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Construyendo la Contra palestina

Fuentes: The Palestinian Information Center

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Israel, la Administración Bush y la Autoridad Palestina (AP), encabezada por Mahmud Abbas, están colaborando para construir unas fuerzas de seguridad palestinas despolitizadas y cuya principal tarea y razón de ser será aplastar cualquier levantamiento popular en contra de un posible «acuerdo de paz» que pretenda imponerse a los palestinos.

La nueva fuerza, cuyos miembros están recibiendo entrenamiento en países vecinos, principalmente en Jordania, se está preparando para ir reemplazando de forma gradual al grueso de las fuerzas de seguridad existentes, bajo dominio de Fatah, en Cisjordania.

La AP, siguiendo instrucciones de los países donantes, especialmente de los Estados Unidos, ha despedido ya a miles de soldados y oficiales de Fatah alegando una serie de razones que van desde la edad de jubilación, dificultades financieras, a la necesidad de reestructurar las agencias de seguridad de la AP, notoriamente infectadas de corrupción, nepotismo, amiguismo, indisciplina y falta de profesionalidad.

Sin embargo, muchas de las personas despedidas tienen cuarenta y pocos años, lo que sugiere que la AP está intentando «deshacerse» de elementos valorados como «demasiado patrióticos» y «adoctrinados en la hostilidad hacia Israel y el sionismo».

Los integrantes de la nueva fuerza, según un cadete de la región de Hebrón, tuvieron que ser cuidadosamente escudriñados por el Shin Bet, la principal agencia de la inteligencia interior de Israel, y están siendo entrenados en tácticas para controlar a las muchedumbres, llevar a cabo arrestos, impedir manifestaciones y disparar rifles.

Los cadetes reciben actualmente un salario mensual de 600-800 dólares al mes, que alcanzará la cifra de 1.000-1.500 dólares una vez que se gradúen. (Ese sueldo es casi igual al salario mensual medio de un profesor de las universidades palestinas con título de Doctorado).

Es interesante señalar que la mayor parte de los cadetes no tiene siquiera el certificado de estudios secundarios y que muy pocos han llegado a la universidad.

Un contrariado oficial, un arafatista tradicional de Dura, cerca de Hebrón, confesó a este escritor que «la ignorancia es la principal y deseada calificación de esos reclutas».

«El más ignorante, el más maleducado, el más estúpido es el que va a tener más posibilidades. No quieren sino zoquetes, gente con el cerebro vacío para que puedan manejarles como les dé la gana», dijo el oficial, que pidió mantener el anonimato por razones obvias.

«Están siguiendo el viejo adagio que dice: ‘Un buen soldado no piensa, se limita a obedecer'».

Además de una «casi total ignorancia», el nuevo recluta debe ser tan apolítico como sea posible, tan poco religioso como sea posible y no tener ninguna afiliación ni asociación previa con ningún grupo político, especialmente grupos islamistas del tipo de Hamas y la Yihad Islámica.

«Están tratando de lavar el cerebro a los cadetes de forma tal que si, por ejemplo, les dan orden de disparar contra su padre, ellos vayan y disparen contra su padre, contra su madre y también contra su hermano», dijo el disgustado oficial de Dura.

Un funcionario de la AP implicado en la construcción de la «nueva fuerza de seguridad» dijo que el objetivo principal era reemplazar a las fuerzas de seguridad existentes, que eran mayoritariamente corruptas y poco fiables, con fuerzas profesionales que puedan «cumplir con su misión».

Sin embargo, cuando se le preguntó cuál era «esa misión», el funcionario respondió: «Los dirigentes políticos son quienes señalarán siempre cuál será la misión a cumplir».

Hace pocos meses, el Ministro del Interior de la AP, el General Abdel Razak al Yahya, dijo a cientos de reclutas en el pueblo de Yeftilik, cerca de Jericó, que «vuestra misión no es combatir a Israel, vuestra misión es establecer la seguridad y restaurar la ley y el orden».

«No estáis aquí para enfrentaros a Israel, el conflicto con Israel no nos ha llevado hasta ahora a ninguna parte.¡¡Debéis mostrar a los israelíes que podéis hacer vuestro trabajo!!»

Anteriormente, este mismo año, más de 250 reclutas fueron enviados a Jordania para un curso intensivo patrocinado y financiado por los Estados Unidos bajo la estrecha supervisión del Teniente General Keith Dayton.

El pasado año, Dayton estropeó un complot concebido por su jefe, Elliot Abrams, un neocon judío que forma parte de la Administración Bush, para que fuerzas leales al anterior hombre fuerte de Gaza, Muhammad Dahlan, derrocaran al gobierno democráticamente elegido de Hamas.

Sin embargo, Hamas se adelantó al planeado golpe de Dahlan, desencadenando un contragolpe durante el cual las fuerzas de Hamas, más reducidas pero más disciplinadas y mejor entrenadas, derrotaron decisivamente y expulsaron a las fuerzas de Fatah, consolidando así su control sobre toda la Franja de Gaza.

Como consecuencia del «fiasco de Gaza», al parecer la Administración Bush buscó una «alternativa más auténtica», a saber, establecer una fuerza palestina bona fide más colaboracionista que ayudara al régimen de la AP apoyado por EEUU a imponer un posible «acuerdo de paz» con Israel, se supone que uno que permitiera que Israel se anexionara grandes zonas de Cisjordania, incluida la mayor parte de Jerusalén Este y las colonias judías circundantes, a cambio de la creación de una entidad palestina deforme, que sería denominada Estado, compuesta por bantustanes desconectados y reducidos territorios.

Por lo tanto, los esfuerzos en curso para crear las nuevas Fuerzas de Seguridad Palestinas tienen como principal tarea la de reprimir y, si llegara a hacerse necesario, matar a los palestinos que se atrevan a oponerse a la liquidación de su justa causa.

Pregunté al Profesor Abdul Sattar Qassem, de la Universidad Nacional Nayah en Nablus, qué se podría hacer para desbaratar esos esfuerzos de crear una «fuerza colaboracionista» cuya principal misión es reprimir a los palestinos en nombre de Israel.

Qassem dijo que pensaba que el término «colaboracionista» describía con toda exactitud la nueva fuerza o fuerzas que estaban siendo creadas y entrenadas por la CIA.

«Lo primero que tenemos que hacer es decir a nuestros hijos que reciben entrenamiento en Jordania que se están preparando para llevar a cabo actos antipatrióticos e inmorales, que están siendo instruidos para matar palestinos en defensa de Israel».

Qassem dijo que estaba seguro que la AP era efectivamente una herramienta para liquidar la causa palestina a cambio de recibir algún dinero de los Estados Unidos.

Descartó la proclama de la AP de que las nuevas fuerzas eran necesarias para reestablecer el imperio de la ley y proteger al personal encargado de la seguridad del pueblo palestino.

«Creo que podemos defender el imperio de la ley sin enviar a nuestros hijos a que los entrene la CIA para matar a sus propios compatriotas en nombre de Israel. Hay que hacer que la AP saque sus manos del sistema de la justicia, dejémosles que contengan a sus matones, y la ley y orden se restaurarán de inmediato».

«El problema, el principal problema, es que estamos tratando con una autoridad que no es más que una panda de mentirosos».

Enlace con texto original en inglés:

http://www.palestine-info.co.uk/en/default.aspx?xyz=U6Qq7k%2bcOd87MDI46m9rUxJEpMO%2bi1s7BK2la0pA55U3q7a6rrV29MuaHuyfrDV4S94dYx7h7au8WAlr4zM3EVkBRo3yMVjLRbmjhNIYdA22hlKmYQ7NO8GBpRf2tnDi0ltUnYM5inQ%3d