Primera parte de la serie: Para lograr la gran bifurcación: Reconocer la deuda ecológica
Los conceptos de deuda climática y de deuda ecológica son fundamentales para lograr la bifurcación ecológica. La deuda ecológica, la que deben los Estados del Norte —en particular, los más ricos y las grandes empresas— a las poblaciones del Sur global, debe ser reconocida. Ese reconocimiento debe dar pie a la anulación de la deuda de los países del Sur global y a las reparaciones que deben desembolsar los Estados del Norte. Estos últimos deben gravar a sus ciudadanos y ciudadanas más ricos con fuertes impuestos y asumir la responsabilidad del cambio climático y las acciones necesarias y urgentes para limitar al máximo sus consecuencias y su empeoramiento. [1]