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¿Cómo puedo encontrar un piso barato?

Fuentes: Kaosenlared

Desesperado. Has estado mirando todas las opciones y resulta que con tu sueldo lo único que podrías pagar para vivir de forma independiente es un cuchitril en el que no se quedaría a dormir ni un hombre de Cromagnon. Y eso tanto en compra como en alquiler. ¡Bienvenido al club!. No te sientas solo, somos […]

Desesperado. Has estado mirando todas las opciones y resulta que con tu sueldo lo único que podrías pagar para vivir de forma independiente es un cuchitril en el que no se quedaría a dormir ni un hombre de Cromagnon. Y eso tanto en compra como en alquiler.

¡Bienvenido al club!. No te sientas solo, somos ya miles.

Si sigues con la idea de emanciparte, de mejorar de vivienda, de pasar de alquiler a compra, o si sencillamente la necesidad o las circunstancias de tu vida te obligan a ello, aquí hemos anotado algunos consejos que pueden servirte para no dejar toda la cartera en el intento.

Déjanos sin embargo decirte antes que la situación ha llegado a un punto tan insostenible, especialmente en las grandes capitales, que las únicas opciones que parecen factibles para conseguir una vivienda (compra o alquiler) en un plazo corto o medio a un precio asequible son la asociación y la movilización. Todo lo demás te puede ahorrar un porcentaje mínimo del precio final, que dados los precios actuales no significará casi nada.

La presión social ha demostrado dar sus frutos. Sin ir mas lejos, como consecuencia de las últimas manifestaciones por ejemplo, los afectados del PAU de Carabanchel en Madrid, han visto solucionados gran parte de sus problemas de acceso a una vivienda que amenazaba con retrasarse eternamente, e incluso ahora tendrán metro y acceso a un hospital, servicios que en principio no se contemplaban.

Si lo que buscas es habitar una vivienda digna y no un sótano de 15 m2, que puedas pagar sin gastarte el 70% de tu sueldo (derecho que nos reconoce la Constitución), aquí tienes algunos consejos. Pero recuerda que muchos ciudadanos (por desgracia no los suficientes) ya han entendido que el mejor de todos, es el primero.

1. Asóciate y reivindica tus derechos

La situación es insostenible y aún así los gobernantes siguen mirando al lado de los promotores, especuladores, constructores y propietarios de suelo. Participa en las iniciativas y movilizaciones que se organicen y juntos conseguiremos que miren a nuestro lado.

Nosotros esperamos que llegue pronto el día en que realmente haya voluntad política de facilitar el acceso a la vivienda y los especuladores capten el mensaje de que las casas son un derecho y no una mercancía, y ese día tú podrás conseguir esas ansiadas cuatro paredes por un 30 o hasta un 40% menos que lo que pagarías ahora (bien por ayudas, por VPO, por un descenso de precios o por la combinación de los tres factores). Y lo mejor, si se regula adecuadamente, la vivienda seguirá dando de comer a muchas familias, la única diferencia es que unos pocos dejarán de hacerse multimillonarios a costa de un piquito del sueldo de todos, arañado en connivencia con los políticos.

Sin embargo, ese día no llegará si no nos unimos. Te invitamos a darte de alta en nuestra Plataforma y a apuntarte a nuestras movilizaciones o a las organizadas por cualquier otra asociación (iremos informando). Ya no hay trucos que valgan para encontrar una vivienda que puedas pagar. Sinceramente, hoy por hoy, lo mejor que podemos recomendar es lo siguiente: asóciate y reclama este derecho, está en el artículo 47 de nuestra Constitución. 2. Dedícale tiempo a buscar

Si aún así, por cualquier motivo quieres lanzarte al mercado a por ese «chollo» del que alguien habló una vez, El primer consejo es tener confianza en que se puede encontrar un piso entre un 10 y un 15% más barato que la media (tanto en compra como en alquiler), pero para ello es necesario paciencia y tiempo. Si haces el cálculo de lo que puedes ahorrarte, realmente compensa dedicar mucho tiempo a la búsqueda de un piso y ser exigente. Por ejemplo, en la compra de un inmueble de 150.000 euros, un 10% de ahorro supone 15.000 euros. Si trabajas cientos de horas al año para conseguir esa cantidad con tu salario, ¿no merece la pena invertir otras tantas para conseguirla como ahorro?.

3. Haz números, compara ofertas calculando el precio/m2 y negocia

Un piso es algo muy caro como para comparar «a ojo». Busca estadísticas sobre el precio del metro cuadrado en diferentes zonas. Deben diferenciar entre obra nueva y segunda mano y puedes encontrarlas en algunos portales de Internet (por ejemplo pueden servirte los informes de www.idealista.com, sobre vivienda de segunda mano) y en los suplementos de vivienda de los periódicos. Averigua el precio medio del metro cuadrado de la zona, pregunta los metros cuadrados construidos útiles de la vivienda que vas a ver y haz el cálculo de lo que te están pidiendo por un metro (Precio total/m2 construidos). Compáralo con las estadísticas y si el precio que te piden está por encima, dilo claro y con educación: está caro. Utiliza este argumento (y otros) para pedir una rebaja. Si el propietario no sabe con exactitud los metros construidos de la vivienda sugiérele que lo mire en la escritura de compraventa. Debes saber que si las estadísticas reflejan ese precio por metro cuadrado es porque muchos de los pisos de la zona cuestan eso o menos. Búscalos.

4. Compra un bajo o un local comercial

Los pisos más económicos por altura son los bajos. A casi todos nos gustaría vivir en un ático en el centro pero si pudiéramos no estaríamos leyendo esto, ¿verdad?. Al principio te puede parecer raro vivir en un bajo pero, ¿por qué no?. Piensa en todo lo que puedes hacer con el dinero que te ahorres.

Actualmente se está poniendo de moda comprar bajos y locales comerciales y hacer lo que los americanos llaman «loft», o sea, una superficie diáfana donde lo único cerrado es el baño. Debes hacer números para asegurarte que el precio del inmueble más el de la reforma no supera al que tendría algo similar ya disponible para entrar a vivir. Además, en el caso de locales, debes cerciorarte que podrás conseguir la cédula de habitabilidad del Ayuntamiento (que la vivienda cumple los requisitos exigidos de seguridad, higiene, evacuaciones de humos, servicios, etc.).

Bueno, hay que decir que no es oro todo lo que reluce. Los bajos exteriores suelen ser ruidosos y ofrecer menos intimidad. Los bajos interiores no suelen contar con mucha luz natural y en los que tienen terraza te pasarás la tarde recogiendo los «regalitos» de los vecinos (y casualmente a nadie se le cae una sortija de oro). Tú decides. Tal vez no se trate de «conformarse» sino de que nos unamos para cambiar de una vez esta situación.

5. Compra una vivienda de segunda mano

La vivienda de segunda mano es a veces más asequible que la de obra nueva (incluso sobre plano si tenemos en cuenta el tiempo de espera) y hoy por hoy ofrece más garantías (la principal, que ves exactamente lo qué compras). Aún sumando el coste de reformar o pintar, un piso usado suele tener un precio menor que uno igual de obra nueva, e incluso a veces el anterior propietario deja parte de los muebles. El uso una vez «preparado» para entrar es el mismo que en un inmueble nuevo, pero si el nuevo está en una zona de nueva urbanización, en el de segunda mano tendrás mucho más servicios ya que estará en una zona urbana consolidada.

No compres un piso recién construido cuyo propietario lo pone a la venta nada más recibir las llaves porque sólo lo compró para venderlo. Estarás pagando más (mayor precio por m2) y fomentando la especulación.

Vigila también los años que lleva construido el inmueble. Un piso no es un bien eterno. Los pisos en España tienen una vida media útil de 70 años y en torno a la mitad, ya muchos necesitan reformas estructurales serias que tienen que costear entre los diferentes vecinos.

6. Compra directamente al propietario

Las inmobiliarias son una vía más para comprar, pero ten presente que se llevan un tanto por ciento nada despreciable. Si quieres ajustar el precio, lo mejor es que compres a un particular. Hazle una oferta a un precio menor, es una práctica habitual y está comprobado que la mayoría de las ventas de vivienda de segunda mano se hacen entre un 5 y un 15% por debajo del precio que el comprador pedía inicialmente . Además, esta es una buena época para las «rebajas», ya que la oferta se está volviendo mayor que la demanda.

7. No des excusas, di claro que está caro

Si mientras buscas piso encuentras ofertas que son caras con respecto al precio medio la zona (valorando las características del piso) no des excusas educadas como «ya llamaré», «nos lo pensamos», etc. Díselo claramente aunque con educación al vendedor: «no me interesa porque está caro». También por teléfono (si todos lo hiciéramos la cosa sería diferente). No vayas a ver pisos que te parezcan caros a priori y di claramente la razón.

8. Atento a los «truquitos»

Cuando te encuentres ante el vendedor de una inmobiliaria debes estar alerta a afirmaciones que sirven para dar la sensación de que solo puedes encontrar tu piso pagando una barbaridad, de que se venden muy rápido, etc. Desgraciadamente los vendedores se han acostumbrado a que parte de su trabajo es ocultar información y usar trucos para que «entres al trapo». Como comprador tú también tienes un trabajo duro que hacer. Por ejemplo: no te fíes de los precios que figuran en carteles con el membrete «vendido». ¿Si está «vendido» por qué dejan el cartel?.

Otro «método» con el que te puedes encontrar es que el primer piso que te muestren sea horrible y pidan por él mucho más de lo que vale. No quieren venderlo, en realidad el vendedor te está preparando para que compres poco después un piso más presentable pero a un precio superior al del mercado.

Tampoco te fies mucho de las estadísticas que publiquen en muchos medios, ya que suelen estar falseadas, comprueba siempre que puedas el precio medio por metro cuadrado de la zona en diversas fuentes.

Y siempre, si te decides al fin por un piso, pásate por el Registro de la Propiedad para comprobar el titular del mismo es la persona que te lo vende, que no tenga cargas de algún tipo, la calificación de la parcela sobre la que está construido, etc.

9. Utiliza tu voto

Los gobernantes pueden hacer muchas cosas para bajar el precio de la vivienda (leyes del suelo, VPO, control de la especulación, etc.). Sin embargo, hasta ahora no han hecho prácticamente nada, sino que más bien han permitido, o incluso fomentado indirectamente el incremento de precios. Ellos tienen gran parte de la responsabilidad de que los precios se hayan disparado y una muestra es que estamos en el país de Europa donde más cuesta la vivienda en relación a los salarios. Esta página no tiene una filiación política pero pretende, entre otras cosas, dar consejos para que encuentres una vivienda más económica, y votar a cualquier partido que fomente la especulación perjudicará a tu bolsillo.

10. Ten presente que los precios sí bajan

Las estadísticas son claras: bajaron a principios de los 80, y en el periodo 92 – 93 volvieron a bajar en España. Incluso en el siglo XIX se dió un importante crash inmobiliario en algunas capitales españolas que dejó la vivienda en un 50% de su precio. Y ahora la situación es mucho más insostenible. En una ciudad como Londres, con un fenómeno parecido por ejemplo a Madrid, la burbuja inmobiliaria ha estallado y los precios llevan bajando durante varios meses consecutivos. En algunas estadísticas se ven ya descensos en algunos barrios de las grandes capitales e incluso en algunas comunidades autónomas, por ejemplo. Pero para que esto suceda de forma significativa todos debemos poner de nuestra parte, presionando a la Administración para que tome medidas, y siendo exigentes con los precios y con los vendedores.

11. Alquila

Si los precios de venta te parecen abusivos puedes independizarte alquilando durante un tiempo. El gasto de alquiler de un año puede compensarse con encontrar un piso a mejor precio un tiempo después (por descensos en los precios o nuevas ayudas a la adquisición). Además, hoy por hoy la subida de precios ha sido tan espectacular que ya no es cierto que se puede comprar por el precio de un alquiler, sobre todo si tenemos en cuenta que a la cantidad mensual que se paga por alquilar en muchos casos es posible «restarle» otras cantidades, mientras que a la cuota de la hipoteca normalmente siempre hay que «sumarle» otros conceptos. Al final, lo que pagas al año no es lo mismo en un caso o en otro, es mayor en la compra.

Nos explicamos: si alquilas, es posible que consigas una ayuda de las que ha propuesto el Ministerio de la Vivienda, o en muchos casos podrás optar a la desgravación fiscal por alquiler de tu comunidad, que en Madrid por ejemplo es del 20% (recuerda que para acceder a ella debes hacer un contrato en regla). Sin embargo, a un piso en propiedad hay que sumarle gastos como el IBI (últimamente en alza en muchas capitales), el seguro hogar (recomendable) y los gastos de la comunidad de vecinos (que no suelen pagarse en el caso del alquiler). Además, la comunidad de vecinos suele requerir de vez en cuando «derramas», esto es, un dinero extra para arreglos puntuales en la finca, modernizaciones, etc. Total, un «piquito» al año. La desgravación fiscal por la hipoteca además tiende a ser más baja que por el alquiler.

12. Construye tu mismo

También puedes construirte tu propia casa unifamiliar. Aunque los suelos en las capitales están a unos precios muy elevados, hay algunos pueblos cercanos en los que puedes encontrar solares a un precio asequible y ten en cuenta que si construyes tu mismo, puedes conseguir un precio final mucho más bajo por el metro cuadrado construido. En contraposición, tendrás que implicarte mucho más en la consecución de tu vivienda, pero luego podrás sentirte orgulloso de haberla construido totalmente a tu gusto. Visita la gerencia de urbanismo del ayuntamiento en que elijas vivir para que te informen de todo lo necesario para empezar tu proyecto, pregunta a arquitectos para conocer los costes de la obra e incluso, puedes evaluar el plantar una casa prefabricada de madera o hecha por módulos que te evitará la obra y son viviendas que están muy bien.

13. Si por fin decides comprar, atento a las cuotas de tu préstamo

Hay diferencias muy significativas en cuanto a las condiciones de los prestamos hipotecarios que ofrecen las distintas entidades bancarias. Antes de elegir tu hipoteca, comprueba en distintos bancos la política de comisiones, tipos que te aplican, condiciones legales, etc. Pon especial cuidado en las ofertas «chollo» o en las denominadas «hipotecas flexibles», puesto que con ellas, suele resultar que a la larga pagarás mucho más. Tampoco confiés en que ninguna entidad bancaria, por grande y conocida que sea, se preocupe por tu integridad económica, porque no lo hacen. Lo mejor es que te hagas unos números con cada oferta y conozcas de primera mano lo que vas a pagar en concepto de intereses a tu entidad bancaria.

Suele ser un error habitual pensar sólo en lo que pagarás al mes ahora. Ten en cuenta que la mayoría de hipotecas actuales en nuestro país, son de tipo variable y si los tipos de interés suben, pagaras mucho más dinero de intereses y tu cuota mensual aumentará sensiblemente. Además, esto es muy probable que suceda puesto que ahora los tipos están excepcionalmente bajos y la economía empieza a resentirse debido a la crisis del petróleo y otros factores. Por ejemplo, en un piso de 30 millones de las antiguas, te puede quedar una cuota de unos 730 euros al mes con los tipos de interés actuales. Si éstos suben un par de puntos, automáticamente la cuota se va a 970 euros. Pon extremo cuidado en valorar todas las opciones que se te pueden dar en el futuro, si pides una hipoteca cuyo pago suponga más del 40% de tus ingresos. Si no lo ves claro, puedes contratar un seguro hipotecario que aunque encarece la cuota, te hace estar más tranquilo ante hipotéticas situaciones de paro o enfermedad que te pudieran surgir. Tampoco confíes en que si te va mal, puedes vender el piso y satisfacer tu deuda con el banco. En países como Japón ha pasado que al bajar los precios de la vivienda durante varios años consecutivos, la gente que no podía pagar su letra, entregaba la vivienda al banco y seguía teniendo una buena parte de la deuda por satisfacer. Son cosas muy distintas el valor de tu vivienda y la deuda que tienes con la entidad bancaria que escojas, que ha de ser la que tu desees y te ofrezca mejores condiciones, es tu derecho elegirla.

Te dejamos con una herramienta con la que puedes calcular tus cuotas, juega con los tipos de interés y comprueba por ti mismo como afecta a las mismas. También puedes probar esta otra herramienta.

14. Si decides comprar sobre plano para ahorrar, se muy cauto

En ocasiones, se pueden encontrar viviendas a precios más asequibles en cooperativas de vivienda y en promociones privadas de viviendas con algún tipo de protección oficial, pero ten cuidado que no es oro todo lo que reluce. Son ya demasiados casos de estafas en la que personas sin escrúpulos han desaparecido con el dinero depositado por los compradores, quiebras, disoluciones de sociedades, etc. que después de la espera de unos años, dejan a los compradores sin vivienda, a veces sin dinero, y en una situación de indefensión absoluta porque en estos asuntos, las administraciónes suelen huir de la intervención y la Justicia suele ser especialmente lenta. Por ejemplo en el caso Promocisa que afectó a 3.000 familias de la Comunidad de Madrid, la instrucción judicial ha durado 27 años.

Y que no se construyan las viviendas o que desaparezca tu dinero no son los únicos riesgos, de hecho, son los más improbables de cuantos hay. Retrasos en las entregas, sobreprecios, imposición de cambios en las calidades, reducción de metros útiles, etc. son moneda de cambio habitual cuando se compra sobre plano. No pienses que este tipo de problemas nunca te afectarán a ti porque son más frecuentes de lo que parece. En Madrid por ejemplo, se calcula que sólo en los desarrollos del Sureste hay cerca de 125.000 afectados por esperas que van a llegar en algunos casos hasta 15 años. En Vallecas, Carabanchel, Parla y otros desarrollos urbanísticos de toda la Comunidad de Madrid, por desgracia, conocen bien este tipo de prácticas. Son tan generalizadas que por eso desde la Plataforma reclamamos el desarrollo de un marco jurídico adecuado para regular una compraventa que es tan importante para cada familia.

Si decides comprar sobre plano, aseguraté de que la empresa promotora o la cooperativa, así como la constructora que materializará las viviendas, tengan solvencia y reconocido prestigio. Es importante que compruebes también en el Ayuntamiento y en el Registro de la Propiedad, si se ha aprobado el plan de urbanización de la zona, el estado de la junta de compensación, si disponen de suelo adjudicado sobre el que construir las viviendas y que además, poseen la titularidad del mismo. Comprueba además de que los promotores tienen un aval o seguro que te garantice la devolución de lo pagado si, por cualquier razón, el proyecto no llega a buen puerto. Y ante todo, exige que en tu contrato aparezcan cláramente la fecha de entrega, características/calidades que llevará tu vivienda y el precio definitivo. Si no lo ves claro, siempre puedes recurrir a realizar una consulta informativa a un abogado o gestoría especializada que sea imparcial y no guarde relación alguna con los promotores de la obra. Esto no te costará mucho y puedes evitar muchos quebraderos de cabeza.

15. Enteraté de todas las ayudas disponibles

Actualmente tanto el Gobierno Central, como las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen planes de vivienda en marcha con suculentas ayudas de las que puedes ser beneficiario. Entérate bien de todas ellas en sus oficinas de información. En nuestra sección de links tienes algunas direcciones donde empezar abuscar.

SI YA ERES PROPIETARIO: ¿SABES QUÉ ES LA «PARADOJA DEL PROPIETARIO»?

Te has comprado un piso, han pasado tres años y ahora su valor de mercado es un 40% más. Estás contento porque ahora, en vez de venderlo por los 120.000 euros que te costó lo venderías por unos ¡168.000!. Pero, ¿sabías que si lo vendes para financiar la compra de a otro más caro estás perdiendo dinero?. A veces mucho dinero.

Una evolución frecuente de alguien que ha comprado un piso en los últimos años es que al cabo de un tiempo (pongamos, por ejemplo, 5 años) decida adquirir algo más grande. Las razones son varias, aumento de renta, querer vivir con más amplitud, o una muy chillona: los críos.

Imaginemos una pareja que compró un piso en el año 2000. Les llamaremos los Pérez. Pagaron por el piso 120.000 euros, pero en el año 2005 esa pareja tiene ya dos chavalines y decide mudarse a un piso mayor, haciendo lo que la mayoría de las familias hacen: Vender el piso actual para financiar parcialmente la compra del nuevo.

Debido a una excepcional época de incrementos del precio de la vivienda el piso que compraron en el 2000 ha tenido un incremento del 50%, y por él les dan nada menos que ¡180.000 euros!. Los Pérez están muy contentos. Ahora bien, el piso que quieren comprar costaba en el año 2000 unos 200.000 euros, y, al tener un incremento similar, del 50%, ahora piden por él 300.000.

El dinero contante y sonante que tienen que aportar (bien sea en efectivo o con hipoteca) en el 2005 por la diferencia de precio entre un piso y otro es: 300.000 – 180.000= 120.000 euros. Sin embargo, si el precio de la vivienda se hubiera mantenido estable durante esos años aportarían: 200.000 – 120.000= 80.000 euros.

Conclusión: debido al alza de precios, los Pérez deben aportar nada menos que (120.000-80.000) ¡¡40.000 euros más!!.

No hace falta decir que éste es un caso de lo más frecuente. Es decir, siempre que se venda una propiedad para poder comprar otra de mayor valor financiada parcialmente con la primera que se adquirió, la subida del precio de la vivienda es perjudicial (los porcentajes de subida de precios lógicamente no serían iguales para las dos viviendas, pero sí aproximados, por lo que el ejemplo sirve igual).

La paradoja es que en este caso (llamémosle «mejora de vivienda»), lo que realmente sería interesante como propietario es: ¡Que la vivienda BAJE!

Es decir, supongamos que el piso de los Pérez se ha depreciado un 25%, y consiguen venderlo en el 2005 sólamente por 90.000 euros. Uff, vaya palo. Pero si aplicamos la misma depreciación al piso nuevo, resulta que puede comprarse en vez de por 200.000 euros por (-25%): 150.000. En otras palabras, los Pérez pierden en su venta 30.000 euros, pero se benefician en su compra de un «descuento» de ¡¡50.000 euros!!. En un clima de estabilidad de precios tendrían que aportar para su nuevo piso al vender el primero (200.000 – 120.000) 80.000 euros. Mientras que tras unos años de descenso de precios de un 25% aportarían (150.000 – 90.000) 60.000 euros. O lo que es lo mismo, se ahorrarían 20.000 euros al cambiar de domicilio (¡A lo mejor podrían llevar a los críos a una universidad privada y todo!).

Y todo esto sin contar los intereses de la hipoteca, ya que la vivienda que compras por digamos 120.000 euros al final no te cuesta 120.000 euros, sino que te cuesta ese dinero más los intereses de la hipoteca, lo que vendría a ser unos 187.000 euros a 30 años, o sea, más de un 50% adiccional que se lleva el banco al 3,25% (y los tipos están subiendo). En viviendas más caras, por ejemplo de 300.000 euros, los intereses pueden llegar a ser más del 80% del valor del piso dependiendo de años de hipoteca, tipos, etc. Ten en cuenta que cuanto más largo el plazo de amortización, más intereses pagas y por eso son tan poco recomendables las hipotecas a 40 y 50 años.

En resumen: Si sólo venderías tu propiedad para comprar una de mayor valor la subida del precio de la vivienda te perjudica.

Hay otra práctica habitual en las personas que deciden cambiar a una casa mejor: alquilar la primera vivienda para financiar la compra de una más cara. En este caso se puede decir que, en general, la subida de precios también es perjudicial. Es decir, la diferencia entre la cuota de la hipoteca de la nueva propiedad y lo que se ingrese por el alquiler de la primera, tenderá a ser mayor tras una subida importante de precios que en un clima de estabilidad o de bajada.

Por eso antes de alegrarte porque tu piso valga más, pregúntate para qué harías efectiva esa plusvalía. En muchos casos la subida generalizada de precios te perjudica. Si eres propietario no especulativo y sólo venderías o alquilarías tu actual propiedad para financiar una nueva sólo hay un caso en el que la subida de precios te beneficia: cuando la nueva propiedad sea de menor valor.

¿Quiere decir ésto que, en general, los beneficiados por el incesante incremento del precio de la vivienda sólo son aquellos que participan activamente en la vivienda como negocio o fuente de ingresos (inmobiliarias, propietarios de suelo, bancos, ayuntamientos, especuladores, etc.) pero no los propietarios que sólo compran para vivir?. Sí.

Otras razones por las que a un propietario no le interesa que suba la vivienda:

1. Los impuestos municipales se calculan según el valor estimado de la casa. A mayor valor, más se paga.

2. La prima del seguro hogar también sube por la misma razón: se asegura un bien que vale más.

3. A la hora de vender y comprar de nuevo, los impuestos y otros gastos se suelen calcular según un porcentaje. A mayor valor, más se paga por «extras».

4. Tus hijos algún día tendrán que irse de tu casa y tendrán que afrontar el problema de acceder una vivienda. Piensa en la papeleta que tendrán si los precios siguen subiendo y en la ayuda que les podrás prestar.

EN DEFINITIVA, SI COMPRAS TU CASA PARA VIVIR Y SÓLO LA VENDERÍAS PARA MEJORAR DE VIVIENDA, QUE LOS PRECIOS SUBAN TE PERJUDICA.

¿A QUÉ ESPERAS?. MOVILÍZATE CONTRA ELLO