Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
“A causa de nuestras dolorosas experiencias, sabemos bien que el opresor nunca otorga voluntariamente la libertad, que es algo que los oprimidos tenemos que exigir”. Martin Luther King.
La familia Erekat lamentamos la trágica muerte de nuestro hijo Ahmad Erekat, asesinado a sangre fría por la ocupación israelí el 23 de junio de 2020. Nuestro hijo Ahmad es el undécimo palestino asesinado en solo este año, entre cientos de asesinados en los últimos dos años, como resultado de la política extrajudicial de disparar a matar de Israel. Como individuos, familias, organizaciones internacionales y Estados, debemos trabajar juntos para detener los repetidos asesinatos a sangre fría de palestinos a manos de Israel.
Para garantizar el fin de los crímenes israelíes contra nuestro pueblo y ayudar a prevenir otro asesinato trágico, la familia Erekat desea dejar claro lo siguiente:
Como se evidencia en el video publicado, el ejército israelí cometió cuatro delitos distintos contra Ahmad Erekat que son punibles según el derecho internacional y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional: uno, en los momentos previos a su muerte, el ejército israelí usó fuerza letal y disparó a Ahmad cuando salía de su vehículo tratando de levantar las manos para indicar que estaba desarmado e indefenso. Dos, después de dispararle, el ejército israelí dejó a Ahmad sangrando en el suelo durante más de una hora hasta su muerte. Tres, el ejército israelí impidió que la ambulancia y el personal médico de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina asistieran a Ahmad, negándose a que se le prestara la atención médica necesaria. Cuatro, al igual que en el caso de otros mártires palestinos, el ejército israelí retuvo el cuerpo de Ahmad y ahora retiene el cadáver de Ahmad como una forma de castigo cruel.
Hace solo unas semanas, el 30 de mayo de 2020, las fuerzas israelíes dispararon y mataron a Iyad Al-Halaq, un palestino autista de Jerusalén de 32 años, mientras se dirigía a su escuela para personas con necesidades especiales. Iyad solo llevaba un juguete en las manos y huyó de los soldados por miedo a que le persiguieran y le mataran a tiros. En 2018, los israelíes también dispararon y mataron a Razan Al-Najjar, un paramédico que llevaba un chaleco con el distintivo de personal médico claramente marcado, manipulando después un video para sugerir que Al-Najjar representaba a Hamas y que, por lo tanto, era un objetivo militar legítimo.
Les pedimos que no solo cuestionen las circunstancias de los asesinatos de Ahmad, Iyad y Razan, por poner nombre a solo tres de los cientos de muertos, sino que reflexionen también sobre la normalización de esos asesinatos, donde otra tragedia palestina se ha convertido en una cuestión de cuándo en lugar de si.
Las prácticas asesinas de Israel están completamente desprovistas de humanidad y, por ello, debemos desafiar la aceptación por parte de la comunidad internacional de la política de disparar a matar de Israel bajo la apariencia y excusa de la seguridad.
En el curso de la llamada “Intifada de los chuchillos”, Israel usó sistemáticamente fuerza letal contra supuestos asaltantes, citando la fuerza defensiva. Solo en 2016, Israel mató a 95 civiles, incluidos 36 niños, y calificó los incidentes de “presuntos apuñalamientos» a pesar de las evidencias que demostraban la ausencia de cualquier medio para poder perpetrar un ataque letal. En su sesión de 2017, el Consejo de Derechos Humanos llegó a la conclusión de que Israel utilizaba a menudo fuerza letal contra los palestinos “por simple sospecha o como medida de precaución”. Finalmente, las organizaciones de derechos humanos han señalado que estos asesinatos extrajudiciales solo están respaldados abiertamente por el liderazgo israelí y “van acompañados de una absoluta falta de interés por parte de las autoridades israelíes para investigar los incidentes, de la negación a que se lleven a cabo las autopsias de los fallecidos, de la negativa a entregar sus cuerpos y otras políticas que contribuyen a un ambiente de impunidad para la violencia estatal”.
Estos asesinatos están produciéndose en un contexto más amplio de apartheid y expansión de asentamientos coloniales. Por tanto, en lugar de preguntar sobre los detalles de lo que sucedió en los momentos previos a la muerte de Ahmad, la pregunta más importante que cabe hacer es: ¿Por qué hay puntos de control vigilados por los israelíes entre dos áreas palestinas? ¿Por qué la comunidad internacional no ha sancionado a Israel incluso después de expandir sus asentamientos coloniales, de reclamar Jerusalén Oriental y de disponerse a llevar a cabo la anexión de importantes extensiones del territorio de Cisjordania?
Además de la responsabilidad israelí por su política de disparar a matar, la familia Erekat exige lo siguiente:
- La liberación del cuerpo de nuestro hijo Ahmad Erekat para que podamos enterrarle de forma adecuada y digna, y para que nuestra familia pueda despedirse de él y llorarle en paz. El cuerpo de Ahmad es uno de los 63 cuerpos de los mártires actualmente secuestrados por el Estado de Israel.
- La publicación de todas las grabaciones de audio y video disponibles desde varios ángulos del momento del accidente automovilístico y del asesinato de Ahmad Erekat.
- Una investigación internacional sobre el asesinato de Ahmad Erekat por la Corte Penal Internacional y el Relator de la ONU para Asesinatos Extrajudiciales con el fin de exponer la verdad de las ejecuciones de Israel y lograr justicia para Ahmad y el resto de los mártires palestinos.
- La inmediata protección internacional para el pueblo de Palestina.
Quizá podamos construir un mundo en el que prevalezca la justicia para todos.
Fuente:
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