En medio del campo baldío, cubiertos con chapa metálica ondulada, hay unos barracones que sirven de colegio a la infancia de las poblaciones cercanas. Delante de sus compañeros y compañeras, que están de pie, en filas, una niña lee con voz encendida: Buenos días patria mía. Buenos días tierra querida desde siempre. ¡Viva Palestina libre y árabe! ¡Viva!, gritan los demás. Entonces suena el himno de Palestina por un altavoz, y juntos cantan: Mi patria, mi tierra, la tierra de mis ancestros. Mi patria, mi patria, mi patria, mi pueblo, mi pueblo eterno. Con mi determinación, mi fuego y el volcán de mi regreso escalé montañas, luché, alcancé lo imposible, me liberé de mis cadenas. …
Son las Niñas y Niños de Palestina la próxima generación que va a pasar por las prisiones del ente sionista. Ya lo están siendo. El llamado estado de Israel ha metido en sus cárceles al mayor número de prisioneros del mundo, casi la mitad de la población de Palestina ha estado en las cárceles del invasor, en todas las familias hay prisioneros, muertos y heridos. El año del establecimiento del régimen sionista fue 1948, desde entonces han sido cientos de miles quienes han permanecido en celdas y en condiciones infrahumanas. Por estas mismas fechas hace doce meses recordábamos el documento titulado: “La solución, un Estado palestino libre, independiente y soberano” http://www.rebelion.org/docs/223330.pdf en el que exponemos “… en Palestina es lo normal, el ejército invasor israelí detiene a la mayoría de los niños palestinos a altas horas de la noche de la manera que he contado. En un cuartel se les interroga sin defensa y empleando la violencia física y verbal, se les encierra en celdas de aislamiento y se les encarcela sin que puedan ver a nadie durante días, en centenares de casos durante meses, aislados de todo. Los invasores quieren que les cuenten de qué hablan en su casa, quién protesta más contra los ocupantes, si saben de alguien resistente a la ocupación,…
Cuando un grupo de abogados ingleses que forman parte de una asociación de defensa de los niños, vio a las niñas y los niños tratados como se ha descrito, protestó pidiendo responsabilidades; desde la fiscalía militar de los invasores de Palestina la respuesta fue la siguiente : “cada niño palestino es un terrorista en potencia”.
En la Secretaría General de la ONU para la Cuestión de los Niños tienen una respuesta a esa afirmación: Se ha propuesto “incluir al ejército sionista en la lista de organizaciones terroristas, como Al Qaeda, Boko Haram, Isis y Talibán”.
Algunos datos:
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informa que “más de 370.000 niños palestinos de Gaza tienen necesidad inmediata de apoyo psicosocial, primeros auxilios y cuidados, como consecuencia de la agresión israelí.”
El 97% de los niños de Gaza ha sufrido la violencia del ejército israelí.
- El 70% de los niños palestinos de Cisjordania ha sufrido la violencia del ejército israelí.
- Más del 40% de los niños palestinos ha perdido algún familiar en la última guerra.
Otro 40% de los niños palestinos ha tenido a un familiar preso durante la guerra.
El 96% de los niños palestinos se ha visto expuesto a los gases lacrimógenos.
El 85% de los niños palestinos ha sido víctima de los allanamientos nocturnos del ejército israelí.
El 28% de los niños palestinos tiene por lo menos un hermano en prisión.
El 37% de los niños palestinos ha sido herido por munición real del ejército israelí.
El 50% de los niños palestinos ha sido detenido por el ejército israelí.
Los Niños y Niñas son detenidos en la calle, en sus casas, en los colegios, y sobre ellos descargan todo el odio de que son capaces, torturándoles, amenazándoles de muerte, empleando con ellos la violencia psicológica, el terror, no dejándoles ver a su familia ni hablar con ella por teléfono, no permitiéndoles tener libros ni seguir sus estudios, interrogándoles con insultos y golpes para que digan, ya hemos visto antes, de qué se habla en su casa, quién está contra la ocupación, a quién conocen, visitan, o quién les visita. Desde 1967 han sido encarcelados 60.000 Niños y Niñas, y desde el año 2000 ya se acercan a los 20.000 infantes que han estado detenidos y encarcelados, y casi 500 están hoy en prisión.
Las cárceles y prisiones para Palestinas y Palestinos, para Falastín-Palestina, son la arcilla con que la potencia colonial moldea su cuerpo, carne y sangre, de eso que sus responsables llaman Israel.
A continuación recojo las palabras del periodista, Miguel-Anxo Murado, que trabajó en el 2000 para las Naciones Unidas en Palestina, escritas en su libro-memoria de su estancia allí, titulado Fin de siglo en Palestina: Los soldados habían metido en camiones a todos los hombres de entre quince y cincuenta años y los tenían recluidos en Bet-El. … Allí los hombres y los muchachos de Ramala esperaban sentados a que llegasen los colaboracionistas encapuchados para separar a los que acabarían en cárceles secretas de los israelíes. La escena se repetía por todo el país, en cada pueblo y en cada ciudad: los jeep militares recorrían lentamente las calles gritando por un megáfono un mensaje grabado en árabe en el que se ordenaba a todos los hombres que se concentrasen en la plaza del pueblo, o en la mezquita. Una vez estaban todos allí, unos pálidos y otros enfermos de hastío, llegaban los encapuchados, curiosamente disfrazados igual que los terroristas suicidas, escoltados por los soldados, e iban señalando con el dedo a uno, a otro más, para que los soldados se los llevasen a los camiones. … En esos días, los prisioneros eran tan numerosos en toda Cisjordania que el ejército empezó a pintarles números en los antebrazos. Cuando esto se supo, estalló un escándalo en el parlamento israelí. Un diputado, antiguo superviviente de los campos de exterminio nazis, pedía explicaciones desde la tribuna, loco de ira. Pero la explicación era evidente. “Son demasiados -decía un militar en las noticias-. ¿Qué quieren que hagamos? Los nazis lo hacían porque es un sistema que funciona bien. No lo copiamos de ellos es que es así como se hacen estas cosas …”
Unas páginas más allá se refiere a la conversación mantenida con un prisionero que ha salido y había trabajado con el autor:
… Sonrió y me mostró las muñecas, donde se veían unas señales rojas. Eran las marcas de los estribos de plástico que utilizaban los soldados para atar a los prisioneros. Ahora todos los palestinos llevaban esa marca en las muñecas que parecía el rastro de un intento de suicidio. En el fondo, no era muy distinto de los números que tanto habían escandalizado en el Knéset.
Algunas cifras referidas al momento actual: cerca de 500 Niños y Niñas están en prisión.
59 mujeres están prisioneras.
Cerca de 500 bajo detención administrativa, una fórmula empleada por el ejército turco en su imperio, que Inglaterra mantuvo cuando sustituyó a aquél, y que el régimen israelí mantiene, es la detención y encarcelamiento sin acusación ni juicio, que cada seis meses puede ser renovada por los militares a cuyo cargo está el prisionero. La detención administrativa, captura, secuestro, es contra al Derecho Internacional y las Convenciones de Ginebra en lo referente a los prisioneros en territorios coloniales y ocupados.
Hay otros 1.500 prisioneros y prisioneras con enfermedades graves y crónicas, cáncer, cardiopatías, hepatitis, … y ahora coronavirus. No reciben asistencia y muy escasa medicación, y los que reciben alguna no son informados sobre qué les están tratando.
Hay cerca de 600 que han sido condenados a cadena perpetua.
700 cumplen de 10 a 15 años en prisión.
478 llevan 20 años.
140 llevan más de 20 años.
20 llevan más de 20 años en aislamiento.
2.000 no reciben visitas.
50 no reciben visitas desde hace más de 5 años.
Desde 1967 hasta Noviembre de 2019 han sido asesinados en las prisiones 222 Palestinos y Palestinas, de ellos 67 lo fueron por desatención y abandono médico, 75 asesinados tras la detención, 7 han sido quemados vivos, y 73 fueron torturados hasta morir.
Los Prisioneros y Prisioneras han sido encerrados en prisiones que se encuentran en territorio israelí, excepto una. Esto va contra el Artículo 76 del IV Convenio de Ginebra, ahí se afirma que los prisioneros del territorio ocupado deben permanecer en cárceles y prisiones del territorio ocupado. Luego el régimen sionista sabe que actúa contra el Derecho y los acuerdos internacionales. Llevándose a los Prisioneros y Prisioneras a territorio israelí, además de ser ilegal dificulta las visitas familiares si son alguna vez permitidas, que en ese caso sería después de 3 meses de permanecer encerrados. Además sólo pueden visitarlos miembros del primer nivel familiar y una vez al año, y los hijos cada 2 años. Las visitas duran 45 minutos.
A comienzos del mes de marzo, las mujeres prisioneras de la cárcel de Damon denunciaron por medio de la Comisión de Detenidos que se encuentran en una situación desesperada, pues sus pequeñas celdas están infectadas de roedores, el suelo y las paredes llenas de humedad, que tan solo les dan una luz mortecina, que los baños permanecen sucios y sin puertas, que solo tienen 30 minutos para salir al patio, que no tienen atención médica ni atención psicológica, y en los casos que necesitan hospitalización tampoco son atendidas.
A mediados de marzo el régimen sionazi prohibió a los Prisioneros Palestinos disponer de productos de limpieza, y ha anulado las escasas visitas de los médicos, tan solo son atendidos aquellos que presentan estados febriles extremadamente altos.
La Comisión de Estudios de Prisioneros Palestinos denuncia que los Prisioneros son utilizados como animales en ensayos médicos del sionazismo.
La Comisión de Prisioneros denuncia incursiones diarias en las cárceles y centros de detención, y una gran cantidad de prisioneros son transferidos de una prisión a otra permaneciendo hasta 18 horas en los furgones, y que, en ocasiones, se les apalea y se les deja en jaulas al aire durante días y noches.
A esto se añade que hay prisioneros infectados de coronavirus debido a que los interrogatorios han sido realizados por carceleros y médicos que estaban contagiados, con lo que se teme la extensión rápida del virus pues las condiciones de hacinamiento y falta de medios son propicias para ello. El último caso de Prisionero infectado ha sido en la prisión de Ashkelon.
Con relación a las cárceles y prisiones secretas, hay que hablar de la que tiene por nombre el número 1391, situada próxima a la línea de separación con Cisjordania, no figura en ningún documento referido a las prisiones, esta eliminada de los mapas y se prohíbe cualquier información sobre ella. Cuando se la menciona se dice que es peor que Guantánamo. El Fiscal de la Corte Suprema de Sudáfrica, Goldstone, ha declarado que es un agujero negro, pues quien es encerrado allí no se le vuelve a ver ni a saber de él. No se sabe cuántos Prisioneros hay, y ninguno de sus nombres figuran en ningún registro. Se sospecha que, además de Palestinos, en ella se encuentran los secuestrados libaneses, jordanos, sirios, egipcios e iraníes.
La información de que se dispone es de Prisioneros que el ente sionazi encerró en el 2002, cuando llevó a cabo detenciones masivas, al no caber más en las prisiones ordinarias, un buen número de ellos fueron encerrados en la 1391. Debido a las denuncias internacionales por la desaparición de detenidos, el régimen sionista acabó declarando que los tenía en esa prisión secreta.
Si siempre hay que exigir la libertad de los Prisioneros y Prisioneras de Palestina, en momentos como el que estamos viviendo de extrema gravedad por la extensión del coronavirus, se hace más urgente su liberación. Las organizaciones humanitarias, los centros internacionales que se pronuncian sobre los acontecimientos más importantes, Naciones Unidas, Liga Árabe, … han pedido la liberación inmediata de quienes sufren prisión bajo el régimen de ocupación israelí, en estos momentos, 7.000.
A la memoria vienen los versos del poema de Ahmad Dahbur Canción pasajera a la tristeza: Cuando se derraman los secretos en la última copa. / Cuando la casa del hombre se convierte en cárcel. / Cuando arde el jinete en pleno mediodía, / se despueblan las plazas: hasta la calle escapa de nosotros,/ y se muere la luz en el candil, / el candil en la casa, / y la casa se abate de tristeza. /¡Ah, jinetes de la tierra prisionera ! / tras de vosotros, la casa del hombre se ha convertido en cárcel.
El 17 de Abril es el Día de los Prisioneros, así lo declaró en 1974 el Consejo Nacional Palestino.
Es de toda urgencia escuchar el llamado del Pueblo Palestino para que se exija la liberación de todos sus padres, hermanos, hijos e hijas que se encuentran en prisión, pero que además en situación de hacinamiento y condiciones completamente insalubres se exponen a morir por la infección del coronavirus.
Desde estas líneas mando mi abrazo solidario internacionalista a quienes luchan contra el régimen que persigue y condena a mujeres, hombres, Niños y Niñas de Palestina.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días, Palestina. Crónicas de vida y Resistencia, Dietario de Crisis, Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero, y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista (FAI).