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Entrevista a Fabio Marcelli, miembro de la Asociación Europea de Juristas para la Democracia y los Derechos Humanos

«Deben saberse las implicaciones internacionales del caso de Los Cinco y cómo EEUU subordina la justicia y el derecho al interés por mantener su hegemonía»

Fuentes: Rebelión

La trayectoria profesional de este abogado lo sitúa, siempre desde la denuncia, en el ojo del huracán de las violaciones de derechos contra personas y pueblos en el mundo (Israel, Estados Unidos, Turquía….). Repasándola uno puede extraer que, como respuesta, Fabio Marcelli (*), experto en derecho internacional, se ha empeñado en buscar los mecanismos para […]

La trayectoria profesional de este abogado lo sitúa, siempre desde la denuncia, en el ojo del huracán de las violaciones de derechos contra personas y pueblos en el mundo (Israel, Estados Unidos, Turquía….). Repasándola uno puede extraer que, como respuesta, Fabio Marcelli (*), experto en derecho internacional, se ha empeñado en buscar los mecanismos para rebelarse ante la injusticia; no en cualquier parte donde esta lacra exista, sino allí donde los que la sufren están más a merced de los engranajes del poder y del despotismo de los Estados.

El caso de los Cinco es uno de esos empeños de Marcelli. Supo de él a través de un llamado hecho por la Asociación Internacional de Juristas demócratas; el resto de su acción, divulgativa y de combate, la hace «porque aprecio mucho a Cuba.

Desde el punto de vista del Derecho Internacional, ¿qué análisis puede hacerse de este proceso?

Sobre todo, en mi opinión, habría que resaltar que en este caso se da una violación flagrante, por parte de las autoridades estadounidenses, de la obligación que tienen los Gobiernos de cooperar contra el terrorismo. Pero es que, además, hubo y sigue habiendo varias violaciones de los derechos humanos de los Cinco y de sus familiares, tal como subrayó el Grupo de Trabajo sobre detenciones arbitrarias de Naciones Unidas.

La Fiscalía estadounidense no ha podido probar ninguno de los cargos por los que se dictaron gravísimas penas contra los Cinco.

Además de esto, una instancia de la ONU y un panel de tres jueces del Onceno Circuito de Atlanta declararon ilegales sus detenciones y nulos el juicio y las sentencias contra ellos, ¿qué consecuencias tiene, para la credibilidad de la justicia de EEUU, que estos hombres (a la vista de estos hechos) sigan en prisión y no hayan tenido un nuevo juicio, tal como indicaba la decisión del panel de tres jueces?

En este punto creo necesario señalar que, aunque no se dé una traslación inmediata de los hechos al terreno de lo real, las consecuencias de este caso, para la administración de justicia estadounidenses, son extremadamente negativas. A nadie, salvo que no conozca el caso, puede escapársele que el proceso seguido contra Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández y René González es un juicio político y que, a la vista del derecho y de la justicia, no constituye otra cosa que una farsa dantesca.

Existen precedentes en otros pronunciamientos de la justicia norteamericana (Sacco y Vanzetti, Ethel y Julios Rosenberg, Mumia Abu-Jamal), ¿qué analogías pueden extraerse de estos casos con el de Los Cinco y qué consecuencias podría traer ello de cara a la resolución final de esta causa?

En todos estos casos la justicia ha sido puesta al servicio de la política, se ha convertido en su instrumento y ello significa que la justicia, como tal, se ha negado a sí misma, a su espíritu y a los fines que debe cumplir. Y no se trata de eso; no vale pervertir la justicia, hay que defenderla, por encima de cualquier interés particular o político.

Ocurre que en el caso de los Cinco, las circunstancias que concurren son aún más graves, porque resulta evidente la instrumentalización política de este juicio en beneficio de la comunidad de exiliados cubanos de Miami, casualmente grandes electores de Bush.

Háblenos del caso concreto de Gerardo Hernández. Según el abogado Weinglass es el más fácil de resolver judicialmente, pero, pese a ello es sobre el que pesan mayores penas (dos cadenas perpetuas).

Este es el aspecto más político de todos. Los jueces y la Fiscalía de Estados Unidos han querido involucrar a Gerardo en el derribo (hecho por Cuba, en base a la violación continuada de su espacio aéreo y después de haber lanzado varias advertencias sobre ello) de los aviones de la organización «Hermanos al Rescate» cuando es evidente que la decisión fue tomada autónomamente por el gobierno cubano y que fue legitima según el derecho internacional. En junio los jueces de Atlanta se dividieron al respecto y la jueza kravitch emitió una opinión individual en la cual absuelve a Gerardo de cualquier acusación.

Otro aspecto escandaloso del caso de Gerardo es que tendrían que revisar la pena por espionaje que pesa sobre él y que, como en el caso de sus otros compañeros, también es excesiva. Lejos de esto, los jueces afirman textualmente que «…en definitiva ya tiene una cadena perpetua y que nunca podría pagar dos, así que, por lo tanto no vale pena gastar energías en revisarla».

La antítesis de lo que sucede con los Cinco es el trato dispensado al terrorista confeso, Luis Posada Carriles, por parte de la administración de justicia estadounidense. ¿Cómo se sostiene que un asesino confeso, con delitos de sangre a sus espaldas esté en libertad mientras personas como los Cinco o Mumia sigan en la cárcel?

Esta también es la demostración del carácter político de la justicia penal en Estados Unidos. Además el gobierno estadounidense rechazó el pedido de extradición presentado por Cuba y Venezuela, con lo que nuevamente están incumpliendo el deber que tienen de cooperar contra el terrorismo.

Tras el fallo de la Corte de Apelaciones de Atlanta, el siguiente paso es el recurso ante el Tribunal Supremo de EEUU, ¿qué resultado es el que cabe esperar de dicho Tribunal? ¿podría, en último término, elevarse el caso a los tribunales internacionales?

La corte suprema es la máxima jurisdicción estadounidense, pero no por eso cabe esperar algo distinto de ella. El juicio contra los Cinco no tiene nada que ver con lo legal, tiene que ver con la política y eso es lo que va a determinar la decisión.

En cuanto a los tribunales internacionales, no existen muchas posibilidades de que se acuda a ellos. La política de EEUU es extremadamente cauta con respecto someterse a la justicia internacional. No obstante, lo que sí pude hacer el Gobierno de Cuba es pedir una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia a través de la Asamblea General de Naciones Unidas, la cual, por cierto, se pronuncia cada año y cada vez en mayor número a favor del fin del bloqueo de los EEUU contra ese país, otra de las cuestiones por las que el Gobierno estadounidense debería responder ante el mundo.

¿Qué puede decirnos del papel de la solidaridad? Existen cerca de 300 asociaciones y comités por los Cinco en más de cien países del mundo, ¿qué podemos hacer desde esas plataformas para lograr la liberación de estos cinco hombres, injustamente presos en cárceles de máxima seguridad de los EEUU por defender a su país del terrorismo?

Lo principal, creo yo es que insistan en subrayar las implicaciones internacionales de este juicio, así como sus aspectos jurídicamente escandalosos. Todavía existe un enorme desconocimiento sobre este caso, sobre las claves y las circunstancias que lo rodean. El caso de Los Cinco debe ser conocido en toda su dimensión, de la misma forma en que debe saberse que la política de Estados Unidos es una política imperialista que subordina la justicia y el derecho al interés por mantener su posición de dominio mundial.

Haciendo una proyección de futuro, la misma sociedad civil estadounidense podría darse cuenta de esto y obrar para afirmar la justicia y el derecho.

(*) Fabio Marcelli (Roma,1956) es primer investigador en el Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales del Consejo Nacional de Investigaciones de Roma. Vicesecretario de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, miembro del Consejo de administración de la Asociación Europea de los Juristas para la Democracia y los Derechos Humanos en el Mundo y presidente del Centro de Investigación y Elaboración para la Democracia (CRED). Ha ejercido como observador internacional en importantes juicios en Turquía, Israel y Estados Unidos y en procesos electorales de Venezuela. Es autor de 5 libros y 75 artículos sobre temas de derechos internacional.

M.L. González es miembro de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, organización que aprovecha este texto para expresar, hoy, Día Mundial contra el bloqueo, su rechazo absoluto a esta medida de guerra ejercida por los EEUU contra Cuba desde hace casi 50 años, así como su apoyo al pueblo cubano y su Revolución.