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De buena fuente

Fuentes: Berria

Traducido para Rebelión por Daniel Escribano

Múltiples informaciones basadas en fuentes policiales de la lucha contra ETA han pretendido desacreditar la decisión del cese de la actividad armada, tanto antes como después de la difusión del comunicado. El mismo 20 de octubre, horas antes de que ETA comunicara el cese de la actividad armada, El Confidencial Digital difundió esta noticia: «No hay ningún indicio de que ETA vaya a dejar las armas«. Ni uno. El subtítulo aclaraba cuál era la fuente de la información: «Un informe de la Guardia Civil enviado hace diez días descarta un cambio en la banda terrorista». Según la noticia, la Guardia Civil entregó el informe a la Fiscalía de la Audiencia Nacional española. Según el informe, los militantes de ETA seguían «moviéndose» a ambos lados de los Pirineos: por ejemplo, seguían entrenándose en los bosques de las Landas, «para perfeccionar sus técnicas de tiro». Encima, en el País Vasco Sur tenían «dos comandos de información activos» para » preparar la vuelta a la lucha armada analizando los posibles objetivos sobre los que poder volver a actuar». Desde que el pasado 10 de enero, ETA declarara el alto fuego, han sido múltiples las informaciones basadas en informes de la Guardia Civil y las policías española o francesa, muchas en la misma dirección: ETA se está preparando para volver. Seis días después de que ETA anunciara el alto el fuego, el diario El País publicaba este titular en portada: «La estrategia militar es incuestionable« . Eran palabras de ETA, según El País. El subtítulo: «ETA aprobó en noviembre una resolución en la que reivindica el uso de la violencia». Según esa noticia firmada por el periodista José Luis Barbería, en un debate interno entre dirigentes de ETA, aprobaron varias resoluciones, entre las cuales estaba la decisión de seguir con «la estrategia político militar». ¿La fuente? «Fuentes conocedoras de los documentos.» El agente de la Policía española número 19.242 no debía de andar muy lejos de las fuentes que conocen esos documentos. Ese policía fue el perito principal en la vista oral del caso Bateragune, ya que le llamaron a la sala como autor del informe sobre los documentos incautados a ETA últimamente. En la sesión del 4 de julio, el experto en la lucha contra ETA explicó al tribunal que la organización armada tenía intención de realizar «interrupciones silenciosas» temporalmente para facilitar la colaboración entre los abertzale, pero con la voluntad de mantener la lucha armada. Todo ello con el acuerdo de los procesados en el caso Bateragune, pero sin dejar de ser la vanguardia armada. 

Tras el comunicado

El último comunicado de ETA ha refutado completamente las noticias publicadas hasta ahora basadas en esas fuentes policiales. Pero también tras éste muchas informaciones sobre la veracidad de la decisión de ETA tienen como base fuentes policiales. El mismo 20 de octubre, después de que ETA comunicara que deja la lucha armada, elpais.com publicó la noticia del «recelo y desconfianza» de fuentes judiciales y policiales francesas. El fundamento de ese recelo: que ETA no ha escrito en ninguna parte que tenga intención de disolverse y, además, que está reorganizando «desde cero» un nuevo «núcleo operativo».

También los media de Vocento han mostrado desconfianza respecto de la solidez de la decisión de ETA basándose en fuentes francesas. El principal riesgo, según la información publicada el pasado sábado, sería la división interna de ETA: el peligro desaparecerá cuando entreguen las armas y sus militantes se entreguen; mientras tanto, permanecerá. Basándose en las mismas fuentes, El Mundo ha publicado que son pocos y están «rodeados«: tienen controlados a muchos miembros de ETA, «entre ellos algunos de los más representativos». Con todo, las fuentes de El Mundo dicen que, más que preparar acciones, sólo intentan «sobrevivir». Si no los detienen, dicen que puede ser por la nueva situación: «se los controla pero no se los detiene». Sin embargo, según «fuentes antiterroristas» de Abc, se mantienen todas las operaciones contra ETA: «No se quitará ni un solo agente destinado a la lucha contra ETA, ni en España ni en Francia«.

Las asociaciones de guardias civiles y policías también han mostrado desconfianza tras la decisión de ETA. Según éstas, la Asociación Unificada de la Guardia Civil y el Sindicato Unificado de Policía representan a 64.000 agentes: «ETA ha anunciado que ya no matará, pero no ha dicho que se vaya a disolver y, por tanto, seguirá siendo una organización clandestina».

El mismo medio de comunicación que el mismo día en que trascendió el comunicado aseguraba que ETA mantendría la lucha armada, El Confidencial Digital, ayer puso fecha a la disolución de ETA, basándose en los «servicios de Información e Inteligencia«: un año. Con detalle y todo: realizarán un acto público, «similar al empleado por ETApm en los años 80: un acto público, sin capuchas«.

Fuente: Berria, 26 de octubre de 2011

http://paperekoa.berria.info/harian/2011-10-26/009/001/iturri_onetik.htm