Recomiendo:
0

Informe BADIL

Día por los Derechos Humanos: Cumplir la ley incluye el Derecho al Retorno

Fuentes: Electronic Intifada

Traducido del inglés para Rebelión por Nadia Hasan y revisado por Carlos Sanchis

El derecho de los refugiados y personas desplazadas a volver a sus hogares, tierras y propiedades, es un derecho humano universal. Los Principios de Naciones Unidas, en el 2005, sobre la Restitución de Casas y Propiedades para los Refugiados y Personas Desplazadas, reafirman este derecho. La buena voluntad de los estados para promover y facilitar el retorno de los refugiados y personas desplazadas es un indicador clave de su respeto a las normas de derecho.
Cuando los refugiados palestinos y los desplazados internos hablan acerca de su derecho al retorno, no están pidiendo privilegios especiales. Las exigencias de los palestinos del derecho al retorno es una demanda por la igualdad de derechos y la aplicación de las normas de la ley. Incluso hoy, las leyes de ciudadanía y de propiedad israelí discriminan en favor de los judíos. Es más, no hay una ley en Israel que proteja constitucionalmente el derecho de igualdad de todos; el pequeño proyecto israelí de derechos de ley sobre Dignidad Humana y Libertad (1992) enfatiza el carácter de Israel como un estado Judío.
Al tiempo en que la comunidad internacional conmemora el 57° aniversario de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10 de diciembre) y los palestinos conmemoran la adopción de la Resolución 194 (11 de diciembre) que apela al retorno de los refugiados palestinos a sus hogares, el proceso político que busca una solución permanente al conflicto palestino-israelí está cada vez más gobernado por medidas unilaterales, las cuales están desprovistas de cualquier respeto por los derechos humanos.
Israel está imponiendo su propia solución a los palestinos mediante la construcción del Muro del Apartheid en Cisjordania, y la «desconexión» de la Franja de Gaza; medidas diseñadas para asegurar una mayoría demográfica judía y un control, también judío, sobre la tierra. Y, tal como observó en su último informe (agosto de 2005) el relatpr especial de la ONU, John Dugard, las recientes intervenciones [internacionales] sugeridas por el Cuarteto y la Hoja de Ruta… no han asegurado el cumplimiento de la ley o el respeto de los derechos humanos.
«Los derechos humanos son nuestro patrimonio común, señaló Louise Arbour, Alto Comisionado por los Derechos Humanos de la ONU, y su cumplimiento depende de todos y cada uno de los que estamos comprometidos en ello, individual y colectivamente, ahora y en el futuro.» En julio del 2005, cerca de 200 organizaciones civiles palestinas llamaron a una campaña masiva de boicot, desinversión y de sanciones contra Israel, hasta que éste cumpla con el derecho internacional, llamamiento que estuvo dirigido tanto a individuos como a organizaciones de todo el mundo, para que el respeto de los derechos humanos sea puesto en el centro del proceso que busca una solución al conflicto palestino-israelí.
Los refugiados palestinos y los desplazados internos no debieran ser privados de su derecho al retorno simplemente por su identidad étnica, nacional o religiosa. Así como tampoco se debería privar a los ciudadanos árabes de Israel de igualdad de derechos. Israel debe, además, comenzar a respetar el derecho de los palestinos en los Territorios Palestinos Ocupados, como un paso necesario para el final de cerca de 40 años de ocupación militar.
Experiencias a nivel mundial han mostrado que la legitimidad y la eficacia de los procesos políticos son fortalecidos, no debilitados, por la inclusión de estándares de derechos humanos. Ellos proveen una estructura común para regular las relaciones entre antagonistas, resolver futuros conflictos, rehabilitar victimas de violaciones pasadas, y asegurar que ningún individuo o partido pueda evadir la ley y actuar con impunidad. No tener en cuenta los derechos humanos o subordinar esos derechos a consideraciones políticas, puede sólo socavar la posibilidad de alcanzar una paz y seguridad duradera para todos.
A algunos analistas y políticos israelíes e internacionales les gusta calificar las demandas palestinas por el derecho al retorno como extremistas. Esta calificación es frecuentemente usada para poner finalizar la discusión en torno al derecho de los refugiados palestinos. Este derecho al retorno es extremo solamente si uno considera el respeto a los derechos humanos como extremismo. En este sentido, los refugiados palestinos no son más extremos que los refugiados de todo el mundo, los cuales solamente quieren volver a sus hogares.