«Las estrellas paren estrellas / y el cielo tiene, cada noche, / cientos de estrellas nuevas. / Yo sueño a veces / que han llegado noches espléndidas / en que el cielo rebosará / ¡ de estrellas ! / y ellas / empezarán a caer / en cascadas de luz sobre la tierra.» Poema: Parto […]
Los acontecimientos pasan a formar parte de la realidad histórica porque se rigen por leyes que persisten. Para que éstas persistan hay que insistir hasta sentarlas. Por eso los criminales sionazis llevan a cabo sus actos una y otra vez desde hace 70 años sobre el pueblo y la tierra de Palestina. El pueblo de Palestina, dueño de la ley de la autodefensa, hace un acontecimiento de cada acto de rebeldía, e inserta en la realidad su razón, su derecho, su llamada a la solidaridad por la justicia, a través de la Gran Marcha por el Retorno de los Refugiados a Palestina. Así quedan en la Historia lo que manifiesta el pueblo de Palestina y lo que manifiesta el invasor neocolonialista, lo que cada uno representa, simboliz, el primero con la Humanidad, el segundo como enemigo de la Humanidad..
Cuánta preocupación hay en el invasor … que al ver al pueblo andar le dispara desde escondrijos, elevaciones de tierra, aviones bombarderos, artillería y marina de guerra: ¡qué miedo tiene el invasor a dejar al pueblo palestino regresar a su casa! ¡qué miedo tiene el invasor de retirar el bloqueo a Gaza!. Y, los sionazis se desesperan al no poder hacer frente a las armas palestinas: cometas, que les caen como una lluvia de estrellas y les incendian sus campos robados.
Gaza es ese jirón de tierra convertido en prisión por el sionazismo: ¿acaso pueden los refugiados en esa franja salir, comerciar, reclamar? Las imágenes se corresponden con lo que es una cárcel, si intentan salir los acribillan a tiros; por tanto, ¿qué es sino una prisión? Desde la prisión seguirán saliendo a volar con dirección a su tierra invadida, cometas que van a caer como estrellas.
Pero volvamos atrás, cuánta preocupación hay en el invasor, tanto es su miedo a la libertad mínima de Gaza que, al comprobar que tras sus matanzas el pueblo sigue en Marcha por el Retorno, ha tomado la decisión de impedir por todos los medios que le llegue ningún alimento: construye un muro de 40 metros bajo tierra que cerque la Franja, cierra los pasos fronterizos para que no entre nada, da órdenes a sus mercenarios para que disparen a matar, matar y matar, y matar de hambre, matar de sed, matar de enfermedades. Para eso también han decidido envenenar los campos de la Franja, ya habían extraído mediante mil pozos en los límites de la alambrada el agua subterránea, habían destruido los depósitos y las depuradoras con las que contaba el pueblo de Gaza, habían destruido los hospitales, las escuelas, las universidades, los centros de refugio como Cruz Roja, UNRWA, … y el pueblo de Gaza marcha hasta las alambradas para recordar a los pueblos del mundo, a los gobiernos del mundo, a los organismos internacionales de Derechos Humanos y de Justicia, que el sionazismo es la destrucción de toda ley que defienda a la Humanidad.
Mientras, en estos días en que unos luchan porque se respeten las normas internacionales, el Derecho de los pueblos, y otros buscan la forma de matar a la población de Gaza para destruir esas normas e imponer la criminalidad como norma, el Consejo de Seguridad de la ONU emite una Resolución en la que «condena enérgicamente la práctica de hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra en diversas situaciones de conflicto, prohibida por el derecho internacional humanitario» y «recuerda que ha aprobado y puede considerar la aprobación de sanciones» contra «personas o entidades que obstaculicen la entrega de asistencia humanitaria, o bien el acceso a esta o su distribución». Pero no sólo es en Gaza, el acto criminal lo realizan en toda Palestina, permítanme un ejemplo, les invito de todo corazón a visitar la página www .revistapueblos.org y lean el artículo «Los olivos que daban vida en la montaña de Abu Ghnaim», de Elias Halabi, 16 de Julio de 2018
El pueblo palestino se rebela contra semejantes asesinos, que en connivencia y sostenidos por el imperio y la UE, los tres manifiestan miedo a su propia derrota frente al derecho universal en el que se integran la independencia y la libertad del pueblo palestino. Entre los instrumentos que emplean los invasores se cuentan partidos que se dicen de «izquierda», como es el caso de Die Linke, alemán, cuyos dirigentes en viaje a la Palestina bajo ocupación sionazi fueron a visitar como forma de aprobación, un asentamiento, lo que la Convención de Ginebra califica de Crimen de guerra, los responsables de esa «izquierda» haciendo votos por la ocupación colonial plantaron árboles y dieron un mensaje de apoyo. Los sionazis aplaudieron a la falsa progresía que les trata de cubrir las espaldas. Unos y otros aplaudían a los francotiradores que asesinan al pueblo pacífico de Gaza en las alambradas de la prisión donde éste viernes murieron acribillados dos adolescentes, Mohammed Shurrab y Othman Rami, y cayeron con heridas 225 palestinos y palestinas.
El viernes, 13 de Julio, hacía 100 días que empezó la Gran Marcha por el Retorno para manifestarse frente a las alambradas que rodean la prisión, era el viernes número 16, al que los palestinos dieron el nombre de «Viernes de los Cien días y fidelidad a los habitantes de Jan al-Ahmar», como apoyo a sus hermanos del pueblo beduino que se defiende del terror sionazi, que pretende expulsarlo de sus casas y sus tierras. El pueblo de Jan al-Ahmar se vio atacado el 4 de Julio, con la intención de que sus habitantes huyesen y construir en su lugar 92 asentamientos ilegales.
El sábado 14 la aviación del invasor bombardeó en más de 40 lugares habitados de Gaza, un edificio de viviendas, una mezquita,una universidad, el Ministerio de Salud, 10 ambulancias, camiones de transporte de medicinas, un parque infantil, en el que asesinaron a dos chicos que jugaban, Amir al-Nimer, de 15 años, y Luay Kaheel, de 16 años, además de herir a otras 25 personas, … la lista como he señalado supera las 40 localizaciones. Después volvieron a sus bases en territorio ocupado de Palestina: ¿tiene algo que decir Die Linke, o ya se ha manifestado suficientemente?.
Frente a los bombarderos protegidos por el imperio estadounidense y la Unión Europea desafiantes del Derecho Internacional, sólo incursionan en los territorios palestinos ocupados las bellas y artesanales piezas voladoras palestinas, que llevadas por el viento del mar han superado los 50 kilómetros hacia el interior. Es deseo de muchos que se dejen caer como una lluvia de estrellas sobre esos enemigos tan salvajes, tan racistas, tan fascistas.
En los 16 viernes transcurridos de la Gran Marcha los sionazis han matado a 150 palestinos y palestinas y han herido a 16.000 .
Por último, el mismo sábado día 14, conforme bombardeaban Gaza, los cabecillas sionazis discutían la posibilidad de «retomar la práctica de ataques (asesinatos) selectivos», así lo expresaba Amir Peretz, que fue ministro de Defensa del ente israelí, el motivo es que la población de Gaza continúa adelante cada viernes y su propósito es Retornar a Palestina como hacen sus cometas, para habitarla en paz, con independencia y libertad.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.