Joan Benach y Carles Muntaner (con Orielle Solar, Vilma Santna y Michael Quinlan y la Employment Conditions Network), Empleo, trabajo y desigualdades en salud: una visión global. Icaria, Barcelona, 2010. (Prólogo de John Berger, dibujos de Yves Berger, prólogo de Vandana Shiva)
«Para transformar la realidad, el primer paso suele ser aprender a verla con una mirada nueva (y ser capaces de mostrarla a los demás bajo esta luz)». La cita de Jorge Riechmann que acompaña el capítulo 3º de este inagotable ensayo arroja luz sobre su nudo básico: aprender a mirar con mirada nueva, mostrándola de esa misma manera, una realidad esencial en la vida de millones y millones de seres humanos.
Este libro, que se dirige tanto a especialistas (de salud pública, de desigualdades en salud y salud laboral) como a investigadores (de las ciencias sociales y políticas) y a activistas y miembros de sindicatos y de movimientos sociales y, más en general, a ciudadanos interesados sin un conocimiento previo especializado de los temas tratados, es el resultado del trabajo realizado durante más de cuatro años por la Red de Condiciones de Empleo (ENCOMET) como parte de la Comisión de la OMS sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS).
Empleo, trabajo y desigualdades en salud: una visión global [ETDS] ofrece una visión integral y detallada de cómo las condiciones de empleo (y desempleo) afectan a los desigualdades de salud en los trabajadores en todo el mundo. Un prefacio de John Berger (con dibujos, espléndidos, de Yves Berger), un prólogo de Vandana Shiva, una introducción, ocho densos y sustantivos capítulos, un epílogo, un capítulo de conclusiones, además de apéndices, referencias, índices, acrónimos y palabras claves, son las partes de este libro que, desde el momento el lector pone su atención sobre él, sabe, siente incluso, esté mucho o poco informado de los temas que en él se desarrollan, que está ante una investigación de altura, ante un trabajo que, sin atisbo para la duda, se va a convertir en un libro de referencia y, no sólo, como se apunto anteriormente, para especialistas en temas de desigualdades sociales y en ciencias sociales y políticas, sino para movimientos sociales, para sindicatos obreros, para la ciudadanía crítica, para multitud de colectivo que poco a poco van viendo la importancia de un tema que no ha sido siempre atendido con suficiente tacto y generosidad. Tan imprescindible como deslumbrante hasta el punto que es casi imposible trazar una aproximación que no sea injusta por pobre, unilateral y limitada.
Porque, además, este no es sólo un libro de ciencias sociales con neta mirada praxeológica (véanse por ejemplo, las recomendaciones del capítulo de conclusiones), no es sólo un ensayo que recogiendo lo mejor de la tradición joven marxiana desea comprender el mundo, este mundo grande y terrible en que se nos quiere condenar a vivir, intentando ayudar a transformarlo, sino que es, además, un sustantivo y argumentado ensayo de filosofía social, esencial no sólo por la indudable belleza de su misma composición sino por el esfuerzo, el cuidado, la elegancia, la verdad y la toma de posición implícitas en cada una de sus páginas, en cada una de sus inabarcables caras. John Berger lo señala así en su breve pero sustantivo texto: «Dado que el desarrollo social es dialéctico y que suele haber una contradicción entre las relaciones sociales existentes y el devenir posible, a veces uno percibe que la respuesta existente es inadecuada. Este libro nos insta a buscar otra respuesta a la pregunta: ¿cuál es el valor de la vida humana? Creo que ello sólo es posible imaginando y vindicando activamente un futuro muy diferente del que se está preparando». No creo que los autores y autoras disientan ni tan sólo una coma de este justo comentario del guionista de Jonás que cumplirá 25 años en el año 2000.
Algunas de las tesis defendidas en ETDS son tan centrales como las siguientes. Como apunta Vandana Shiva en su prólogo, contrariamente a la visión hoy aún dominante, los autores de Empleo, trabajo y desigualdades en salud: una visión global creen y argumentan que la génesis de las desigualdades en salud relacionadas con el empleo y el trabajo no es un proceso tecnocrático y mucho menos un proceso neutro y libre de juicios de valor. Para ellos, con trabajadas y fundamentadas razones, es una práctica profundamente influida por las ideologías políticas y la lucha de intereses entre propietarios de medios de producción y financiación, directivos de esos medios, gobiernos dóciles o insumisos y clases trabajadoras. Si la raíz de estos problemas son sociales, sus soluciones también deben serlo. Las soluciones, las aportaciones tecnológicas, sin dejar de ser importantes y necesarias, son sin embargo limitadas: es el nivel real de poder y el grado de participación que tienen los trabajadores y trabajadoras lo que constituye el nudo central que puede permitir no sólo un proceso de toma de decisiones que sea más igualitario, dentro y fuera de las empresas, sino que también sea un factor fundamental para proteger la salud de los trabajadores, especialmente, la de sus sectores más desfavorecidos, menos protegidos y con trabajos más duros y arriesgados. Con palabras de Shiva: «Necesitamos un mayor equilibrio de poder en las relaciones de empleo. Necesitamos un empleo que sea más justo y sostenible. Necesitamos relaciones de empleo justas en el seno de una democracia ecológica. Necesitamos reducir las brutales desigualdades de salud que existen hoy en día».
Algunos capítulos están centrados en cuestiones metodológicas. Fundamentalmente, el tercero y el cuarto. Un ejemplo de su interesante heterodoxia gnoseológica: la investigación sobre la salud laboral tiende fundamentalmente a centrarse en la influencia de las condiciones de empleo y trabajo en la salud; su estudio, en cambio, «va más allá y profundiza en las sorprendentemente poco estudiadas relaciones entre las condiciones de empleo y trabajo con las desigualdades en salud (DS)» (p. 24). Su análisis de las investigaciones actuales sobre este ámbito permite desvelar tres importantes limitaciones: 1. Son muy escasos los estudios que incluyen datos de los países pobres y de rentas medias. 2. Los estudios sobre la interacción entre las condiciones de empleo y trabajo y la salud no se centran en el impacto de la DS ni en sus causas subyacentes. 3. Pese a la importancia de examinar las mejores prácticas y ejemplos de políticas que se han mostrado efectivas a la hora de reducir las DS, el conocimiento en esta área sigue siendo muy limitado. ETDS intenta superar, y lo consigue netamente, estas tres limitaciones teóricas.
La finalidad praxeológica de ETDS queda muy reflejada en el apartado 11.2.: «Recomendaciones». Algunas de las más esenciales: la reducción de las desigualdades sociales en salud debería formar parte, en general, de las políticas sociales y económicas integradas locales y globales; el sector social debería asumir un papel importante en la consecución de la equidad en salud para los trabajadores y sus familias; las agencias reguladoras internacionales deberían instar a los gobiernos a priorizar el empleo estable a tiempo completo y la adopción de políticas de empleo justo; hay que promover políticas en favor del empleo estable a tiempo completo par reducir las DS asociadas al desempleo, al empleo precario y al trabajo informal,… No es posible seguir pero sí es necesario destacar la inconsistencia de muchas de sus razonables recomendaciones con un marco productivo, cultural y civilizatorio que tenga como finalidad básica la maximización del beneficio y la mercantilización desalmada de la fuerza del trabajo y de las sociedades humanas.
«Hay que tener los ojos muy abiertos para ver las cosas como son; aún más abiertos para verlas otras de lo que son; más abiertos todavía para verlas mejores de lo que son». Con esta hermosa cita machadiana abren los autores su libro. Sus ojos han estado abiertos, muy abiertos, para ver el mundo cómo es y, sobre todo, para vislumbrar el mundo que puede llegar a ser. La cita de Gramsci de las Notas sobre Maquiavelo que abre el prefacio alumbra como un foco este libro inagotable, esta admirable aventura del conocimiento humano, este Cosmos -la comparación no es un descuido- de las desigualdades en el empleo y el trabajo y en la salud: «El problema de qué es el ser humano siempre se plantea como el problema de la así llamada ‘naturaleza humana’ o ‘del ser humano en general’; se intenta crear una ciencia del ser humano -un filosofía- cuyo punto de partida se basa primariamente en una ‘idea unitaria’, en una abstracción elaborada para contener todo lo que es ‘humano’. Sin embargo, la ‘humanidad’, como realidad y como idea, ¿es un punto de partida o un punto de llegada?».
Probablemente sea un punto de llegada como lo es este admirable ensayo, fruto de muchos años de trabajo e investigación, que permite llegar, no para permanecer inmóviles sino para seguir avanzando ininterrumpidamente.
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