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Cometas desafiando barricadas

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El 19 de julio pasado, Abdel-Salam Musa, de 54 años, observaba de cerca las expresiones de los rostros de sus niños, mientras Gamal, de doce años, Saad, de diez, y Fatma, de nueve, se preparaban muy excitados para participar en el concurso de cometas voladoras auspiciado por la Agencia de las Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) en la región de Waha, situada al norte de Gaza.

Musa, que vive en el campo de refugiados de Jabalya, también en el norte de Gaza, había llevado a sus niños al concurso, donde se encontraron con cientos de niños más. Después de animarse mutuamente y con todos los padres jaleándoles, los niños soltaron sus cometas, rompiendo el record mundial al alcanzar la cifra de 7.202 barriletes surcando los cielos de Gaza.

Una de las cometas llevaba en ella el nombre de la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Catherine Aston, quién había visitado Gaza recientemente y se reunió con los niños en uno de los campamentos de verano patrocinados por la UNRWA.

Muchas de las cometas llevaban mensajes escritos por la libertad y los derechos de los niños, expresando sus esperanzas en una vida mejor que pueda parecerse a la de otros niños del planeta.

Salim, de 12 años, que venía de Beit Lahia, dijo que estaba tomando parte en el evento para expresar la necesidad de los niños de Gaza de vivir en libertad, sin estados de sitio. «Queremos recordarle al mundo que los niños de la Franja de Gaza somos tan creativos como los de EEUU, Asia y Europa», dijo Salim. «Y que tenemos derecho a vivir en libertad, con dignidad y todos los derechos reconocidos a los niños».

Muchos de los muchachos y muchachas participantes pertenecen a familias cuyos hogares resultaron destruidos en el conflicto más reciente, entre ellos el de Musa. El pasado año, 3.000 niños de un campamento de la UNRWA rompieron el record del número de cometas lanzadas al mismo tiempo y parece que este año lo han conseguido de nuevo.

John Ging, el director de la UNRWA en Gaza se mostraba muy dichoso: «Tenemos aún que esperar la confirmación del Libro Guinness de los Record Mundiales, pero según nuestras cifras, los niños lo han vuelto a conseguir. ¡Es maravilloso, dos record mundiales en una semana!».

Pocos días antes, el 24 de julio, miles de niños palestinos habían roto el record mundial de dribling en baloncesto en un evento celebrado en el destruido Aeropuerto Internacional de Gaza, en Rafah, al sur de Gaza. Los niños hicieron 6.000 dribling, doblando el anterior Record Mundial Guinness alcanzado en EEUU en 2007.

«Los niños de Gaza son un portento y están dispuestos a probarle al mundo que son lo mejor que hay en la región y que se merecen una oportunidad para demostrar que pueden batir record mundiales y llevar a cabo creaciones innovadoras», dijo Ging.

«Me gustaría darle las gracias a todo nuestro equipo y por supuesto a los niños. Pero también quiero enviar una palabra especial de gratitud a nuestros tres donantes a los juegos de verano: el gobierno finlandés, la Comisión Europea y el mayor donante de la UNRWA, EEUU. Sin esta asombrosa colaboración entre esos donantes y los niños de Gaza nada de esto sería posible».

«Al igual que los niños de cualquier otro lugar del mundo, los niños de aquí necesitan tener un sentido de normalidad, a pesar de las aberraciones a que se ven obligados a enfrentarse en su vida diaria. Los logros de hoy les han levantado mucho el ánimo, a ellos y a toda la población de Gaza», dijo Ging.

El comisionado de la UNRWA, Filippo Grandi, también felicitó a los niños por su segundo record mundial en una semana.

«La importancia de este evento va más allá del logro de un record mundial», dijo Filippo. «Simboliza la capacidad de los niños de Gaza para aprovechar las oportunidades que se les ofrecen y superar las circunstancias que les rodean, perseguir sus sueños y conseguirlos, al igual que el resto de los niños».

Fuente http://weekly.ahram.org.eg/2010/1010/special.htm