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Entrevista a Majed Dibsi, periodista palestino

«Debemos ver este territorio como un futuro estado panárabe»

Fuentes: Rebelión

Mientras Estados Unidos se prepara para vetar la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y frenar el posible reconocimiento de un Estado Palestino, el mapa sigue cambiando en Medio Oriente según los intereses de las potencias aliadas. La intervención en Libia, la aceleración de asentamientos ilegales judíos en territorios ocupados y la […]

Mientras Estados Unidos se prepara para vetar la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y frenar el posible reconocimiento de un Estado Palestino, el mapa sigue cambiando en Medio Oriente según los intereses de las potencias aliadas. La intervención en Libia, la aceleración de asentamientos ilegales judíos en territorios ocupados y la cada vez más anunciada guerra contra Irán forman parte de un futuro marcado por una carrera armamentista sin límites, donde los puntos de encuentro entre culturas parecen cada vez más lejanos. Majed Dibsi, palestino nacido en Jericó hace 58 años -Presidente de la Asociación Hispano Palestina de Madrid, corresponsal para el semanario palestino-libanés Al Hadaf y periodista en Radio Nacional de España – expone algunas reflexiones frente a los acontecimientos que actualmente erosionan la política internacional representada por la ONU.

¿ Es la hora del Estado Palestino? ¿Fue una buena decisión de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) presentar esta solicitud a las Naciones Unidas?

Pienso que la propuesta de solicitar un Estado Palestino independiente debió plantearse de distinta forma. Se le propone a las Naciones Unidas puesto que son la referencia legal donde en definitiva nace el conflicto palestino a partir de 1947 . La izquierda palestina ve desde el principio que es una táctica política, pero siente que se desmarca de ella y del conjunto de los palestinos que presionan por sus derechos fuera de lo que es la legalidad internacional, porque ésta no ha dado ningún resultado. Los esfuerzos que se hicieron desde 1990 y 1993 en los acuerdos de Oslo no han conducido absolutamente a nada sino todo lo contrario, han servido de pantalla para que Israel progrese en sus propósitos territoriales haciendo cada vez más inviable un Estado Palestino. Hamas, por otro lado, parte de una versión contradictoria en ese sentido, puesto que verbalmente está en contra de toda la legalidad internacional, pero ellos son mucho más pragmáticos de lo que se normalmente se imagina, y por lo tanto sí plantean y sí quieren la legalidad internacional, pero no a expensas de nuestros derechos inalienables. De tal forma que estas tres líneas que se plantean proponen ideas comunes y discordantes. En la izquierda, el frente popular reprocha a la Autoridad Nacional Palestina no haber ido a buscar una consulta previa entre todas las fuerzas palestinas y así llegar a un acuerdo común para tener un apoyo masivo con capacidad de presión y negociación mayor. Además, se perdió la oportunidad de que esta iniciativa sirviera como punto de reconciliación interna palestina. La ANP no puede ir a las Naciones Unidas como una evasión unilateral hacia delante. Hay un claro elemento diferenciador, puesto que hubiera significado tener la voluntad en conjunto de todos los palestinos, tanto los del interior como los del exterior (refugiados) porque tu vas a hablar en nombre del conjunto de los palestinos, no en nombre de la Autoridad Nacional Palestina. Incluso pienso en un referéndum porque se trata de un asunto mucho mayor que el reconocimiento de un Estado porque esto está ligado a otras cosas que forman parte de nuestros derechos. El derecho a retorno, el derecho de las soberanía de los recursos, el derecho de los presos, etc, El Estado Palestino debió haberse creado en 1999, en los acuerdos de Oslo y por eso se dividieron los territorios ocupados de 1967 en tres zonas A (18% de Cisjordania, bajo control de la ANP) ; B ( 23% Cisjordania, bajo control civil palestino y militar israelí) y C (60% de Cisjordania, bajo control de Israel ). Pero Israel vuelve a recuperar el 2002 las zonas B y C. y a los palestinos se les estrecha la zona A y además Israel comienza a construir el muro de separación de 720 km de longitud. Por lo tanto existe una discrepancia fundamental en cómo presionar el tema en las Naciones Unidas. Lo puedes enfocar como elemento táctico para conseguir ciertas demandas y al mismo tiempo vas a la par con otras formas de lucha. Abbas, en cambio, lo opta como única solución posible y descarta otras opciones que están legitimadas porque un pueblo bajo ocupación según el derecho internacional público y humanitario tiene derecho a la resistencia, incluida la lucha armada, la desobediencia civil, todas pueden ser necesarias para que alcances un objetivo. Israel pasó por un proceso similar, no olvidemos la historia. El Irgún, agrupación paramilitar desde donde se formó el Likud, el principal partido político de Israel, recurrió a la lucha armada. Vas a la ONU para ser reconocido como Estado y negociar de igual a igual con Israel, pero la verdad es que hablas de un Estado Ocupado y de un Estado ocupante.

Durante diez años la bandera de batalla de las potencias occidentales ha sido la lucha contra el terrorismo, como símbolo de la pérdida de prestigio moral y político. En la dinámica binominal de la guerra agresor-agredido con las desiguales capacidades de armamento ¿Se puede hablar de un «combate ético»?

Estados Unidos no es una fuente de derechos, la fuente tendría que ser las Naciones Unidas y éstas no pueden faltar a la verdad histórica y esa verdad es que Palestina fue agredida por la fuerzas coloniales y se ha creado el Estado de Israel a expensas de un pueblo desterrado y confinado en pequeños territorios. Ese es el origen, si queremos entrar en cualquier análisis. Primero, la ONU hasta la fecha de hoy, no ha escrito ningún solo párrafo para definir qué es el terrorismo, los que obstaculizan esta definición son los Estados Unidos e Israel que ejercen el terrorismo de Estado. El derecho a la resistencia no tiene absolutamente nada que ver con el terrorismo. La lucha armada no es el terrorismo. Lo triste sería que los palestinos admitan o asimilen este discurso que viene de occidente. Este es el resultado de una falta de claridad en la información. A los crímenes de guerra, genocidios se le llaman de distinta manera, intervención a favor de la paz, guerra por la democracia, protección de los civiles, etc. Pero, por ejemplo, Israel mediante acciones encubiertas – incluso con pasaportes falsos- asesina extraterritorialmente a dirigentes palestinos. Estas son ejecuciones directas y sin embargo nosotros tenemos que llevar la carga de lo que es terrorismo. Según su conveniencia estarás en la lista de las naciones terroristas o no. Si queremos hablar de derecho internacional tenemos que hablar de un derecho cabal, que recuerde no dos o tres definiciones diferentes según de donde estas procedan. En segundo lugar, no podemos ir suplicando un Estado como si fuera una limosna, a expensas de un derecho fundamental que es el derecho de retorno y reconocido por una serie de resoluciones, no sólo de la ONU sino de una serie de organismos regionales e internacionales.

Se habla de más de 4 millones de refugiados palestinos. Si pudieran volver a sus lugares de origen se encontrarían con un territorio totalmente modificado debido a la ocupación israelí. ¿Qué pasaría con el derecho a retorno si la geografía de la Palestina histórica ya no existe?

A título personal podría corregir la cifra que se maneja de refugiados. Palestina cuenta con 11 millones de habitantes, de ellos el 70 % son refugiados, hablamos entonces de 7 millones y medio de ciudadanos que tienen derecho a retornar con sus familias. Desde el punto de vista geográfico, es posible que ni siquiera tengan cabida en los 27 mil km cuadrados de la Palestina histórica. Ahora, las acciones políticas y militares que Israel ejecuta no son legales, puesto que no respetan la resolución 181 de la partición de Palestina y además, el reconocimiento del Estado de Israel a pesar de haber pasado 63 años, no tiene fronteras definidas. El derecho natural que tienen los refugiados de volver a su tierra no caduca en el tiempo. El retorno es una cuestión de justicia. La idea de dos Estados no nació ayer, nace con la primera resolución de las Naciones Unidas sobre el tema palestino, durante la partición de Palestina en 1947. Imaginemos que mañana se aceptan los dos Estados y se cumple la resolución 194 que legaliza el derecho de retorno de los refugiados. Los palestinos tendrían el derecho a regresar a su tierra de origen. Esta tierra no desapareció, sí han desaparecido pueblos enteros y aldeas, más de 1530 han sido destruidas, pero otras siguen -como Jafa, Haifa, etc- que no han logrado ser borradas del mapa y quedan en su lugar asentamientos y colonias ilegales con otros nombres. Pero esto no cambia la geografía, sólo cambia nombres, todos los palestinos de origen saben que esta es su tierra y vendrán a ella. Si en el futuro se llegara a un efectivo acuerdo de retorno, esto tiene que estar acompañado por una serie de medidas para afianzar la reconciliación. Por lo tanto, esta idea choca frontalmente con la idea del Estado Judío, porque éste sería un Estado racista por definición. Ya que ningún Estado descansa en una idea mesiánica, ya sea musulmana, cristiana o judía, porque estaríamos hablando de un Estado de confesión, no de un Estado Laico, que no separa la religión, la fe y el credo del poder ejecutivo y eso es incompatible con la democracia de la que tanto gustan alardear.

Entonces si queremos ver el conflicto desde un punto de vista de futuro, en un mundo cada vez más globalizado y más aldea a la vez, podemos ver este territorio como un futuro Estado panárabe o pan Sirio, en donde tendría que haber cabida para todos. No sólo para los 11 millones de palestinos, sino para los judíos que se quieran quedar. Recordemos que los palestinos en un comienzo, antes de que fuera la repartición de 1947 plantearon el tema de un Estado Laico y democrático en toda Palestina. En lo personal pienso que esta idea hoy -con un sector sionista dentro de Israel que plantea el Estado binacional entre los dos pueblos y en la misma tierra- va a quedar incluso corta. La única solución viable a mediano plazo va a ser un Estado que forme parte de una realidad transformadora en donde desaparece la función de Israel como Estado gendarme y por lo tanto, desaparece su agresividad, y desaparecen las fronteras creadas por él. Esto requiere un cambio de correlación de fuerzas a nivel internacional y hoy estamos asistiendo a un mundo cambiante a pasos agigantados. la llamada primavera árabe, las revoluciones, contrarrevoluciones, el ataque en Libia y cómo se ha producido un proceso de neocolonialismo con fachadas humanistas, demuestran que si antes intervinieron en nombre de la independencia de los países árabes del yugo turco, ahora lo harán en nombre de la humanidad, de la democracia o por la protección de los civiles. Para mí, va a haber un solo Estado el día de mañana, que no sólo abarque Palestina, sino los alrededores, Líbano, Siria, Jordania , pues reúne todas las condiciones y los recursos para que sea un Estado prospero que en el futuro se asocie al entorno, llámese Irak o Egipto, para crear una región próspera, progresista, liberal, democrática y participativa. Eso es lo deseamos los que luchamos y soñamos con una Palestina recuperada.

Mucha gente se pregunta de dónde proviene el apoyo incondicional de Estados unidos a Israel, ¿Cuándo nace esta alianza?

Desde un punto de vista histórico Israel fue un proyecto colonial inglés. Inglaterra cuando resurge a raíz de la revolución industrial, deja oriente por dos motivos, la ruta hacia el sudeste asiático con intereses comerciales y para luchar por los territorios del imperio Otomano en decadencia. Los británicos ven un despertar otomanista en la zona árabe que representa una amenaza a los intereses hegemónicos del imperio británico. Desde ahí nace la idea de crear un Estado en la región – estratégicamente cerca del canal de Suez-. En la segunda guerra mundial se crea la Sociedad de las Naciones que legitima y regula los acuerdos escritos sobre el mandato sobre Palestina. Por lo tanto Israel forma parte de un diseño orgánico de los intereses geopolíticos del colonialismo.

La Segunda Guerra Mundial supuso el traslado del poder de la metrópolis de la Europa vieja a Estados Unidos, es el momento en que EEUU hereda la base que sustenta a Israel. El sionismo internacional es una red de intereses que controla todas las fuentes de la financiación política, por eso Israel está por encima del bien y del mal y determina las políticas de los presidentes americanos en la región. Porque en términos de inversión cualquier candidato que quiera llegar a ser Presidente tiene que contar con el capital y la influencia de este grupo. Obama ya canceló todas las promesas al mundo árabe que hizo en su primera campaña ¿por qué? porque hay que contentar a Israel. Europa tampoco ahora disimula su alineación con Israel, en algunos momentos se mantuvo neutral, pero ya no. La intervención en Afganistán, la intervención en Libia forman parte de la misma política donde Israel es la punta de lanza y esta parece ser la última ofensiva. Pero date cuenta que para solucionar la crisis económica del euro están recurriendo a los capitales privados de Catar y a las reservas árabes en los bancos occidentales, sin embargo nos dicen que Israel es la potencia regional. ¿Por qué? porque el régimen oficial árabe, el Estado nación árabe, hoy esta muerto y no quieren que vuelva a nacer. Pero ya estamos empezando a ver el fraccionamiento de esta capacidad aún cuando están debatiendo qué papel jugar frente a Siria y comienzan a generar choques contra Irán. Y ¿cuándo va a cambiar esto? cuando cambie la naturaleza del sistema. Un sistema que está en crisis no admite una solución que no sea el apoyo a Israel porque forma parte orgánica de todo el mosaico capitalista occidental. Desde el punto de vista político, cultural, geoestratégico, incluso demográfico étnico, porque los que mandan son los blancos occidentales.

La cuestión judía es intrínsicamente europea, no nace en oriente, su persecución siempre fue en Europa nunca fue en oriente. Por lo tanto la exportación del drama judío y del Estado judío es muy anterior a la Segunda Guerra Mundial y viene de la mano de los ingleses y así se nos mantiene hipotecada la conciencia y un complejo de culpabilidad.

Durante estas semanas ha resurgido el debate sobre los presos palestinos debido al acuerdo alcanzado por Israel y Hamás , que permite la liberación de 1.027 a cambio del soldado Gilad Shalit,   pero aún más de 5.000 reclusos siguen en prisión, ¿Cómo es la situación de los detenidos?

Desde 1967, de acuerdo con los datos que maneja Amnistía Internacional y otras organizaciones, han pasado por las cárceles israelíes aproximadamente 800 mil palestinos. Es decir uno de cada tres palestinos ha pasado por las cárceles. Se calcula que los palestinos que han perdido la vida desde 1967 a la fecha sobrepasa los 80 mil y los muertos en las cárceles sobrepasan los 200. Israel es el único Estado que legitima la tortura, existe una aplicación de las leyes de la época colonial inglesa, aislamientos en celdas, restricción de visitas, privación del derecho a la educación, a la cultura, la salud, etc. Esto es una realidad, no es propaganda, lo publica Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el Consejo de las Naciones Unidas de los Derechos Humanos. Israel tiene actualmente en sus cárceles a 11 mil presos palestinos y hay 4500 que son detenidos administrativos -500 son menores de edad-, es decir que no tiene delitos y han sido detenidos en manifestaciones. Los presos palestinos han tenido que recurrir a la huelga de hambre y a partir de la detención del soldado Shalit en un enfrentamiento, Israel endureció las medidas y curiosamente las aplicó con mayor rigor a los presos de izquierda. Un ejemplo claro de estas políticas es la detención ilegal, tras diez horas de asalto israelí a la cárcel palestina de Jericó -bajo custodia de agentes de seguridad norteamericanos y británicos- del diputado y líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Ahmad Saadat y de Hamdi Quran, Basel Al-Asmar, Majdi Rimawi y Ahed Gholmi. Hasta hoy, ellos siguen detenidos en Israel y han sido juzgados por tribunales militares que no se ajustan a los estándares de los procesos internacionales. Además, la cuarta Convención de Ginebra dice claramente que los detenidos tampoco pueden ser excarcelados con la condición de exiliarse en otro país como ha sucedido. Sin embargo, nada de esto se cumple, son sólo declaraciones políticamente correctas.

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