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Acció Ciutadana contra la Impunitat del Franquisme organizó el 31 de enero un acto en la librería La Repartidora de Valencia

Dictadura y memoria: la represión de las mujeres

Fuentes: Rebelión [Imagen: mujeres durante la guerra en Albacete]

¿Un delito de odio? El presidente del Parlament de les illes Balears y miembro del partido ultraderechista Vox, Gabriel Le Senne, se halla sometido a investigación judicial por romper –durante un pleno, en junio de 2024- la fotografía de tres mujeres rojas; fueronasesinadas en Mallorca, durante la guerra de 1936; se trata de Aurora Picornell, dirigente del PCE, y las hermanas Antonia y María Pascual, también comunistas y republicanas.

Ante la embestida fascista, colectivos de investigadoras trabajan en la memoria democrática; en recuperar la historia de mujeres como Conxa Pérez Collado, militante catalana de la CNT, la FAI y miliciana durante la guerra (resultó herida en el conflicto).

Conxa Pérez falleció en 2014, a los 99 años; había participado en el asalto al cuartel de Pedralbes y las colectivizaciones de la Revolución en Barcelona; también en el Frente de Aragón y, ya en el exilio francés, pasó por los campos de concentración/refugiados.

El Grup Conxa Pérez. Memòria des de la Jineolojî forma parte del Comité de Jineolojî dels Països Catalans; tiene como fin la investigación sobre “la historia de nuestro pueblo desde la experiencia de las mujeres”.

El colectivo entrevista, actualmente, a víctimas de la represión durante la dictadura franquista, porque se las consideró “mujeres rojas”; represaliadas, reclusas, “socialmente rechazadas” o con barreras para desarrollar su proyecto de vida.

En la cuenta de Instagram, las historiadoras recuerdan que el pasado 14 de enero se cumple el 31 aniversario de la muerte -a los 88 años, en la ciudad de Toulouse- de la luchadora anarquista y escritora Federica Montseny.

Militante de la CNT, ejerció como ministra de Sanidad y Asistencia Social durante la II República (noviembre 1936-mayo 1937); Federica Montseny impulsó, desde el ministerio, un proyecto legislativo que permitiera el aborto en el estado español.

El 31 de enero comenzaron las II Jornades Memòria Gènere i Justícia, organizadas por Acció Ciutadana contra la Impunitat del Franquisme-Plataforma de Suport a la Querella Argentina del País Valencià.

En el acto celebrado en la librería La Repartidora –en el barrio de Benimaclet, en Valencia- intervino el Grup Conxa Pérez,con la presentación del Recull de Memòria oral il·lustrada. Testimoni de sis dones d’arrreu de Catalunya i la Franja en relació a la la seua educació durant el Franquisme.

El acto en La Repartidora de Llibres incluyó la presentación del libro Mujeres de instintos perversos. La justicia militar franquista contra las mujeres en Albacete (1939-1948), de la investigadora del Seminario de Estudios de Franquismo y Transición (SEFT) María Llanos Pérez Gómez; el ensayo de 400 páginas fue editado en 2024 por Sílex Universidad Contemporánea.

Consejos de Guerra, cárceles, pelotones de fusilamiento, hostigamiento cotidiano, estigmatización por ser rojas (de instintos perversos o marxistas); castigos físicos, maltrato sexual y violaciones; el rapado del pelo y, en ocasiones, la toma de aceite de ricino, fueron formas represivas de la dictadura; en muchos casos, subraya la autora, se tiene conocimiento de la violencia a partir de relatos/testimonios.

“Albacete permaneció en retaguardia republicana durante toda la contienda, por lo que el final de ésta significó el comienzo de la represión y de la actuación de los tribunales militares en la provincia”, explica María Llanos Pérez. ¿Por qué razón el análisis concluye en 1948? Éste año “se procesó a las últimas mujeres por motivos relacionados con la guerrilla”, añade la historiadora.

Pero no se trata de un límite estricto; de hecho, el libro apunta el caso de una mujer penada con dos años de cárcel, en 1955, por el (oficialmente considerado) delito de propaganda ilegal; y otros tres casos, en 1958, que finalizaron con el archivo de la causa; en síntesis, la violencia de la dictadura “mutó” -prolongándose- a partir de los años 50.

Frente a los avances durante la II República -mujeres que ejercieron cargos públicos, salieron  la calle o militaron en partidos políticos-, el texto de Sílex HC recoge la siguiente valoración de la catedrática Ángeles Egido en Ser roja y ser mujer. Condicionantes y desencadenantes de la represión de género:

“Dado que el marxismo sería considerado como una enfermedad y las mujeres, por el hecho de serlo, especialmente proclives a padecerla, la simbiosis de ambos elementos conduciría a un resultado fatal”.

Afiliada a la Juventud Comunista, integrante de la Agrupación de Mujeres Antifascistas (AMA), además de presa y torturada por la dictadura en la cárcel de mujeres de Ventas (Madrid), Juana Doña señaló -ya a finales de los años 70- la invisibilización de las mujeres represaliadas en comparación con las víctimas masculinas.

Juana Doña publicó en 1978 la novela Desde la noche y la niebla. Mujeres en las cárceles franquistas (Ed. La Torre).

María Llanos Pérez Gómez resalta, entre las excepciones, el caso de la periodista, novelista y dramaturga Carlota O’Neill de Lamo; estuvo sometida a Consejo de Guerra, condenada y prisionera en Melilla; exiliada en México, Carlota O’Neill contó su experiencia en Una mujer en la guerra de España (1964), que se editó años después (1977) en el estado español.

Otra obra de Pérez Gómez, Condenadas a muerte (Altabán, 2022), apunta como fecha relevante el 10 de junio de 1943; ese día tuvo lugar el fusilamiento -en las tapias del cementerio de Albacete- de Vicenta Fajardo Espi (después fue enterrada en una fosa común); penada por un tribunal militar, tenía entonces 40 años y el procesamiento se produjo por una supuesta adhesión a la rebelión.

La investigadora se remite a la página Web Víctimas de la dictadura en Castilla-La Mancha y la Revista de Historia Actual; de este modo, a 32 mujeres se las ejecutó -en cumplimiento de una sentencia- en Cuenca; a 16 en Guadalajara; cinco en Cuenca y 18 en la provincia de Albacete.

Sin embargo, la estadística de ajusticiadas no se corresponde con las mujeres que -en principio- fueron sentenciadas en Castilla-La Mancha con la pena capital (en las instancias militares): 124; se conmutaron 20 condenas en la provincia de Albacete; otras 15 en Ciudad Real; 19 en Guadalajara; 11 en Toledo y cuatro en Cuenca.     

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.