuesta zona segura, ocho bombas de este tipo mataron al menos a 90 palestinos e hirieron a otros 300, al impactar sobre tiendas de campaña, una cocina comunitaria y una planta desalinizadora de agua. La ONU condenó el ataque, afirmando que ponía de relieve que «ningún lugar es seguro en Gaza».

La campaña de Israel ha tenido como objetivo hacer que Gaza sea inhabitable de múltiples maneras. Ha colapsado el sistema sanitario, lo que ha provocado la muerte de bebés y un aumento vertiginoso de las tasas de abortos espontáneos, mientras que los suministros médicos han sido bloqueados o saqueados.

El hambre está muy extendida, ya que se ha prohibido a los agricultores acceder a sus tierras, se han destruido los cultivos y se han producido ataques contra las comunidades rurales. Más de 2.000 palestinos han sido asesinados en los puntos de distribución de alimentos.

El sistema educativo también ha sido diezmado, con más del 90% de las escuelas de Gaza dañadas o destruidas; muchas fueron bombardeadas mientras daban refugio a familias desplazadas.

Los periodistas han sido blanco de ataques sistemáticos, con más de 240 asesinados desde octubre de 2023, lo que convierte a Gaza en el lugar más mortífero para los medios de comunicación en décadas. Los supervivientes de la detención israelí denuncian torturas sistemáticas, agresiones sexuales y abusos sádicos.

¿Por qué prosiguen las matanzas?

Para comprender la longevidad de este genocidio, debemos examinar su arquitectura económica y política, lo que la filósofa feminista Nancy Fraser denomina «capitalismo caníbal»: un sistema que se alimenta de la destrucción de sus propios cimientos sociales y ecológicos, incluida la misma vida humana.

El capitalismo depende de poblaciones estructuralmente «desechables», grupos despojados de protecciones políticas y legales, vulnerables a la expropiación y la aniquilación. Las jerarquías imperiales y raciales definen quién es susceptible de ser asesinado y quién no. En Gaza, la deshumanización de los palestinos permite tanto su destrucción física como la mercantilización de esa destrucción.

El concepto de Fraser capta este momento: la muerte y el sufrimiento humano se convierten en mercancías, que se comercializan y consumen con fines lucrativos. La guerra en Gaza, al igual que la guerra en Ucrania, es una mina de oro para los fabricantes de armas, ya que les permite probar sus armas en combate real.

Un estudio de julio de 2025 del proyecto Costs of War de la Universidad de Brown reveló que, entre 2020 y 2024, el Pentágono estadounidense adjudicó contratos por valor de 2,4 billones de dólares —el 54% de su gasto discrecional total— a empresas privadas. Aproximadamente un tercio de esa cantidad se destinó a cinco grandes empresas armamentísticas: Lockheed Martin, Boeing, RTX, General Dynamics y Northrop Grumman. Esto eclipsa los 356.000 millones de dólares gastados en diplomacia, desarrollo y ayuda humanitaria durante el mismo periodo.

Las empresas armamentísticas israelíes, como Elbit Systems, comercializan abiertamente armas como «probadas en combate», beneficiándose directamente de las muertes palestinas. Los Estados occidentales arman a Israel con municiones letales, al tiempo que reprimen las voces propalestinas, utilizando acusaciones de antisemitismo para silenciar a académicos, políticos y periodistas críticos.

Fraser sostiene que las crisis del capitalismo contemporáneo están profundamente entrelazadas: la explotación de clase, la opresión de género, la dominación racial e imperial, el colapso medioambiental y el vaciamiento de la autoridad pública se refuerzan mutuamente.

En Gaza, estas dinámicas convergen. Los palestinos se convierten en presas fáciles; su sufrimiento y su muerte se mercantilizan con fines lucrativos; se socavan la supervisión democrática y el derecho internacional; y la maquinaria de la guerra y el lucro sigue funcionando.

La cuestión ya no es si se está produciendo un genocidio en Gaza, sino cómo los sistemas económicos y políticos mundiales, impulsados por una lógica capitalista caníbal y protegidos por la complicidad política, siguen convirtiendo a los seres humanos en insumos prescindibles, productos comercializables o espectáculos para el consumo.

Esta es la lógica que sustenta no solo la destrucción continua de Gaza, sino también la normalización de los asesinatos en masa como una característica permanente de nuestro futuro global compartido.

Hesham Gaafar es un investigador especializado en pensamiento y movimientos islámicos y resolución de conflictos. Fue editor jefe de la sección árabe del portal IslamOnline.net entre 2000 y 2010. Es cofundador del Centro Regional para la Mediación y el Diálogo y ejerce como consultor de varias instituciones internacionales en el ámbito de la resolución de conflictos.

Texto en inglés: Middle East Eye, traducido por Sinfo Fernández.

Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/08/29/capitalismo-canibal-de-como-el-genocidio-de-gaza-presagia-un-futuro-global-sombrio/