Ayer, 13 de enero, la embajadora de Cuba en España, Isabel Allende, mantuvo en Madrid un encuentro con la prensa, en el cual realizó su valoración sobre la situación económica del país durante 2003. Para ello hizo referencia al informe presentado por los ministros de economía y de finanzas ante la Asamblea Nacional de Cuba […]
Para ello hizo referencia al informe presentado por los ministros de economía y de finanzas ante la Asamblea Nacional de Cuba el pasado 22 de diciembre.
Según el informe, la economía cubana aumentó el pasado año más de lo proyectado. Si bien las previsiones de crecimiento hacían referencia a un aumento del 1,5% del PIB, la realidad es que este incremento alcanzó el 2,6%, y hasta el 3,8% si se valoran las prestaciones sociales gratuitas existentes en la isla.
Dentro del capítulo de los ingresos, la partida más destacada fue la del turismo, que consiguió un aumento superior al 16% con respecto al año anterior. Durante 2003, el número de turistas que visitaron Cuba casi alcanzó la cifra de 2 millones y las oferta hotelera llegó a las 47 mil plazas.
Otro apartado que tuvo un importante crecimiento fue el de la biotecnología. Cuba llegó a patentar el pasado año más de 600 nuevas vacunas y tratamientos para diferentes enfermedades, entre ellas el cáncer.
Frutos de estas mejoras económicas han sido: el aumento de la disponibilidad de fármacos para la población, habiéndose alcanzado una cobertura del 67% para el cuadro básico de medicamentos de uso común; y la rebaja de la tasa de mortalidad infantil, lográndose un índice de 6,3 por cada mil nacidos. Esta cifra es la segunda más baja del continente americano, solo mejorada por Canadá (con 5 muertes por cada mil nacidos). Y conviene recordar que en 1960 la mortalidad infantil en Cuba estaba situada en 37,3 por mil.
Igualmente el informe pone de manifiesto que el aumento de la producción de crudo local ha permitido llegar a un 90% de autosuficiencia de energía eléctrica y las expectativas son de alcanzar, en el presenta año, que el total de la electricidad consumida proceda de fuentes de energía nacionales.
Isabel Allende también esbozó algunas de las previsiones económicas para 2004, entre las que se encontraban el crecimiento de la producción en la industria farmacéutica y conseguir superar la cifra dos millones de visitantes, dentro del campo del turismo.
En el capítulo de las inversiones, la embajadora cubana destacó el aumento del gasto social. Y la tendencia a seguir haciéndolo en años venideros. Allende señaló a ésta como la partida más importante dentro de los presupuestos del estado cubano. Con mucha diferencia sobre la siguiente, en Cuba se destina más del 60% al gasto social (salud, educación, cultura y asistencia a sectores desfavorecidos, discapacitados…). Y todo ello manteniendo un déficit público dentro de los límites tolerados por la Unión Europea (UE) para sus miembros.
Durante el pasado año también aumentó el número de jubilados, alcanzando al 10% del total de la población y creciendo, por tanto, el gasto público por el pago de un mayor número de pensiones. Una jubilación que, en Cuba, está estipulada en los 55 años para las mujeres y en los 60 para los hombres.
Allende también remarcó el compromiso solidario del gobierno cubano con los países del tercer mundo. En la actualidad más de 15 mil médicos cubanos se encuentran realizando trabajo asistencial en 64 países de cinco continentes. En África están presentes en 51 de los 54 estados.
No todo fueron datos positivos. Durante el encuentro se pusieron igualmente de manifiesto los problemas y las carencias que aún siguen estando presentes en la economía cubana: las deficiencias en el transporte público, motivado principalmente por la falta de combustible; la falta de cumplimiento de las expectativas de la industria azucarera, agravada esta circunstancia por la caída del precio del azúcar en el mercado mundial; y el descenso en la producción de níquel (del cual Cuba es el 4º productor mundial), que se vio mitigada en parte por el aumento de los precios en el mercado mundial.
Especialmente visible es la paralización de la actividad inmobiliaria. Ello ha sido debido, en gran medida, a la necesidad de reconstruir más de 95 mil viviendas que se vieron afectadas por el paso de diferentes huracanes. Esta circunstancia determinó que prácticamente se agotara el presupuesto que en un principio estaba destinado al programa de nuevas viviendas.
Preguntada por la prensa, Allende lamentó la práctica política de los EE.UU. hacia Cuba. Tras enumerar todas las medidas injustas y criminales adoptadas por la administración Bush contra el gobierno y el pueblo cubano, tuvo un emotivo recuerdo hacia los cinco patriotas cubanos que se encuentran prisioneros en las cárceles de EE.UU. y a los que no permiten recibir visitas de familiares al no concederles a estos los visados de entrada en el país.
También manifestó su deseo de una pronta normalización de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba. Y aclaró que esta normalización depende de la UE, puesto que hasta el momento aún se mantienen las sanciones contra su país y siguen condicionando la cooperación a cambios políticos y económicos.
Para Allende estas presiones y condicionamientos son una flagrante violación de la Convención de Viena que excluye expresamente la injerencia en los asuntos internos de un país en otro, en el ámbito de las relaciones diplomáticas entre estados.
Algunos países de la UE, han decidido dar reconocimiento y financiación a grupos disidentes, adversos y hostiles, al gobierno legítimo en Cuba. Y ello ha llevado al enfriamiento lógico de las relaciones entre la isla y estos países.
En el caso de España, Isabel Allende recordó que la inversión de este país sigue siendo la más importante en Cuba y que las relaciones económicas privadas siguen siendo satisfactorias para ambas partes. Esa buena relación no existe sin embargo a nivel de estados.
En el plano institucional, las únicas vías de cooperación entre España y Cuba son las que proceden de administraciones locales y autonómicas, que cuentan con legislación propia en materia de cooperación internacional, como es el caso de la Comunidad Autónoma de Aragón.