Traducido del inglés por Carlos Sanchis
Una preparación a largo plazo, una cuidadosa recopilación de información, discusiones secretas, farsa operativa y la desorientación del publicó, han estado detrás de la operación «Reparto Principal» del ejército israelí contra objetivos de Hamas en la Franja de Gaza, que comenzó el Sábado por la mañana.
El esfuerzo desinformativo, según funcionarios militares, tomó a Hamas por sorpresa y sirvió para aumentar significativamente el número de sus bajas en el ataque.
Fuentes de la clase dirigente militar le dijeron al ministro Ehud Barak que instruyera al ejército israelí para que preparara la operación hace más de seis meses, incluso cuando Israel estaba empezando a negociar un acuerdo de alto el fuego con Hamas. Según estas fuentes, Barak mantuvo que aunque la calma le permitiría a Hamas prepararse para un enfrentamiento con Israel, el ejército israelí necesitaba también tiempo para prepararlo.
Barak dio órdenes de llevar a cabo una urgente recopilación de la inteligencia buscando delinear las infraestructuras de seguridad de Hamas junto a las de otras organizaciones militantes que operan en la Franja de Gaza.
Este esfuerzo recopilativo de la inteligencia remitió información sobre las bases permanentes, silos de armas, campamentos de entrenamiento, domicilio de los principales funcionarios y las coordenadas de otras instalaciones.
El plan de acción que se llevaba a cabo en la operación Reparto Principal seguía siendo sólo una heliografía hasta hace un mes, cuando las tensiones estallaron después de que el ejército llevara a cabo una incursión en Gaza durante el alto el fuego con la intención de eliminar un túnel que el ejército de Israel dijo que estaba ideado para facilitar un ataque por parte de militantes palestinos a las tropas israelíes.
El 19 de noviembre, después de que docenas de cohetes de Qassam y rondas de fuego de mortero explotaran en suelo israelí, el plan fue llevado a la aprobación final de Barak. El pasado jueves, 18 de diciembre, el primer ministro, Ehud Olmert, y el ministro de defensa se reunieron en las oficinas principales del ejército israelí en el centro de Tel Aviv para aprobar la operación.
Sin embargo, decidieron poner en espera la misión para ver si Hamas cumpliría sus disparos después de la expiración del alto el fuego. Ellos, por consiguiente, lo aplazaron supeditando el plan a la aprobación del gabinete, pero informaron a la ministra de exteriores, Tzipi Livni, de los pormenores.
Esa noche, hablando a los medios de comunicación, fuentes de la oficina del primer ministro dijeron que «si los lanzamientos desde Gaza continuaban, el enfrentamiento con Hamas sería inevitable». Durante el fin de semana, varios ministros del gabinete protestaron airadamente contra Olmert y contra Barak por no vengarse de los lanzamientos de los Qassam de Hamas.
«Esta cháchara habría hecho Entebe o la Guerra de los Seis Días imposible,» dijo Barak respondiendo a las imputaciones. El gabinete fue convocado para el miércoles siguiente, pero la oficina del primer ministro informó mal a los medios de comunicación declarando que la discusión resolvería sobre la jihad global. Los ministros supieron sólo esa mañana que la discusión realmente se ajustaba a las operaciones en Gaza.
En su resumen de declaración para la discusión, la oficina del primer ministro consagró una línea a la situación en Gaza, comparada a una página entera relativa a la ilegalización de 35 organizaciones islámicas.
Lo que realmente siguió a la reunión ministerial fue una discusión de cinco horas de duración sobre la operación militar, en la que los ministros fueron informados sobre los diseños y planes de acción. «Fue una revisión muy detallada,» dijo un ministro.
Ese ministro agregó: «Todos entendimos perfectamente a qué clase de periodo nos estábamos dirigiendo y a qué clase de escenarios esto nos podría llevar. Nadie podría decir que no sabían lo que estaban votando». El ministro también dijo que la discusión demostró que las lecciones del Comité de Winograd sobre la actuación de quienes tomaron las decisiones durante la Segunda Guerra de Líbano en el 2006 estaban «totalmente asimiladas.»
Al final de la discusión, los ministros votaron unánimemente a favor del ataque, dejando para el primer ministro, el ministro de defensa y la ministra de exteriores el desarrollarlo en el momento preciso.
Mientras Barak estaba preparando los detalles finales con los oficiales responsables de la operación, Livni se fue a El Cairo a informar al presidente de Egipto, Hosni Mubarak de que Israel había decidido atacar a Hamas.
En paralelo, Israel continuó mandando desinformación anunciando que abriría los cruces de la Franja de Gaza y que Olmert decidiría si lanzar el ataque después de tres deliberaciones más el domingo; un día después la orden actual para las operaciones fue emitida.
«Hamas evacuó a todo su personal del cuartel general después de la reunión ministerial del miércoles,» dijo un funcionario del ejército, «pero la organización envió a su gente de regreso cuando oyeron que todo quedaba en espera hasta el domingo.»
La decisión final se tomó el viernes por la mañana, cuando Barak se reunió con el Jefe del Estado Mayor, el General Gabi Ashkenazi, el jefe del Servicio de Seguridad Shin Bet, Yuval Diskin y el jefe del oficina directora de la Inteligencia Militar, Amos Yadlin. Barak se sentaba después con Olmert y Livni varias horas para una reunión final en la que el trío dio sus órdenes a la fuerza aérea.
El viernes por la noche y el sábado por la mañana, los líderes de la oposición y las figuras políticas prominentes fueron informadas sobre el ataque inminente, incluyendo al presidente del Likud, Benjamín Netanyahu, a Avigdor Liebermen de Yisrael Beuiteinu, a Haim Oron de Meretz y al presidente Simón Peres, junto a la Portavoz de la Knesset, Dalia Itzik.
Fuente: http://www.haaretz.com/hasen/
Carlos Sanchis pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.