Traducido por Meritxell Mir i Roca y Félix Nieto. Revisado por Caty R.
La pequeña aldea de Azun Athma está en el sudeste de Cisjordania, no lejos de Qalquilia y demasiado cerca de Israel y los asentamientos de Etz Efraim, Elkanah, Sha’are Tikva y Oranit, que la rodean por todos los lados. Para garantizar la seguridad de los ciudadanos israelíes y por el interés de los colonos, la aldea palestina está cercada por el muro y se ha convertido en un enclave cerrado por todas partes. Para tener acceso a los servicios básicos en Cisjordania, los habitantes de Azun Athma, tienen que cruzar una puerta controlada por el ejército israelí y además son cacheados cada vez que entran o salen. A las 22:00 h. los soldados cierran la puerta y no la vuelven a abrir hasta las 6 de la mañana.
Es sabido que los palestinos no tienen ningún tipo de disciplina, ni siquiera cuando están en el vientre de su madre. Hay fetos que insisten en salir cuando los soldados israelíes están durmiendo. ¿Qué se debe hacer con estos bebés si en Azun Athma solo hay un centro de salud que ofrece sus servicios dos horas al día, dos días a la semana? Para asegurarse de que van a recibir el tratamiento médico adecuado durante el parto, las mujeres embarazadas (en la aldea nace una media de 50 bebés al año) suelen marcharse de sus casas y se trasladan con otros familiares que residen en lugares donde se puede acceder con facilidad a los servicios médicos. Así, de los 33 recién nacidos desde enero hasta junio de este año, 20 no lo hicieron en la aldea.El resto nació en sus casas sin la ayuda de ningún médico ni comadrona.
De acuerdo con un informe publicado el día 9 de julio por el Coordinador humanitario de las Naciones Unidas y la UNRWA, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo, que se publicó coincidiendo con el tercer aniversario del fallo del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya sobre el muro de seguridad, las 10 comunidades palestinas rodeadas por el muro no tienen acceso a los servicios de emergencia. Los autores del informe estiman que cuando se finalice la construcción del muro por la ruta planificada, unas 50.000 personas se encontraran en esta misma situación.
La investigación llevada a cabo en 57 comunidades palestinas también demuestra que el fallo del Tribunal Internacional de Justicia no ha cambiado la situación, de los 61 accesos que hay en el muro, sólo 26 están abiertos todo el año para que los campesinos palestinos los puedan utilizar, mientras que menos de la mitad de éstos pueden acceder regularmente y de forma directa a sus tierras; las puertas se abren solo un 64% del tiempo pactado; en el 72% de las comunidades ha habido quejas sobre la humillación rutinaria y el acoso verbal de los soldados; el 24% de las comunidades se quejan de la escasa producción debido al difícil acceso a las zonas agrícolas; y un 85% de las carreteras han sido destrozadas o cortadas por el muro.
Si el informe de las instituciones de la ONU pone en duda la justicia del muro hacia el pueblo palestino, el nuevo informe del Comité Brodet, el comité público israelí encargado de revisar el presupuesto de defensa, pone en duda que el muro sea beneficioso para la parte israelí. «El modo de construir el muro es otro ejemplo de conducta y pensamiento derrochadores. El comité no se ha convencido de que el proceso de construcción del muro sea implementado con la consideración necesaria y teniendo en cuenta todas las cuestiones económicas y de seguridad.»
Leyendo esta frase es altamente recomendable prestar atención al alboroto generado alrededor del recorte del presupuesto de defensa. «De acuerdo con la información que se ha transmitido al comité, el coste del muro es de unos 2.400 millones de euros. Este enorme gasto no se consideró un elemento importante para la seguridad ni tampoco se prestó la debida atención a su gran presupuesto. El ejército se ve a sí mismo como una subcontrata que cumple instrucciones para construir un muro, sin tener clara la importancia de este gasto ni el precio de su mantenimiento, que supondrá millones de euros al año».
El coronel de la reserva Shaul Arieli, que representa al Consejo por la Paz y la Seguridad en las solicitudes contra el trazado del muro, ha presentado en repetidas ocasiones al Tribunal Superior de Justicia rutas alternativas que ahorrarían a las arcas del estado millones de euros. Subraya que fue el Tribunal Superior de Justicia quien rechazó la opinión del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya alegando que su decisión se había basado en información errónea e incompleta. Según Arieli, el hecho de que el gobierno y el sistema de seguridad ignoren algunas sentencias del Tribunal Superior, constituye a los ojos del mundo entero un desprecio al Tribunal y al estado de derecho. Además, esta actitud está retrasando la conclusión del muro y ha tirado por la alcantarilla más de 170 millones de euros.
El jefe del equipo palestino de negociación, Saeb Erekat, tampoco ha olvidado el aniversario del fallo de La Haya. En una carta a la Secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice y a los otros miembros del Cuarteto de Oriente Medio, Erekat les pide que presionen a Israel para que detenga la construcción del muro y cumpla su compromiso, aceptado en la hoja de ruta, de no construir más en los asentamientos de Cisjordania. Si la Autoridad Palestina, al menos la que está en Ramala, es de nuevo un socio para los acuerdos, más vale que alguien se tome en serio estas demandas. O no.
Si no afectara a seres humanos, incluyendo a niños, el último informe publicado en los territorios ocupados durante el fin de semana por la OCHA, la Oficina de las Naciones Unidas para la coordinación de Asuntos Humanitarios, sobre la situación humanitaria en Gaza, seria uno de los documentos más divertidos que se han publicado jamás.
El informe, que se refiere al periodo entre el 28 de junio y el 5 de julio, revela que la situación es de todo menos favorable. Se estima que un 75% de los talleres de la Franja no están operativos o sólo producen el 20% de lo que deberían debido a la falta de materia prima. De todos modos, el informe señala que la situación no es tan terrible. «Las importaciones humanitarias a Gaza entre el 25 de junio y el 1 de julio a través de Kerem Shalom, Sufa y Karni han resuelto el 70% de las necesidades alimenticias mínimas de la población de la Franja».
Basándose en las cifras del programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP siglas en inglés), el coordinador apunta que hay «un aumento significativo sobre la semana anterior, cuando solo se satisfizo el 21% de las necesidades alimenticias». Los autores del informe no se limitan a las cifras generales sino que añaden una tabla que detalla el consumo diario local en la Franja de Gaza junto a los niveles de las importaciones y el abastecimiento local. No sólo en toneladas métricas; algunos se tomaron la molestia de calcular los porcentajes. También se contempla el total de ambos.
El informe implica que si no hay harina, déjales que coman el pienso de los animales. Si no hay arroz, que beban aceite. Si no hay hummus, que chupen azúcar. Lo más importante es que la cantidad total de alimentos imprescindibles alcance el 70%. Detrás de estas cifras escuetas se esconde una jugosa historia sobre las tensas relaciones entre las organizaciones de la ONU que operan en los territorios. Se sabe que en las oficinas de OCHA en Jerusalén están totalmente avergonzados por ese documento, que lleva el nombre de la organización. La orden para su publicación proviene de la oficina de Michael Williams, el enviado especial del secretario general de la ONU para los territorios.
En este departamento de las Naciones Unidas intentan buscar los favores de los israelíes y los egipcios quienes, como todos saben, no van a apartarse de su camino para facilitar que Hamás mantenga el orden en Gaza. La oficina del enviado mantiene una posición firme al lado de Israel, que insiste en encargarse del puesto de paso de Kerem Shalom en particular, a pesar de las fuertes objeciones por la parte palestina. La oficina también apoya las objeciones de Egipto para abrir el paso de Rafah si no hay inspectores europeos. A los miembros de la facción Meretz Knesset, que regresaron ayer de una visita a El Cairo, les dijeron en la capital egipcia que «es necesario prevenir una crisis humanitaria en Gaza» pero «que tampoco debería haber unas condiciones de vida demasiado buenas». El jefe de la facción, MK Zahava Gal-On, dijo que hasta donde sabe, el boicot económico no ha servido para fortalecer a los moderados.
La oficina de Kennedy ha contestado que el informe no es significativo para el cálculo del abastecimiento medio de distintos alimentos y por tanto no refleja la mejora ostensible de la situación de las personas. Se prometió que se fijaría y que no se repetiría en informes futuros.
La oficina del Fiscal del Estado tiene buenas noticias para los habitantes de los territorios. ¿Buenas? Excelentes. En un documento oficial firmado por el fiscal Orit Koren, director del departamento de peticiones de la Corte Suprema de Justicia, el estado de Israel anuncia que su presencia en Cisjordania, también conocida como «Judea y Samaria», es sólo temporal. Esto según aparece en un documento escrito enviado por la oficina del abogado de la acusación a la Corte Suprema de Justicia, a la luz de una petición lanzada por el fiscal Michael Sfard, que representa a los habitantes del pueblo de Bil’n y de Peace Now. La petición es sobre la construcción de un nuevo barrio en el asentamiento de Modi’in Illit, conocido como Matiyahu Este, sin contar con un plan maestro de aprobación.
Al principio la oficina del querellante argumentó que con respecto a un asentamiento pequeño las leyes jordanas permiten que las autoridades actuen con un plan maestro, pero ¿qué se debe hacer con el hecho de que Modi’in Illit es el asentamiento mas grande de los territorios? (tiene 40.000 habitantes, más que la población de Ramala). La respuesta: Inventar una excusa nueva. Ahora el estado demanda que, «Cuando es un asunto regional o de la emisión de un plan maestro que pueda determinar y perpetuar el desarrollo de una cierta área a largo plazo, es necesaria una precaución especial para crear un equilibrio entre el principio de temporalidad de la apropiación beligerante (definición usual de una ocupación) y la necesidad de actuar en los acuerdos de los planes que tienen en cuenta el futuro». «Teniendo esto en cuenta», explica Koren, «las autoridades regionales se han olvidado conscientemente de una planificación exhaustiva a largo plazo del territorio de la región en su totalidad».
No está claro el motivo por el que las autoridades regionales han discriminado a las hermanas pequeñas de Modi’in Illit, entre las que se encuentran Ma’aleh Adumim, Ariel y Betar Illit, requiriendo a éstas la presentación de un plan maestro. Tampoco está claro cómo encaja la excusa de «naturaleza temporal» de la ocupación con la posición del estado de peticiones con respecto al trayecto del muro incluido en el área del asentamiento de Tsofin, que reclama que los que lo planificaron tuvieron en cuenta el plan maestro que contempla la expansión del asentamiento.
http://www.haaretz.com/hasen/spages/880094.html
Akiva Eldar es el director de la sección política del diario israelí Haaretz, ex consejero de Isaac Rabin y coautor del libro Señores de la Tierra: Los Colonos y el Estado de Israel, 1967-2004 (en hebreo).
Meritxel Mir i Roca, Félix Nieto y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión y Cubadebate. Meritxel Roca y Caty R. también son miembros de Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, los traductores y la fuente.