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Diario de El Paso: Prueba el FBI las razones de Cuba

Fuentes: Cubadebate

En el Tribunal Federal de El Paso, un agente del FBI ofreció pruebas que confirman «Las Razones de Cuba». Detalló el financiamiento, desde los Estados Unidos, de la campaña de bombas contra Cuba organizada por Luis Posada Carriles y ejecutada por sus colaboradores en 1997. CONCLUYE TESTIMONIO DEL CONTADOR Antes de que testificara Omar Vega […]

En el Tribunal Federal de El Paso, un agente del FBI ofreció pruebas que confirman «Las Razones de Cuba». Detalló el financiamiento, desde los Estados Unidos, de la campaña de bombas contra Cuba organizada por Luis Posada Carriles y ejecutada por sus colaboradores en 1997. CONCLUYE TESTIMONIO DEL CONTADOR

Antes de que testificara Omar Vega del FBI, había que terminar primero con el testimonio de Oscar de Rojas, el contador de uno de los líderes de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

Oscar de Rojas declaró ayer que uno de los miembros de la junta ejecutiva de la FNCA, Arnaldo Monzón Plascencia, le dio ordenes de girar miles de dólares a Ramón Medina, el seudónimo preferido de Luis Posada Carriles en El Salvador y Guatemala.

Hoy le tocó el turno al abogado defensor, Arturo Hernández. Interrogó al contador con el propósito de impugnar su testimonio. Hernández solo pudo establecer que De Rojas no conoce a Posada Carriles y que nunca ha conversado con él. «Solo sé que envié esas transferencias electrónicas de dinero a Ramón Medina», enfatizó de Rojas.

Hernández desistió y no hizo más preguntas a de Rojas, y éste se retiró lentamente de la sala judicial, después de dejar establecido que la ruta del dinero que financió la campaña de bombas contra Cuba en 1997 pasó por el estado de Nueva Jersey a través de un alto funcionario de la Fundación Nacional Cubano Americana.

OMAR VEGA, AGENTE DEL FBI

Pero la ruta del dinero no terminó con De Rojas. El fiscal Jerome Teresinski citó al próximo testigo: Omar Vega, el agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) encargado del caso de Luis Posada Carriles.

Vega es un hombre de treinta y pico de años. De ascendencia cubana, nació en los Estados Unidos. Tiene un título universitario en ingeniería eléctrica, pero desde el año 2005 investiga el caso de Posada Carriles a nombre de la Oficina de Asuntos Contraterroristas del FBI.

Durante los últimos seis años, su tarea ha sido destapar los secretos de una sofisticada conspiración de violencia entre un grupo de exiliados cubanos y asalariados centroamericanos. Su investigación lo ha llevado de Nueva Jersey a Miami, y ha pasado por Guatemala, Cuba e Italia. No ha sido fácil.

No creo que hay alguien en los Estados Unidos conozca mejor el caso Posada que Omar Vega. Durante todo el proceso judicial en El Paso, Vega ha estado sentado detrás de los fiscales. Les explica, instruye y enseña los vericuetos del caso. Torea a los testigos del gobierno, coordinando los detalles de sus viajes a El Paso y su estancia en los hoteles, mientras ayuda a los fiscales a prepararlos para testificar. Al verlo intercambiar con los testigos es evidente que proyecta seguridad y confianza.

Por eso, ha podido entrevistar a diversos personajes involucrados en la campaña de bombas contra Cuba. Desde los autores materiales centroamericanos que cumplen largas sentencias en las cárceles cubanas hasta los exiliados cubanos que financiaron la operación terrorista. Habla español con un ligero acento y se esfuerza por pronunciar bien el castellano.

EL DINERO DE LAS BOMBAS SALIÓ DE NUEVA JERSEY

Hoy el fiscal Jerome Teresinski interrogó a Vega sobre los récords oficiales de la Western Union, en partircular las transferencias de dinero a Centro América de ciertos exiliados cubanos afincados en Nueva Jersey en 1997.

Antes de mostrarle al testigo un expediente de documentos de la Western Union, Teresinski se lo enseñó al abogado defensor -Arturo Hernández- y le entregó una copia. Sin mirar la copia, Hernández se apropió del original por un prolongado tiempo. Revisó cada uno de los documentos, e iba anotando sus comentarios en un papel amarillo.

La jueza, el jurado, los fiscales y la audiencia pacientemente esperábamos mientras Hernández revisaba el documento original que Teresinski quería enseñarle al testigo. Al fin, la Jueza Cardone dijo: «Mister Hernández, ¿ya terminó?» El abogado de Posada Carriles le respondió: «OH, Su Señoría, no sabía que ustedes estaban esperándome a mi».

Cuando al fin le pudo mostrar el expediente al agente del FBI, Teresinski le pidió que contara las veces que aparecen envíos a Ramón Medina -el seudónimo de Luis Posada Carriles. «Hay 21 pagos a Ramón Medina aquí», respondió Omar Vega.

Con paciencia, una por una, el agente del FBI detalló las transferencias electrónicas de dinero desde Nueva Jersey en 1997 a Ramón Medina en El Salvador. Algunas enviadas por el director de la junta ejecutiva de la Fundación Nacional Cubano Americana, Arnaldo Monzón. Otras por Pedro Pérez, Ángel Alfonso, Abel Hernández, José Gonzalo y Rubén Gonzalo. Algunos giros indicaban un monto de $2,000, y otros de $800. Todos fueron hechos justo en los días de la campaña de bombas, una de las cuales mató al joven turista italiano Fabio Di Celmo, el hijo de Ora y Giustino.

SE CONFUNDE ARTURO HERNÁNDEZ

Algunas de las transferencias de dinero ocurrieron entre abril y mayo de 1997. Al escuchar eso, el abogado de Posada Carriles se agitó muchísimo. «Su Señoría, yo protesto», dijo bastante alterado. «Las transferencias de dinero van más allá de los parámetros establecidos». La jueza no entendió la queja y Hernández elaboró rápidamente el argumento: «La primera bomba que explotó en Cuba en 1997 fue en julio y no en abril: en un club del Joutel Cojiba llamado H. Eso es lo que la evidencia ha establecido». Los fiscales se miraron entre sí y los periodistas que estaban en la corte también.

La Jueza Cardone no tardó en despejarle la confusión al abogado de Posada Carriles: «El testimonio del inspector cubano, Hernández Caballero, estableció que la primera explosión fue en el cabaret Aché del Hotel Cohíba el 12 de abril de 1997», dijo la jueza. El abogado defensor pidió disculpas por su confusión y la jueza anunció un receso para la hora de almuerzo.

POSADA NECESITA VACUNARSE CONTRA EL TÉTANOS

Antes de irnos, el abogado Felipe Millán le pidió a la jueza que terminara la sesión a las cuatro de la tarde, porque Posada Carriles necesitaba ir al médico para una inyección contra el tétanos. «Una barandilla oxidada que hay en mi oficina le cortó la mano», dijo Millán. ¿Qué le habrá hecho Posada Carriles a la barandilla para tal retribución?, pensé. «Bien, terminemos a las cuatro de la tarde», concedió la Jueza Cardone.

La hora de almuerzo se convirtió en dos y pico. No comenzamos otra vez hasta las 2:44, y así y todo terminamos a las 3:30. No en balde este caso es el de nunca acabar. Muchos días libres por diversas razones, más largos almuerzos combinados con tempranas retiradas para vacunas y otros remedios.

THE MAN FROM U.N.C.L.E.

Cuando al fin comenzamos nuevamente, Omar Vega describió los pagos que los colaboradores de Posada Carriles en Nueva Jersey le enviaron a José Álvarez en Guatemala. 

José Álvarez es un confabulado de Posada Carriles. Cubano de nacimiento, en 1997 Álvarez trabajaba en Guatemala para una empresa de Tampa llamada WRB que había sido contratada para instalar líneas eléctricas en la pequeña ciudad oriental de Chiquimulas.

 

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Posada Carriles le envió a José Álvarez un fax desde El Salvador en agosto de 1997, en el cual detalla algunas de las transferencias de dinero que le llegarían desde Nueva Jersey. Firmó el fax con el seudónimo Solo, inspirado por Napoleon Solo, un espía estadounidense de una serie televisiva de los años 60 llamada The Man from U.N.C.L.E.

El fax de «Solo» le explica a José Álvarez que recoja cuatro giros por un valor de $800 cada uno. Las transferencias fueron enviadas, dice el fax, por Pedro Pérez, Abel Hernández, José y Rubén Gonzalo

LOS GIROS MONETARIOS

«Agente Vega, quiero que usted vaya revisando cada uno de esos récords -uno por uno- y nos conteste estas preguntas», le dijo el fiscal Teresinski. «¿Quién envió el dinero? ¿Quién lo recibió? ¿Qué cantidad? ¿A qué país lo mandó y cuando?».El agente del FBI comenzó con el primero. «Lo mandó Pedro Pérez. Lo recibió José Álvarez. La cantidad era de $750. Fue enviado a Guatemala el 14 de enero de 1998», dijo el agente Vega.Detalló once giros de dinero. Todos a José Álvarez en Guatemala. La mayoría recibidos en agosto de 1997. Enviados por Pedro Pérez, Ángel Alfonso, Abel Hernández, Rubén Gonzalo, y José Gonzalo. 

DINERO DE NUEVA JERSEY PARA CHÁVEZ ABARCA EN EL SALVADOR

Teresinski entonces se concentró en cuatro giros de dinero que los conspiradores de Nueva Jersey le enviaron a Francisco Chávez Abarca en El Salvador en 1997. La voz mesurada del agente del FBI contó que Chávez Abarca recibió $3,675 de Arnaldo Monzón en Union City, Nueva Jersey, el 4 de julio de 1997.También recibió dinero desde Nueva Jersey en julio de 1997 de Ángel Alfonso, y en septiembre de 1997-una semana después del asesinato de Fabio Di Celmo en La Habana-recibió $800 de Pedro Pérez en Union City, explicó el agente Vega. 

POSADA CARRILES ES RAMÓN MEDINA

Teresinski entonces le mostró al agente Vega el formulario que Posada Carriles completó cuando solicitó hacerse ciudadano estadounidense. «¿Quién admitió ser Ramón Medina, de acuerdo con este formulario?», le preguntó el fiscal. «Mister Posada», dijo el agente del FBI. «También lo admitió ante la oficial Bolaños de Inmigración, y en otras ocasiones».En ese momento, los integrantes del jurado se animaron. Dos de las mujeres intercambiaron miradas, el hombre del arete que está pelado al rape sacó su lápiz y comenzó a anotar, y todos fijaron la vista en el formulario que aparecía en los monitores con la revelación comprometedora de Posada Carriles. 

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Ayer explicamos que Posada Carriles cuenta en su autobiografía cómo fue que se apropió del nombre y apellido Ramón Medina.

 

POSADA: «EL FBI NO ME MOLESTA»

En una entrevista que le concedió en 1998 a la periodista Ann Louisa Bardach del New York Times, Posada Carriles dijo «como usted puede ver, el FBI y la CIA no me molestan, y estoy neutro con ellos».Puede haber sido cierto en 1998, pero en el 2011 en El Paso es evidente que Omar Vega del FBI le ha contado al mundo ante un Tribunal Federal la responsabilidad que carga Posada Carriles por la campaña de bombas contra Cuba en 1997. Las Razones de Cuba han sido probadas por el FBI. Por eso, a través de su abogado, Posada Carriles se quejó tanto de que se siente traicionado por el gobierno que lo entrenó y amparó.Por cierto, la prueba de que el gobierno de EEUU entrenó y amparó al acusado en El Paso las ha aportado la propia fiscalía. En los documentos de la Corte, también aparecen los vínculos de Posada con dos instituciones militares estadounidenses: el Ejército y la CIA. El cierre de su vínculo con la Agencia Central de Inteligencia es todavía «información clasificada». 

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LA LÓGICA, LA EVIDENCIA Y LO ÉTICO

Si la Casa Blanca soltara las riendas al Departamento de Justicia, quizás entonces se pudiera llevar la investigación del FBI a sus lógicas consecuencias. La evidencia presentada hasta ahora en El Paso muestra que Posada Carriles es mucho más que un mentiroso. A lguien que organiza una campaña de bombas contra hoteles y restaurantes es un terrorista, y debiese ser juzgado como tal. Además, la evidencia presentada por la República Bolivariana de Venezuela al Departamento de Estado en Washington muestra que Posada Carriles es el autor intelectual del derribo de un avión de pasajeros el 6 de octubre de 1976, un acto que mató a 73 personas indefensas, incluyendo a una niñita de 9 años llamada Sabrina y casi todo el equipo juvenil cubano de esgrima. Posada debiese ser extraditado a Caracas para enfrentarse a los 73 cargos de homicidio que lo esperan allá. Juzgarlo solamente por mentiroso no satisface a los familiares de las víctimas. Procesar a Posada Carriles solo por mentiroso es seguir protegiéndolo, y no hacer justicia.

MÁS SESIONES A PUERTA CERRADA

Esta mañana continuaron los debates a puertas cerradas en El Paso. Por segundo día consecutivo, la Jueza Kathleen Cardone presidió una audiencia privada en la que no pudo participar ni el propio acusado, Luis Posada Carriles. La jueza también excluyó a los interpretes, secretarios, ayudantes, guardias, alguaciles, la prensa y a uno de los abogados defensores -Felipe Millán.Duró un poco menos de una hora y no sabemos los detalles de lo que se haya discutido o decidido. Sin embargo, como anticipamos antes de ayer, sabemos que tiene que ver con las exigencias de la defensa que el gobierno le entregue unos documentos clasificados. La fiscalía se ha rehusado a desclasificarlos por razones de Seguridad Nacional. 

PASADA NO QUIERE QUE ESCUCHEMOS A TONY ALVAREZ

Después de la sesión a puertas cerradas, el abogado defensor, Felipe Millán, argumentó emocionalmente que no se debería permitir el testimonio de Antonio Jorge («Tony») Álvarez en el caso contra Posada Carriles. «No hemos podido prepararnos adecuadamente para impugnar el testimonio de Álvarez», vociferó el abogado, «porque no hemos recibido toda la información que tiene el gobierno sobre el testigo».»El responsable de las bombas en Cuba es Tony Álvarez», exclamó casi gritando el abogado de Posada Carriles. Llevo la cuenta. Primero, Posada Carriles acusó al «Régimen de Castro» de haber puesto las bombas en La Habana, después al propio gobierno de los Estados Unidos, y ahora a Tony Álvarez -un empresario cubano que vive en Tampa. Sin embargo, solo Posada Carriles ha alardeado ante la prensa ser el autor intelectual de la campaña de bombas, y solamente él es homenajeado en Miami por todas las hazañas contra Cuba que en corte insiste no haber hecho. 

TERESINSKI: «¿QUIÉN TENÍA LOS EXPLOSIVOS EN LA MANO?

Teresinski respondió con vigor: «Este acusado», dijo el fiscal apuntando en la dirección de Posada Carriles, «ha alardeado sobre su papel en las bombas». Molesto con las invectivas del abogado defensor chicano, Teresinski exclamó: «Millán ha disparado muchas flechas contra los Estados Unidos. Sus argumentos no tienen respaldo alguno en las evidencias». Fijando su vista directamente a Posada Carriles que se mantenía impávido en su asiento, Teresinski continuó: «¿Quién tenía los explosivos en la mano y quién los trasladó? Ese hombre que está ahí. No existe ninguna evidencia de que Tony Álvarez haya tenido que ver con las bombas.»Millán se paró, se le acercó al podio y aún muy agitado le dijo a la Jueza Cardone: «Su Señoría, uno de los informes que hemos recibido del gobierno dice que Tony Álvarez posiblemente tuvo relaciones con la hija de una hermana de Fidel Castro», como si esa supuesta relación haya sido un vicio inmoral de gran envergadura.No sé si la jueza se preguntó «¿bueno y qué?», pero dictaminó que Tony Álvarez podrá testificar en El Paso. 

UN TESTIGO ESTRELLA EN EL FUTURO

Si lo que le dijo al FBI es cierto, Tony Álvarez será un muy testigo importante. Testificará que vio a Posada Carriles personalmente armar por lo menos una de las bombas que envió a La Habana en 1997, y también lo escuchó admitir que estuvo involucrado con ellas. Álvarez fue el que interceptó el fax comprometedor que corrobora las declaraciones del FBI sobre los miles de dólares de que los cubanos residentes en los Estados Unidos le enviaron a Posada Carriles en Centro América para la campaña de bombas contra Cuba. 

*José Pertierra es abogado y tiene su bufete en Washington. Representa a Venezuela en el caso de extradición de Luis Posada Carriles.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/03/04/diario-de-el-paso-prueba-el-fbi-las-razones-de-cuba/