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Arabia Saudí

Control 3.0 o Gran Hermano digital

Fuentes: Aish

Redes sociales, cultura del clic, netbook, tablet, e-book, smartphone; son solo algunas de las expresiones y vocablos de moda en la nueva sociedad de la comunicación y de la información; que no del conocimiento. Gracias a las nuevas tecnologías, hoy es posible pagar un taxi con un sms, conectar dos países geográficamente alejados y encontrar […]

Redes sociales, cultura del clic, netbook, tablet, e-book, smartphone; son solo algunas de las expresiones y vocablos de moda en la nueva sociedad de la comunicación y de la información; que no del conocimiento. Gracias a las nuevas tecnologías, hoy es posible pagar un taxi con un sms, conectar dos países geográficamente alejados y encontrar nuestra localización física a través del miniteclado de un teléfono móvil. Las mujeres saudíes lo saben bien. Desde hace tiempo, sus guardianes reciben un mensaje de texto cuando aquellas están a punto de cruzar las fronteras del país.

No es nada nuevo que las mujeres reciben un trato discriminatorio en Arabia Saudí. Detrás de su rigurosa -que no siempre es sinónimo de austera- vestimenta, las mujeres tienen que afrontar toda una serie de prohibiciones como la de conducir un vehículo. En mayo del 2011, el desafío público de esta norma le costó la detención y nueve días de encarcelamiento a Manar ash-Sharif, activista saudí proderechos de la mujer, que ha sido catalogada como una de las 100 personas más influyentes del mundo en 2012, según la revista Time. A pesar de ello, la campaña Women2Drive, que enmarcaba este acto de desobediencia civil y en la que participaron un centenar de mujeres -una de ellas sentenciada a diez latigazos- se tradujo en un éxito notable al lograr atraer la atención mediática internacional sobre la situación de sus derechos en el país más extenso e influyente de la península Arábiga.

El nuevo fenómeno mediático tiene su origen en la innovación del aparato de control social, que según un bloguero saudí entró en funcionamiento hace un par de años. La medida consiste en el envío de una notificación vía mensaje de texto a los custodios legales de las mujeres -padres, hermanos, maridos, etc.- y otros menores de edad, según la ley, cuando estos viajan al exterior. Supuestamente, el Ministerio del Interior pretende simplificar y digitalizar los trámites con la intención de evitar el vergonzante formulario amarillo, autorización que se expide en las oficinas de emisión de pasaportes. Con tales desarrollos, no sería extraño que con la llegada de la Administración electrónica se decidiera implantar un microchip a las mujeres o que los nuevos nativos digitales terminaran por desarrollar una especie de cadena electromagnética para evitar que un paseo bajo la soleada tarde de primavera desértica se estropee a causa de una distancia excesiva entre el protector y su protegida, ella siempre tres pasos detrás de él.

Este caso solo es una pequeña muestra de cómo la evolución tecnológica formal no se corresponde con el progreso social y la igualdad entre hombres y muejres, sino más bien con una tendencia involutiva que refuerza el carácter patriarcal del reino de los Saúd. Además, genera nuevas desconfianzas derivadas de posibles usos desviados de tales herramientas de monitorización. Por lo demás, todo parece indicar que el reciente nombramiento de un príncipe de los llamados de tercera generación -nietos del fundador del Estado actual- como nuevo Ministro del Interior, Mohammed bin Nayef bin Abdulaziz, no se traducirá en una apertura mayor por lo que respecta a los derechos de las mujeres saudíes. Porque, aunque no hay nada escrito, la herencia cultural y el «autoritarismo firme y de corazón» de su padre y mentor, que desempeñó el mismo cargo durante varias décadas, son un precedente poco esperanzador.

Fuente original: http://www.aish.es/index.php/es/component/content/article/178-claves-arabia-saudi/3980-arabia-saudi-11122012-control-30-o-lgran-hermanor-digital