Entrevistamos a Sahar Francis en Barcelona, donde se encontraba para participar en varios actos de una gira que la ha llevado también a Euskal Herria, como directora de una de las organizaciones palestinas más respetadas, Addameer, dedicada a la defensa de los derechos de las personas presas políticas palestinas.
Muy pocos días después de la entrevista, el 22 de octubre, se confirmaban los peores presagios de Francis, cuando el ministro de Defensa del Estado colonial de Israel, Benny Ganz, calificó a Addameer y a otras cinco organizaciones palestinas de “ terroristas”, lo que las sitúa fuera de ley y por tanto a merced de la represión israelí. Una campaña internacional lanzada desde Palestina ha contestado con mucha repercusión a la designación de Ganz bajo el lema #StandForTheSix.
C. Intifada: Según los datos que Addameer actualiza cada mes, ahora mismo hay 4.600 presos y presas palestinas en las cárceles israelíes. ¿Qué papel juega la represión en el engranaje de la ocupación colonial y en el delito de apartheid por el que está siendo investigado en el Tribunal Penal Internacional?
Sahar: En realidad el encarcelamiento es una de las herramientas más importantes de la ocupación israelí para mantener el control y la opresión de la sociedad. Actualmente hay 4600 presos, pero a lo largo de los años cientos de miles de palestinos han sido encarcelados, procesados y capturados. No encontrarás casa palestina que no tenga un miembro de la familia encarcelado. Por tanto todo el sistema de tribunales militares, encarcelamientos, procedimientos y órdenes militares está diseñado para mantener este régimen de opresión. Evidentemente el sistema legal es un buen ejemplo de las políticas de apartheid que se aplican en los territorios ocupados, porque estos tribunales militares sólo están destinados a los palestinos que viven en los territorios ocupados: si los colonos que viven ilegalmente en los territorios ocupados cometen algún delito serán procesados en Israel bajo la legislación penal para los civiles, no con la militar. Sólo quisiera subrayar que Israel todavía no está procesado por el TPI por crimen de apartheid, desgraciadamente todavía no hemos llegado a ese punto. La fiscalía del TPI ha declarado que investigará primero el delito de asentamiento porque transferir población es ilegal, y lo digo para destacar el hecho de que Israel ha transferido a todos estos 4600 presos a prisiones dentro de Israel y eso solo ya constituye también uno delito sobre el que el TPI tiene jurisdicción y que también debería investigar, no sólo los asentamientos.
C. Intifada: Una de las figuras legales que utiliza la represión israelí es la detención administrativa, una situación en la que actualmente se encuentran 500 presas palestinas, y que visto desde Europa sorprende especialmente. ¿Puedes hablarnos un poco?
Sahar: Sí, de hecho la detención administrativa es una herencia británica con la que vivimos. Israel, tras la guerra del 48 y de la creación del Estado, importó regulaciones de seguridad británicas que permiten a los gobernadores militares detener a cualquier persona sin cargo alguno, sin procesarla por nada, basándose en el hecho que puede causar cualquier amenaza a la seguridad según información secreta, y puede renovar el orden por tiempo indefinido, lo que significa cada 6 meses o cada 4 meses… o sea que puedes pasarte 2 o 3 años, sin que te procesen y sin saber cuándo te dejarán en libertad. Es una tortura psicológica y una experiencia muy difícil, no sólo para los presos, sino para toda la familia. Actualmente existen dos menores presos en detención administrativa y hay 6 detenidos administrativamente que están en huelga de hambre desde hace mucho tiempo. Uno de ellos, Kayed Fasfous lleva más de 85 días en huelga de hambre [106 actualmente] y el tribunal militar ha decidido congelar la orden de detención administrativa no para liberarlo, no cancela la detención administrativa, sino que ahora la familia puede visitarlo en el centro en el que está hospitalizado. Pueden liberarte a los seis meses, y soltarte dos o tres meses y volver a detenerte; o pueden encerrarte en detención administrativa durante un par de años continuados y después liberarte durante tres o cuatro meses y detenerte por 20 o 24 meses otra vez… es una experiencia muy difícil.
Intifada: Ahora hablábamos de Kayed Fasfous y en los últimos tiempos hemos visto repetidamente huelgas de hambre de presos palestinos que se encuentran en detención administrativa que han logrado doblegar a Israel, que se ha visto obligado a liberarlos cuando ya se estaban debatiendo entre la vida y la muerte. ¿Cómo valoras esta herramienta de lucha?
Sahar: Desgraciadamente los detenidos están muy solos, en el sentido de que no sienten un potente apoyo a su lucha contra la política de detención administrativa especialmente a escala internacional. Todos los informes de la ONU, por ejemplo los informes especiales del Grupo de la ONU contra las detenciones arbitrarias, e incluso la Unión Europea ha emitido declaraciones pidiendo a Israel que ponga fin a la detención administrativa o bien encausar o liberar a todos estos detenidos administrativamente, y no mantener encarcelada a gente sin ningún cargo ni juicio. Desgraciadamente todas estas declaraciones, informes y diplomacia no han supuesto ninguna diferencia sobre el terreno y todavía miles de personas cada año son detenidas y puestas en detención administrativa y eso es lo que empuja a los detenidos a usar su cuerpo como un acto de resistencia contra ésta política, aunque saben que es muy peligroso. También saben que no afecta a las detenciones administrativas globalmente, pero esperan que esto al final haga que los liberen y que se preste atención al caso de la detención administrativa. Porque ésta es la tortura psicológica: entras en prisión administrativa y nunca sabes cuándo saldrás. Y haciendo estas campañas es como te aseguras que tanto interna como internacionalmente la gente tome conciencia.
C. Intifada: Un capítulo muy destacado en los últimos meses ha sido la fuga de 6 prisioneros políticos palestinos de la prisión israelí de alta seguridad de Gilboa, ¿qué crees que ha significado para la lucha palestina?
Sahar: En realidad no es la primera vez; en toda la historia del movimiento de presos palestinos siempre ha habido la ambición de escapar y en algunos casos lo han logrado. Yo creo que la importancia de todo esto es que lo hayan conseguido después de tantos años de opresión y de todos los sistemas de seguridad y vigilancia que han desarrollado y de toda la tecnología que ha hecho que los israelíes pensaran que tienen las mejores empresas de seguridad del mundo, y especialmente en lo que se refiere a la cárcel de Gilboa, que se construyó en 2004 como una cárcel de alta seguridad para aquellos presos palestinos tan peligrosos detenidos durante la Segunda Intifada. Simbólicamente ha sido muy potente que a pesar de toda esta seguridad y con herramientas primitivas estuvieran excavando durante ocho meses sin que los descubrieran en una cárcel en la que hay cámaras por todas partes y que consiguieran salir. Nosotros esperábamos que tarde o temprano los volvieran a detener, con la esperanza de que los detuvieran y no les asesinaran, pero no esperábamos que realmente pudieran mantenerse en libertad durante mucho tiempo, salvo que consiguieran cruzar las fronteras, de lo contrario serían capturados. Quiero decir que para los palestinos fue una fuente de esperanza, de poder, que da un mensaje a la gente joven, que si tienes la voluntad puedes hacer todo. Incluso con muy pocos recursos, incluso cuando estás entre rejas, debes creer que puedes hacerlo. Y esto es muy importante para nuestra experiencia de resiliencia, porque si no nos iban a derrotar. Y ésta es la potencia del mensaje de estos seis presos y creo que ha inspirado a muchos activistas en todo el mundo: romper las cárceles es realmente posible
C. Intifada. Otra práctica muy común de Israel es la detención brutal de menores, a menudo intimidándolos con mucha violencia, por ejemplo, camino de la escuela o mientras están en la calle. ¿Cómo les afecta esto?
Sahar: De hecho ésta es su intención, afectar a toda una generación entera en Palestina. La política de detener a menores ha sido siempre una parte del sistema de opresión que usan contra la comunidad palestina. Porque saben lo aterradora que puede ser esta práctica para las y los menores y para sus familias; afecta a la madre, al padre, a los otros niños de la familia, sobre todo cuando los van a detener por la noche y aterrorizan a todo el barrio, a veces bajo tortura y malos tratos y acoso. Ésta es una experiencia que incluso si estás detenido durante dos o tres meses te afecta. Otra razón para que detengan a tantos menores es que es una muy buena fuente de información, es muy fácil aterrorizar a un niño, bajo tortura dirá todo lo que sepa y lo que sueñe y lo que haya oído en el barrio, todo… Un niño de 14 años a los que apalean en la calle, cuando esté dentro del jeep empezará inmediatamente a dar información a los soldados y a cualquiera que quiera escuchar. Addameer y Defence for Children International, una organización con la que trabajamos y que está especializada en los menores presos, tenemos decenas de casos cada año que documentan a menores acusados de ser colaboradores bajo interrogatorio o en dependencias de detención. Estos niños no son conscientes del peligro ni son conscientes de que están convirtiéndose en colaboradores. Cuando le preguntas a un niño quien de tu clase ha salido contigo a echar piedras y te da nombres no se da cuenta de que se está convirtiendo en un colaborador de la policía y que está descubriendo nombres de otros. Y al final les pueden decir: si no sigues trabajando con nosotros diremos a tus amigos que has dicho sus nombres mientras te estábamos interrogando. Creo que es por eso por lo que los israelíes han detenido a miles de menores palestinos, no es que estos niños hayan estado involucrados en grandes amenazas contra el Estado ni en la seguridad de la zona.
C. Intifada: En este contexto de represión brutal y de falta absoluta de respeto a los derechos humanos por parte de Israel, ¿cuál es el margen que tiene las organizaciones antirrepresivas como Addameer?
Sahar: Las organizaciones de derechos humanos, las organizaciones de ayuda humanitaria, muchas organizaciones de la sociedad civil debemos hacer frente a formas diferentes de represión como campañas de difamación que nosotros mismos somos grupos terroristas, asaltos a las organizaciones incautando material, detenciones de miembros del equipo, restricciones de movimientos a veces imponiendo detenciones domiciliarias o por ejemplo si eres de Jerusalén no soltándote a Cisjordania; y muchas deportaciones que en algunos casos suponen revocar la residencia a defensores de los derechos humanos de Jerusalén o activistas etc. Por su parte, a nivel internacional, el personal de algunas de las ONG palestinas involucradas con el equipo del Tribunal Penal Internacional ubicado en Holanda u otros países ha recibido amenazas, incluso de muerte
Intifada: Aunque la represión israelí de las organizaciones palestinas es constante y Addameer la ha sufrido entre ellas, parece que Israel la ha acentuado aún más en los últimos tiempos. Un ejemplo es la acción contra una organización tan importante para la vida de las palestinas como los Comités de Trabajo de Salud (HWC), con toda su dirección encarcelada y, entre ellas, su trabajadora Juani Rishmawi, de nacionalidad española y con muchos vínculos en Cataluña. ¿Nos puedes decir cuál es la situación de Juani y hasta qué punto la operación contra los HWC es un paso cualitativo?
Sahar: Juani ahora mismo está esperando juicio, estará detenida hasta el final del juicio, le han acusado de pertenecer a una organización ilegal porque han declarado los HWC organización ilegal. Ojalá sea liberada sin condiciones si existe la presión adecuada sobre el lado israelí, quiero decir, que por su ciudadanía sea liberada y no esté encarcelada hasta el final del juicio. Sus condiciones en prisión ahora son mucho mejores que las que sufrió durante los interrogatorios pero sin embargo las condiciones en prisión de Damon son muy duras. Durante los interrogatorios la asediaron y sufrió condiciones brutales, estuvo en confinamiento solitario durante muchos días y la interrogaban en árabe aunque ella no lo conoce correctamente y la forzaron a firmar declaraciones en una lengua que no sabe leer ni escribir.
Y el caso contra los HWC tse trata de otro de los casos en los que Israel está intentando criminalizar a las organizaciones de la sociedad civil, especialmente cuando estas organizaciones logran realmente exponer las violaciones y hablan claro y apoyan mucho a la comunidad en las Áreas C , en los campos de refugiados o en Gaza, donde los HWC también tienen una sección. Por tanto si consiguen ilegalizar a los HWC esto será utilizado contra todo el resto de organizaciones y por eso es muy importante la solidaridad internacional y el apoyo internacional y no dar por hechas las acusaciones israelíes y no aceptar toda la presión que Israel está intentando hacer sobre los donantes y la gente que les apoya para asustarles, diciéndoles que si apoyan a los HWC están apoyando al terrorismo.
C. Intifada: Algunos partidos palestinos están categorizados por el Estado español y la Unión Europea y por Estados Unidos como organizaciones terroristas, ¿qué opinión te merece esto?
Sahar: Evidentemente esto apareció después de los atentados del 11-S dentro del paradigma impulsado por Estados Unidos de la guerra contra el terrorismo. Porque es muy fácil para EEUU decir que están luchando contra el terrorismo y después declarar que cualquier pequeño grupo que se oponga a sus políticas o que apoye a otros conflictos o a otra gente oprimida que son radicales, que son terroristas. Esto no sólo se ha usado en el contexto palestino sino en el resto de contextos en todo el mundo, donde EEUU ha declarado a estos grupos como grupos terroristas. Israel ha salido, desgraciadamente, con toda esta atmósfera para convencer al mundo de que están luchando contra el terror. Porque desafortunadamente los estándares en la política internacional en cuanto a Palestina no son los mismos. No quieren reconocer nuestro derecho a la autodeterminación y tratarnos al igual que tratan a los israelíes cuando dicen que tienen derecho a un estado judío. ¿Y qué ocurre con el derecho de los palestinos? Es decir, esta hipocresía alienta a Israel a seguir usando argumentos como éste.
C. Intifada: El trabajo antirrepresivo de Addameer se dirige primeramente a la ocupación israelí, pero también a la represión que ejerce la Autoridad Palestina. La muerte del opositor Nizar Banat y la represión que siguió a las manifestaciones de rechazo a Ramala han puesto esa represión y la llamada coordinación de seguridad con Israel sobre la mesa de la lucha palestina. ¿Qué papel juega la AP en la represión?
Sahar: Tal y como has dicho la coordinación de seguridad entre la AP e Israel es muy clara y no creo que puedan esconderla. Cuando ataca nuestro local, nuestras oficinas están en el centro de la ciudad de Ramala, esta policía palestina o los servicios de seguridad no nos protegen, al contrario. Y después cuando Nizar Banat fue asesinado y nos manifestamos en contra y pidiendo una investigación objetiva del crimen nos atacaron en las calles, algunos manifestantes fueron detenidos, apaleados brutalmente, amenazados y asediados; acosaron sexualmente a mujeres… Desgraciadamente esto refleja un agujero muy grande entre la AP y la gente sobre el terreno y la confianza de la gente en la AP. Por tanto pienso que cuando en lugar de aprender la lección del ataque a la primera manifestación lo han repetido, creo que esto ha afectado a su reputación y su posición ante su propio pueblo. La mayor parte de la gente ha perdido totalmente la confianza de que esta AP se preocupe por el interés de la gente. Nosotros creemos que ahora es más y más claro por la gente que está más preocupada por su propio interés, por sus intereses económicos y por cómo sobrevivir y mantenerse en el poder, que por liderar el pueblo hacia su independencia.
Entrevista realizada en catalán por Col.lectiu Intifada