Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández (Versión actualizada)
(Foto: Un palestino traslada a una niña herida al Hospital de Shifa en Ciudad Gaza tras los ataques israelíes contra la Franja de Gaza del pasado 30 de julio (Foto AFP)
Según informa Reuters, citando fuentes sanitarias palestinas, a primera hora de la mañana del miércoles 4 de agosto, al este de Khan Younis, en la ocupada Franja de Gaza, ataques israelíes acabaron con la vida de un activista palestino de la resistencia e hirieron a otro. Este último ataque se produce como continuación de los cinco días de ataques israelíes con misiles, disparos de cohetes palestinos y otras explosiones que han herido a docenas de personas y asesinado a un dirigente del ala armada de Hamas.
Decenas de palestinos resultaron heridos en una explosión masiva que se produjo el lunes 2 de agosto en el campo de refugiados de Deir al-Balah, al sur de la Franja de Gaza. The Electronic Intifada afirmó al principio, a partir de los informes de la agencia de noticias Ma’an en Cisjordania, basándose en fuentes médicas palestinas, que la explosión fue causada por los ataques con misiles de Israel. Sin embargo, recientes informes del Centro Palestino por los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés) indican que «hay razones para sospechar que la explosión se produjo dentro de una casa, sin que al parecer se conozca aún la causa de la misma… En el pasado se han producido explosiones parecidas dentro de las casas en zonas densamente pobladas debido a errores en la fabricación de algún aparato, mal almacenamiento de bombas u otras razones, que causaron víctimas entre civiles y destruyeron casas» («PCHR Calls for Investigations Into Injury of 58 Palestinians…»)
Al-Jazeera informó que los equipos médicos de rescate escarbaron entre los escombros para tratar de localizar a los civiles heridos («Gaza blast wounds Palestinians«, 2 agosto 2010). El edificio sacudido por las explosiones pertenece al alto oficial de Hamas Alaa Al-Danaf, quien no murió en la explosión. Fuentes de Hamas dijeron que la casa fue alcanzada por un misil israelí, pero el ejército israelí ha negado responsabilidades diciendo que en ese momento no se llevaba a cabo ninguna operación aérea. El PCHR declara que ha lanzado una investigación sobre el incidente y que publicará los resultados de sus hallazgos.
Sin embargo, a las explosiones masivas del lunes les siguieron tres días consecutivos de ataques aéreos del ejército israelí, mientras sus aviones de combate, fabricados en EEUU, alcanzaban múltiples zonas de la ocupada Franja de Gaza a lo largo del fin de semana, provocando el pánico y causando conmoción en una población que aún no ha podido recuperarse de los bombardeos e invasiones de diciembre 2008 y enero 2009. Durante aquellas tres semanas de ataques, que el gobierno israelí apodó «Operación Plomo Fundido», resultaron asesinados más de 1.400 palestinos y miles de hogares arrasados.
Según el diario israelí Haaretz del lunes, al menos se dispararon cinco cohetes hacia la ciudad portuaria israelí de Eilat, en el sur, donde no se informó de víctimas. Uno de los cohetes aterrizó en la ciudad jordana de Aqaba, donde un civil jordano murió y cuatro resultaron heridos. La agencia de noticias china Xinhua informó que aunque Israel culpaba al gobierno de Hamas por los ataques de cohetes, los servicios de seguridad jordanos afirmaron que los cohetes se habían disparado bien desde el Sinaí egipcio o desde el sur de Jordania, no desde Gaza. Hamas, que no tiene en su historial haber llevado a cabo operaciones desde fuera de Palestina, también niega contundentemente implicación alguna.
Tras las invasiones de Israel, el ala armada de Hamas ha mantenido una política unilateral renovada de alto el fuego desde el 19 de enero de 2009. Hamas respetó también un alto el fuego de seis meses auspiciado por El Cairo en junio de 2008, aunque Israel no cumplió con sus obligaciones de suavizar el atroz embargo impuesto contra Gaza tras la elección del gobierno de Hamas en 2006. El alto el fuego se rompió cuando Israel ejecutó extrajudicialmente a varios activistas de Hamas en noviembre de 2008, emprendiendo a continuación la Operación Plomo Fundido.
Pero las facciones de la resistencia dentro de la Franja de Gaza -que no están afiliadas a Hamas- reivindicaron su responsabilidad en el lanzamiento de cohetes que empezó el pasado viernes y que continuó durante el fin de semana mientras se incrementaban los ataques aéreos y terrestres israelíes.
El viernes por la tarde se disparó desde Gaza un cohete tipo Grad, impactando en una zona cerca de un edificio residencial en la cercana ciudad israelí de Ashkelon, situado justo al norte de los límites de Gaza. Horas más tarde, los cohetes aterrizaron en el desierto del Negev. El 1 de agosto Haaretz informó que no se habían producido heridos en ninguno de los ataques de cohetes.
En respuesta a los lanzamientos de cohetes, a las once y media de la noche del viernes 30 de julio, 19 palestinos resultaron heridos cuando los aviones de combate israelíes atacaron una zona cercana al recinto presidencia en Ciudad de Gaza, lanzando dos misiles sobre un área reservada para la policía civil y los vehículos de seguridad. Las explosiones nocturnas impactaron sobre el Colegio de la Policía Arafat e hirieron a 16 oficiales de policía, así como a dos mujeres y a un niño que paseaban cerca de la zona alcanzada, según informó la agencia palestina de noticias Ma’an. Se atendió a los heridos en el hospital Shifa de Ciudad de Gaza.
Recuerdo traumático
Según Adie Mormech, un voluntario británico que trabaja en Gaza con el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM, por sus siglas en inglés), los palestinos que viven cerca de la zona bombardeada se encontraban muy conmocionados.
«Para muchas personas de Gaza, el ataque del viernes por la noche fue un recuerdo traumático de la matanza perpetrada durante la Operación Plomo Fundido cuando se llevaron a cabo 300 bombardeos con F-16 durante los primeros dos minutos de la campaña», se afirmaba en un comunicado de prensa de ISM sobre los ataques («Israel bombs central Gaza City«, 31 julio 2010).
«La explosión hizo que se estremecieran edificios que estaban lejos del epicentro de la explosión y los cristales de las ventanas se hicieron añicos», informaba Mormech. «Cuando llegamos al hospital de Shifa, la situación era caótica.»
Según el PCHR, con sede en Gaza, durante los ataques aéreos contra Ciudad de Gaza, la fuerza aérea israelí atacó simultáneamente un área de túneles en la frontera entre Gaza y Egipto («A Series of Israeli Attacks Wound Many Civilians…», 1 agosto 2010).
Los túneles, que se han convertido en el hilo de salvación de millón y medio de palestinos de Gaza que siguen bajo un asedio de castigo colectivo, son con frecuencia el único medio por el que la gente puede recibir suministros básicos y fuel, así como ganado y otros productos de consumo.
Aproximadamente una hora después de los ataques contra el recinto presidencial y los túneles, justo pasada la medianoche del 31 de julio, los aviones de combate israelíes lanzaron misiles contra una zona abierta en el campo de refugiados de Nuseirat, situado al oeste de Ciudad de Gaza, matando extrajudicialmente a Issa Abdul Hadi al-Batran, miembro del ala de la resistencia armada del partido elegido, Hamas. Diez palestinos resultaron heridos en los ataques con misiles de primera hora de la mañana.
Al-Batran había sido objeto de varios intentos de asesinato por parte del ejército israelí, el más reciente se produjo durante los ataques israelíes de 1008-2009; el 16 de enero de 2009, la mujer y los cinco hijos de al-Batran murieron asesinados cuando las fuerzas israelíes bombardeaban su casa («22nd Day of Continous IOF Attacks on the Gaza Strip«, PCHR, 17 enero 2009).
Después del asesinato de al-Batran y de los ataques aéreos contra el recinto de la policía, el gobierno israelí publicó una declaración de la oficina del Primer Ministro Netanyahu que decía: «Israel takes the firing on Ashkelon very seriously» [Israel se toma muy en serio el ataque contra Ashkelon].
Esa misma mañana, pocas horas después, los francotiradores israelíes dispararon contra tres trabajadores industriales cerca del cruce de Erez en el norte, hiriendo a los obreros que buscaban material de entre los montones de escombros cercanos. El ejército israelí ha declarado una inmensa zona de terreno agrícola de 67 kilómetros cuadrados, cercana a la frontera, como «zona de exclusión», disparando regularmente contra los palestinos que intentan llegar a sus granjas o recoger materiales cerca de esas áreas.
Más tarde, ese mismo día 31 de julio, la fuerza aérea israelí reanudó los ataques con misiles sobre Ciudad de Gaza, dañando un centro comercial de seis plantas. Varias oficinas de diversas ONG y la sede de la Organización de la Conferencia Islámica en Gaza resultaron destruidas.
Los grupos de la resistencia armada palestina afiliados al movimiento salafista en Gaza lanzaron otro cohete hacia la zona occidental del Negev el sábado por la tarde, diciendo que era «en venganza por las continuas agresiones israelíes contra el pueblo palestino», según Ma’an News. El proyectil alcanzó un edificio público, dañando la segunda planta que se utilizaba como centro de día para personas con discapacidades.
El domingo 1 de agosto, aviones de combate israelíes lanzaron misiles contra zonas agrícolas abiertas al este de Khan Younis, bombardeando de nuevo los túneles de la frontera de Gaza con Egipto.
Las conversaciones directas con Israel: una «pérdida de tiempo»
Tras los ataques aéreos del fin de semana, el gobierno de Hamas anunció que responsabiliza a la Liga Árabe y a la Autoridad Palestina de Mahmoud Abbas en Cisjordania, de la escalada de ataques israelíes contra los palestinos de Gaza, informó Ma’an News. El portavoz de Hamas, Fawzi Barhoum, dijo el 1 de agosto que la decisión de la Liga Árabe de aprobar las conversaciones directas con la administración Netanyahu -mientras Israel sigue violando los derechos humanos- «pone en peligro los intereses y los inalienables derechos palestinos».
«Nuestro pueblo en Gaza está pagando un alto peaje por el inmenso error y pecado político cometido por el comité de seguimiento de la Iniciativa Árabe de Paz contra el pueblo palestino», afirmó Barhoum. «El comité le ha dado a la ocupación israelí el pretexto y la tapadera que necesitaban par atacar a nuestro pueblo y continuar con las actividades de los asentamientos y los desplazamientos» («Hamas: Gaza paying for Arab ‘political sin’«, 1 agosto 2010).
Las conversaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina en Cisjordania se cancelaron en diciembre de 2008 cuando Israel empezó a atacar la Franja de Gaza. Según, Al-Jazeera, la Liga Árabe buscó la pasada semana la ayuda de EEUU para presionar a Israel y que firmara garantías sin condiciones de que pararían los asentamientos en la ocupada Cisjordania, incluidos los de Jerusalén Este, antes de que se reanudaran las conversaciones directas. En agosto, la administración Obama en Washington anunció que «era el momento» de las conversaciones directas.
Barhoum añadió que esperar un apoyo importante del Presidente estadounidense Obama a los derechos palestinos sería una «pérdida de tiempo».
Mientras tanto, el 2 de agosto, el Centro por los Derechos Humanos Al Mezan en Gaza pidió a la comunidad internacional que «interviniera para asegurar la protección de los civiles y sus propiedades en los Territorios Palestinos Ocupados». Advirtiendo contra la escalada militar, Al Mezan añadió que el silencio de la comunidad internacional durante los cuatro últimos días de letales ataques israelíes contra Gaza sólo anima a Israel a «violar con impunidad el derecho internacional y los derechos humanos» («Series of IOF Aerial Attacks Hit Gaza…»).
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