Hay que demostrarle al gobierno de los Estados Unidos que en este asunto no podrá cantar victoria
Cada cual puede imaginar el infierno a su manera. Y un infierno puede ser un país, un poblado, una ciudad, una calle, una casa, y la propia vida de una persona. Y no se trata de esgrimir una queja desconsolada frente a una experiencia que se pueda calificar de infernal. El hombre puede, si tiene madera de integridad y estoicismo, soportarlo todo y hasta burlarse del mismo destino que le colocó ante tanto sufrimiento. Y puede más, ya que es capaz de enfrentar el peor de los destinos, los que desatan las almas malévolas y vengativas cuando se les presentan la oportunidad de descargar su encono y su vesania.
Fue visionario y certero José Martí cuando en su obra El Presidio Político, como víctima de un sistema presidiario, expuso verdades que nunca dejarán de serlo. Y dijo que Dante no estuvo en presidio, pero que si hubiera pasado por la experiencia de haber sentido desplomarse sobre su cerebro las bóvedas oscuras de aquel tormento de la vida, hubiera desistido de pintar su Infierno. Porque todos las características del horror que describe, las hubiera copiado, y lo hubiera pintado mejor.
Y René, que ya cumplió su sentencia de quince años, todavía debe permanecer en libertad supervisada hasta que la misma jueza que le condenó, y la fiscalía que representa al gobierno de USA, se le antoje adelantar el plazo o decidirse a mantenerlo inalterable durante 3 años, para que pueda retornar a Cuba. Así que infierno en la cárcel por una sanción injusta e infierno en Miami en condiciones de aislamiento e inseguridad, ante las posibles acciones de las mafias.
¡Qué libertad más aprisionadora decretaron para René!
En esas condiciones celebró su cumpleaños el día 13 de agosto, con el aliciente de hacerlo con parte de sus familiares, aunque sin que le permitieran la compañía de su esposa. Veda permanente desde su prisión para que Olga le visite. ¡Vaya forma de practicar la infamia un gobierno que se pinta con tantos afeites de honorabilidad!
Y Fernando, el 18 de agosto, también tuvo su cumpleaños en el infierno de la prisión injusta, y aún le restan algunos en igual condición.
Tanto en los casos de René y Fernando, como en los de Antonio, Ramón y Gerardo, van a cumplirse 14 años de prisión, como parte de la condena dictada contra ellos, en el mes de septiembre. Y parafraseando a Martí, estos años han pasado y sucesos miles han llenado su imaginación en las cárceles de alta seguridad, recuerdos tal vez matizados de más pesadillas que ensueños placenteros, hambre de libertad y hambre de familia y de pueblo abierto y amigable, sed de verdadera vida, ansia de Patria. Todo eso debe bullir en la memoria. Y el dolor propio se agiganta con el dolor de los cinco que compartieron igual misión antiterrorista, parecidas condenas injustas, iguales tratamientos arbitrarios.
En esas cárceles de los Estados Unidos, al mantener a los cinco bajo una condena criminalmente injusta, se funden el odio y la venganza que despedazan el honor y la dignidad de la nación que pone en práctica tal acto vil.
Espanta, en especial, saber que aún en el caso de Gerardo Hernández se ha mantenido la condena de dos cadenas perpetuas más 15 años, y que el último recurso que próximamente se presentará ante la misma jueza del caso, seguramente demorará, para comprobar su desenlace, un largo plazo indefinido.
En todos los casos la espera impaciente aún se mantiene. Y cada esfuerzo que se haga, aquí, allá o acullá, debe ser un empujón para abrir la ancha puerta de la injusticia y acelerar la libertad.
Los carceleros y sus cancerberos deben sentir el sitio infranqueable de las almas buenas y dignas que acompañan a estos presos excepcionales. Heroica resistencia en defensa de cinco héroes debe ser la convicción más firme. Que tengan que cansarse de escuchar las denuncias que les desnude de disfraces y máscaras, y ante tanto desprestigio, se les caiga las ínfulas de carceleros de hombres, de pueblos y de parte del mundo. Hay que demostrarle al gobierno de los Estados Unidos que en este asunto no podrá cantar victoria. Y que lo único honorable y conveniente a sus intereses auténticos, sería la liberación de los 5 lo antes posible.
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