Traducido para Rebelión por J. M.
John Kerry se entrevista con Benjamin Netanyahu, tiene la oportunidad de ayudar a sentar las bases para un futuro justo. ( Matty Ster / Embajada de los EE.UU. de Tel Aviv )
En la página 220 de My Traitor’s Heart, del periodista sudafricano Rian Malan, hay un pasaje que John Kerry tiene que leer. En este pasaje Malan habla de «el mes del destino de Sudáfrica».
Es el 12 junio de 1986 y el presidente sudafricano P.W. Botha llama a la guerra. Malan lo describe como «moviendo su dedo autoritario», «hablando en afrikaans para afrikaners».
«Llega un momento» dice Botha en un comunicado emitido por la televisión nacional, «que una nación debe elegir entre la guerra y una paz ignominiosa, temible, y hemos llegado a ese punto».
Al describir lo que llevó a Botha a declarar esta guerra, Malan escribe: «Sus políticas habían sentado las bases de una rebelión negra, y sus despiadados intentos de sofocarla habían desencadenado una furiosa protesta en el mundo exterior. Había perdido la batalla por la opinión pública mundial, y estaba perdiendo la lucha para evitar sanciones. Incluso fue perdiendo su ala derecha.
«Los elementos díscolos de la derecha estaban formando grupos de vigilancia, exigiendo la ejecución in situ y arrojando a partidarios del Gobierno por las ventanas durante tormentosos mítines. La derecha blanca quería que su gobierno endureciera su puño de hierro y pusiera a los negros en su lugar de una vez por todas».
Si pudiéramos mirar en una bola de cristal y ver los cinco o siete años futuros, veríamos a un viejo Benjamin Netanyahu de primer ministro y tratando de aferrarse. En una comparecencia televisada advertiría a los palestinos de que tengan cuidado con el verdadero poder del Estado de Israel. Les advertía de que no se metan con el Estado judío, que no tienten a la suerte y que luchen contra los descendientes de los Macabeos y los zelotes de Masada.
¿No se dan cuenta?
Entonces habrá una mayoría palestina sólida entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. Un informe de la ONU de agosto de 2012 predice que para el año 2020 un número adicional de 500.000 personas vivirá en Gaza solo, con lo que la población de la Franja será de 2,1 millones de personas.
Si el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry tiene alguna intuición debería actuar ahora para evitar un desastre inminente. Sentaría las bases de una transición pacífica del poder del régimen sionista-judío exclusivo a un gobierno elegido democráticamente que representa a todas las personas que viven en Palestina/Israel.
Tendría que explicar al actual régimen de Israel que es el momento de liberar a todos los presos políticos, levantar el asedio a Gaza y lanzar un plan de elecciones libres y justas donde todos los palestinos y los israelíes votaran como iguales, una persona un voto. Kerry debería explicar que deben crearse distritos electorales, con lo cual los funcionarios electos serán responsables ante sus electores y toda la estructura política debe modificarse para adaptarse a la nueva realidad de un Estado binacional y democrático de Palestina / Israel.
Tal vez John Kerry no se da cuenta de que ya está en marcha una intifada mundial.
De que la campaña de boicot, desinversión y sanciones (BDS) contra Israel está creciendo en popularidad y sus éxitos son alentadores y refuerzan su apoyo, de que los grupos de estudiantes pro palestinos en los campus en los EE.UU. y en otros lugares están creciendo y se vuelven cada vez más audaces y más influyentes; de que las iglesias en los EE.UU. están organizando excursiones a la tierra santa, no con el objetivo de la peregrinación a los lugares sagrados, sino más bien para ayudar a la causa palestina, de que el debate sobre una única democracia ha pasado del «si» a «cómo» y «qué tan pronto».
Tal vez John Kerry no es consciente de que los jóvenes palestinos ya no están interesados en un estado pequeño en lo que solía ser la Ribera Occidental .
Negociaciones muertas
La resistencia popular en la Ribera Occidental y Gaza está creciendo en popularidad y exigiendo una Palestina libre, no sólo una Cisjordania libre. Los palestinos en Israel se identifican con la causa palestina más amplia, llevan banderas palestinas y ya no se refieren a sí mismos como «árabes israelíes», un término acuñado por Israel para despojarlos de su identidad.
Quizá Kerry no sabe que «Palestina ocupada» se refiere una vez más a la ocupación que comenzó en 1948 y que los palestinos exigen su derecho a vivir y trabajar, estudiar, viajar y regresar a todos los lugares de Palestina.
Alguien debería decirle a John Kerry que una Palestina libre, democrática, con igualdad de derechos no sólo liberará a los palestinos sino que también hará libres a los israelíes. Su primer ministro puede ser un palestino y sus hijos irán a la escuela con los niños palestinos y todo el mundo estará mejor.
Alguien debería sugerir a John Kerry que en vez de azuzar al caballo muerto de las negociaciones entre un Gobierno israelí intransigente, brutalmente racista y una extinta Autoridad Palestina, en realidad puede hacer algo bueno y lograr un cambio. Podemos evitar la incertidumbre, una potencial mayor violencia y sufrimiento.
El libro de Rian Malan termina antes de la caída del apartheid y la liberación de Nelson Mandela. Pero sabemos cómo terminó el apartheid en Sudáfrica. El 2 de febrero de 1990, FW De Klerk anunció la liberación incondicional de Nelson Mandela y el levantamiento de la proscripción del Congreso Nacional Africano, el Congreso Panafricanista y el Partido Comunista de Sudáfrica.
Ahora bien, si nos fijamos en nuestra bola de cristal, podemos ver a un cansado y más viejo Netanyahu, o tal vez a uno más joven y fresco, aunque no menos sionista, político israelí obligado a anunciar la liberación de los presos políticos palestinos y el levantamiento de la proscripción de los partidos políticos palestinos en la preparación para el establecimiento de un nuevo Estado democrático en Palestina.
Miko Peled es un escritor israelí y activista que vive en California. Es autor de The General’s Son: Journey of an Israeli in Palestine (El hijo del General: Viaje de un israelí en Palestina, N.del T).
rCR