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Denuncian en Cuba la decisión de Estados Unidos contra «Havana Club»

Fuentes: Prensa Latina

Medios de prensa denunciaron ayer en La Habana la decisión de la Corte Suprema estadounidense de cerrar las oportunidades jurídicas que permitían a la empresa Cubaexport defender la propiedad de la marca Havana Club en ese país. Un artículo publicado en el diario Granma expresa que la acción abre el camino para que se despoje […]

Medios de prensa denunciaron ayer en La Habana la decisión de la Corte Suprema estadounidense de cerrar las oportunidades jurídicas que permitían a la empresa Cubaexport defender la propiedad de la marca Havana Club en ese país.

Un artículo publicado en el diario Granma expresa que la acción abre el camino para que se despoje definitivamente a esa compañía cubana del derecho de mantener la titularidad de una marca registrada desde hace más de 30 años en Estados Unidos.

La complicidad del gobierno de Washington, refiere, llega al punto de poner en riesgo la protección de alrededor de seis mil marcas de empresas de esa nación registradas en Cuba, para satisfacer los intereses de un grupo minúsculo nucleado alrededor de la compañía Bacardí.

El Departamento de Estado instruyó a la Oficina para el Control de Activos Extranjeros que no emitiera la licencia a Cubaexport para renovar el registro de Havana Club, argumentando que no estaría en correspondencia con la política de su gobierno hacia Cuba.

Con esta decisión, afirma el texto, concluye una infamia que se venía gestando desde hace más de 20 años, pues desde la década del 90 sectores extremistas de Florida han maniobrado para obstaculizar y destruir las relaciones económicas y comerciales de Cuba.

El ejemplo más patente se concretó en 1998, con la Sección 211 de la Ley Ómnibus de Asignaciones para el año 1999, que constituyó el argumento legal en virtud del cual los órganos judiciales y administrativos estadounidenses niegan la renovación del registro de la marca Havana Club.

La empresa Bacardí, cuyos ejecutivos se han dedicado también a la contrarrevolución, comenzó a impedir que en caso de eliminarse el bloqueo contra Cuba, el ron se vendiese en el mercado norteamericano, a la par que hicieron todos los esfuerzos posibles para apropiarse de la titularidad de la marca.

Según el artículo, desde 1995 las empresas Cubaexport, Cuba Ron y la compañía francesa Pernod Ricard, distribuidora internacional del ron Havana Club, batallaron por mantener el registro ante la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos.

Asimismo, el Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló, en 2002, en contra de Estados Unidos y reclamó la eliminación de la ya citada Sección 211.

Sucesivas administraciones norteamericanas, critica el texto, han ignorado no solo el dictamen de la OMC, sino también la solicitud de asociaciones y gremios de la industria y el comercio, los cuales han abogado por la derogación de la Sección 211 y evitar así una potencial guerra de marcas.

De acuerdo con Granma, Bacardí no podría comercializar un ron con ese nombre cuando las mieles que usaría no serían de la isla ni los maestros roneros serían cubanos, además de que no existiría ninguna conexión geográfica con Cuba o La Habana.

Por ello, el bloqueo económico es el principio fundamental de la actuación estadounidense, no importa siquiera que esa estrategia choque con los intereses comerciales y económicos legítimos de compañías y empresarios norteamericanos.

Mientras se espera por un soplo de sensatez, concluye el artículo, los empresarios cubanos y franceses continúan cosechando éxitos en la comercialización del ron cubano en todo el mundo, el cual cada vez se vende más.