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Construir alternativas

Fuentes: Rebelión

El capitalismo impone sus intereses. Ve a la política muy débil y no duda en remover obstáculos para acumular más poder; para él todo lo demás es secundario. La pobreza, el trabajo sin derechos, la mercantilización de lo público para hacer negocio privado, la desfiscalización del capital por vías diversas, entre las que destacan la […]

El capitalismo impone sus intereses. Ve a la política muy débil y no duda en remover obstáculos para acumular más poder; para él todo lo demás es secundario. La pobreza, el trabajo sin derechos, la mercantilización de lo público para hacer negocio privado, la desfiscalización del capital por vías diversas, entre las que destacan la evasión y el fraude, la destrucción de identidades colectivas de clase y nacionales, el cambio climático… y hasta la propia vida, la nuestra y la de la supervivencia del planeta. Para un capitalismo que prioriza ante todo la acumulación del beneficio privado, todo ello son derivadas que hay que obviar. Naomi Klein insiste, sobre el cambio climático, en que «no se han hecho las cosas necesarias para reducir las emisiones, porque son cosas que están en conflicto con los fundamentos del capitalismo desregulado». «Las acciones que nos pondrían en mejor situación para evitar la catástrofe -y que beneficiarían a la gran mayoría de la gente- son amenazas a una élite minoritaria que mantiene un control absoluto sobre nuestra economía, sobre nuestros procesos políticos y sobre la mayor parte de los grandes medios de comunicación«. Naomi Klein tiene razón; por eso cobra más urgencia, si cabe, el trabajo y la militancia alternativa.

Más allá de las citas electorales que determinan la conformación de gobiernos hay debates que se mantienen, voluntariamente, apartados. Decía el director de un gran Fondo de Inversión que «hay que entender (…) que en la unión monetaria los gobernantes son observadores privilegiados de lo que pasa a su alrededor, y que su capacidad de decisión es muy limitada. Hay determinadas políticas que no tienen cabida dentro de la UE«. Durísimo ver como identifica el papel de la política. Durísimo, pero cierto. ELA quiere decirle a él, y a otros que piensan y actúan como él, que no aceptamos una estructura institucional que impone neoliberalismo y convierte a aquellos a quienes elegimos en meros figurantes. ELA opina que, para quienes militamos en el cambio político y social, éste debate es central, y no debería ser pospuesto por la agenda de la «gobernabilidad»; una gobernabilidad cada día más constreñida, que acepta los márgenes que imposibilitan revertir las políticas que desea el capitalismo. ¿Por qué se rehuye este debate, también por gran parte de la izquierda?

A espaldas de todos y todas, la UE y USA negocian el TTIP para profundizar en la desregulación al servicio de multinacionales y poder financiero. Pretenden, incluso, que sean tribunales privados los que decidan las controversias entre las empresas y las legislaciones estatales. Nuestros gobiernos abusan de la ignorancia (trabajada por ellos mismos) de la gente sobre ese Tratado y apoyan con los ojos cerrados lo que desconocen y, por supuesto, niegan el debate. Hicieron lo mismo con el Tratado europeo, y de aquellos polvos vienen estos lodos.

Es cierto que cuesta pasar a limpio las claves del proceso que vivimos. Se necesita pausa y reflexión para que no sea el enemigo quien te marca el camino. En nuestra opinión, la militancia alternativa tiene la responsabilidad de hacer posible una agenda de trabajo en común que establezca unas referencias claras; cada uno desde su propio ámbito de trabajo y, por supuesto, todos en común. Referencias que partan de compartir que el capitalismo es un enemigo común para la vida y la vida digna. Frente al «déjate llevar» que el neoliberalismo pretende imponer, es momento de debatir referencias y construir alternativas en diversos espacios: naturaleza, agricultura, finanzas, alimentación, medio ambiente, energía, cambio climático, tiempo libre, economía, mundo del trabajo, fiscalidad, lucha contra la desigualdad, empleos alternativos de la mano de la transición ecológica y social (los llamados empleos verdes)…. Todo esto, en la actual situación, no vendrá de arriba y, la solución no puede ser no hacer nada. Solo los negacionistas del cambio climático, financiados por las empresas responsables de las emisiones de CO2 que ponen en peligro el planeta, rechazan lo que es evidente: el efecto de los gases de efecto invernadero en el aumento de la temperatura y las catástrofes que vienen de su mano. La exactitud de los datos sobre el calentamiento global determinan la incompatibilidad con la vida en el planeta. Decidir la suerte del planeta no puede dejarse en manos de quienes solo ven rentabilidad económica y de quienes, con total pleitesia, desde la política, hacen lo que aquellos desean.

Este debate no puede ser ajeno al mundo sindical, al menos no para ELA. En 2015 tenemos por delante varias citas importantes que pueden y deben ayudar a consolidar este trabajo; dentro del sindicato y en común con otras organizaciones. El día 5 de junio en Baiona, organizada por la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria se celebrará una jornada de formación. No es casualidad que se celebre en Baiona. Fue el lugar de la primera Alternatiba en octubre de 2013 y, ese mismo día 5, partirá el Tour de las Alternativas que enlazará muchas ciudades de Europa con la vista puesta en la COP21 (Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático) que se celebrará a final de año en París. Un trabajo de movilización para situar la trascendencia de esa cumbre; las anteriores se cerraron con fracasos por el veto que ejercieron aquellos países que mejor representaban los intereses del poder económico.

En Euskal Herria, además de lo citado de Baiona, y al igual que en otras ciudades europeas se celebrarán el 5-6 de junio, en Donostia, «Alternatiben Herrixka» y el 24 de octubre en Bilbo. Jornada con mercado de alternativas prácticas, productos locales, artesanía, juegos para niños y niñas, talleres, conferencias, debates y fiesta. ELA anima a su militancia a tomar parte en estos actos.

Adolfo Muñoz. Secretario General de ELA.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.