Esta noticia procedente del periódico israelí Haaretz enviada por compañeros del sindicato WAC-MAAN con afiliación palestina, que trabaja en territorios ocupados principalmente, pero también en Israel, recoge muchas de las características del trabajo sometido de la ocupación. Trabajadores palestinos que sólo tienen la posibilidad de ingresos si lo hacen al servicio de la ocupación; muchos trabajando sin derechos o casi, en las propias colonias, en la construcción de las mismas o en hacer las infraestructuras al servicio de los colonos[i].
Hay trabajo informal, otros obligados a cotizar por prestaciones que no se reciben pero que engordan las arcas de las instituciones ocupantes. Los empresarios ahorran en medidas de seguridad en el trabajo[ii] que, en muchas ocasiones, no sufren inspección laboral aprovechando que ‘no es territorio israelí’ para los costes, pero sí para los beneficios. Los accidentados pueden ser despedidos y se les devuelve a territorio administrado por la Autoridad Palestina o, como en el caso de esta noticia, fallecen con nula asistencia porque las ambulancias palestinas sufren retardos y controles y las israelíes, simplemente, no llegan[iii]
Este es el abuso propio de la ocupación.
En el caso de esta noticia recogida por Haaretz[iv], la empresa del fallecido, la contratista opera en diferentes canteras en los territorios ocupados palestinos y construye viviendas e infraestructuras de las colonias. Se llama Shapir Engineering and Management, filial de Shapir Engineering and Industry.
Shapir, por sus actividades en los Territorios Ocupados Palestinos, como se puede inferir por ejemplo en esta noticia, de esquilmar recursos naturales palestinos, construcción e infraestructuras en las colonias, está incluida en la Base de Datos desarrollada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, https://undocs.org/es/A/HRC/43/71 como empresa que se beneficia de la ocupación.
Shapir es socia de la empresa española CAF, en la construcción y ampliación de líneas de tren ligero entre la ocupada ciudad de Jerusalén y sus colonias próximas. Esta ampliación y nuevas líneas se hacen al servicio de las autoridades de ocupación israelí, que fue quién las contrató, favoreciendo el urbanicidio palestino.
CAF, que sabe que su actuación en los Territorios Ocupados Palestinos vulnera el derecho internacional, dice cínicamente que tiene mecanismos de diligencia debida para controlar y preservar los derechos humanos de sus propias actividades, proveedores y socios. La empresa que audita a CAF y Shapir es Deloitte que no ha puesto ningún reparo o reservas a las actividades de ambas empresas en sus informes a los inversionistas y accionistas.
Una empresa israelí tardó horas en informar de la muerte en accidente laboral de un trabajador palestino
Hagar Shezaf /Haaretz, 26 de octubre de 2020
Traducción de Lucas Antón
El caso de Majdi Hamad, cuya familia afirma que se produjo un retraso al trasladarlo al hospital, pone de relieve los problemas de los empleados de empresas israelíes en Cisjordania [Territorio Ocupado Palestino –TOP-] que carecen de supervisión de su seguridad laboral.
Una empresa israelí que daba trabajo a un palestino que murió el martes [20 de octubre], después de que volcara su camión en Cisjordania, notificó a la policía el accidente laboral sólo horas después y descuidó informar de que el empleado había fallecido.
Majdi Majed Hamad, de 37 años, de la ciudad palestina cisjordana de Yatta, había sido contratado en la cantera de Natuf, propiedad de la empresa Shapir Engineering and Management[v], en el asentamiento de Modi´in Illit, en Cisjordania [TOP]. La empresa declaró que en el momento de informar a la policía ignoraba que había fallecido.
Los empleados palestinos de empresas israelíes que resultan heridos en accidentes laborales tienen derecho a recibir tratamiento en hospitales israelíes, y es responsabilidad de la empresa llevarles hasta ellos. Pero en lugar de llamar al servicio médico de emergencia de la Magen David Adom (la Cruz Roja israelí) para trasladar a Hamad a un hospital israelí, su empresa llamó al Creciente Rojo palestino, que supuestamente tardó media hora en llegar y sacarle del camión antes de trasladarle a Ramala [la capital palestina] en [la propia] Cisjordania.
Según su familia, para cuando Hamad llegó al hospital ya estaba muerto. La empresa ha negado que hubiera un retraso en la llegada de la ambulancia y declaró que se decidió por llevar a Hamad a un hospital de Ramala después de que la empresa hubiera tenido problemas con anterioridad para lograr atravesar con palestinos los puestos de control de entrada a Israel. Un pariente de Hamad solicitó también una ambulancia al Creciente Rojo, añadió Shapir.
“Queremos saber por qué esperaron a que llegara el Creciente Rojo y no llamaron a la Magen David Adom”, declaró a Haaretz su hermano Amjad. “Resultó herido a las 10.50 de la noche, pero sólo llegó al hospital a medianoche. La Magen David Adom le habría traslado allí en diez minutos.
Dado que no se informó del accidente a la Magen David Adom, las autoridades israelíes, policía incluida, no supieron nada de inmediato.
Sólo a primera hora de la mañana informó la cantera a la policía de que uno de sus trabajadores había fallecido. Según Shapir, el encargado de la cantera llegó a la comisaría de policía de Modi´in Illit, pero no presentó notificación alguna porque la persona de guardia le comunicó que no había nadie para hacerse cargo de ella. Por consiguiente, no se informó del accidente hasta las 8.30 de la mañana. Para entonces, el ayuntamiento de Yatta ya había comunicado la noticia de su muerte en Facebook.
La familia de Hamid se mostró decidida a aclarar las circunstancias de su muerte, llamó esa misma mañana a un abogado, Nizar Assi, y se personó en la cantera para fotografiar la escena del accidente. “Creen que no entendemos lo que está pasando, pero trabajamos en Israel y conducimos camiones”, declaró Jahed, primo de Hamad. Miembros de la familia afirmaron que el encargado de la cantera trató de impedirles la entrada.
El abogado acudió al lugar por la tarde y pidió a la policía que convocara a un inspector del departamento de seguridad del Ministerio de Trabajo israelí, pero las leyes israelíes de seguridad en el trabajo no tienen validez en Cisjordania y el Departamento de Seguridad Laboral no supervisa la seguridad laboral ni investiga los accidentes laborales que allí se producen. Assi declaró que informó a la policía de que el cuerpo de Majdi Hamad se encontraba en Ramala y que la familia deseaba enterrarlo lo antes posible, pero no recibió respuesta hasta entrada la tarde, y para entonces ya se había procedido a enterrarlo.
Según el abogado, el camión que conducía Hamad transportaba arena y volcó en una colina mientras lo descargaba. Las fotos de la noche del accidente muestran el camión boca abajo. La familia ha alegado negligencia por parte de la empresa, pues afirma que la pendiente por la que ascendía el camión carecía de barrera de arena y se derrumbó después de que se retirase el material debajo de ella.
En julio, un trabajador de la cantera de Etziona [en otra zona dentro de la Cisjordania ocupada], propiedad de Shapir, resultó muerto al caerle varias rocas encima. De acuerdo con un análisis preliminar del Departamento de Seguridad Laboral, las rocas cayeron sobre un trabajador de 72 años de edad como resultado de una explosión en la cantera.
La página digital Ynet informó de que no se trataba de la primera explosión que había causado daños en la cantera. El mes anterior una explosión similar dañó las ventanillas y techos de los vehículos estacionados en un aparcamiento cercano. De acuerdo con el departamento de seguridad, el encargado de la cantera de Beit Shemesh y el responsable de la explosión se enfrentan a diligencias que podrían concluir con la revocación de sus licencias.
Se han emitido once instrucciones de seguridad en relación con otros once emplazamientos en los que opera la empresa, pero el departamento de seguridad no tiene autoridad en la cantera que gestiona la empresa en Cisjordania.
“La legislación de seguridad en el trabajo no tiene validez en Cisjordania, de modo que el Departamento de Seguridad Laboral no supervisa allí la seguridad de los trabajadores, lo que deja a los trabajadores sin la protección de la ley y sin vigilancia. Ni siquiera figuran en el recuento de cifras oficiales de fallecidos en accidentes de trabajo. Considerando esta grave omisión del gobierno, reviste especial importancia llevar a cabo una investigación policial completa y concienzuda”, declaró Hadas Tagari, que dirige un grupo que investiga los accidentes en la construcción y la industria.
En respuesta a ello, Shapir Engineering expresó su pesar por la muerte de su empleado y añadió en parte “que considera como valor supremo la observancia meticulosa de las normas y reglamentos. En relación con el accidente, parece que no se trata de una cuestión de negligencia por parte de la empresa, y por razones comprensibles no nos extenderemos sobre ello debido a lo sensible de la cuestión”.
“Pese a lo que se ha afirmado, el encargado de la cantera se presentó antes de que amaneciera ante la comisaría [de policía] de Modi´in Ilit para informar a la autoridad competente. En el momento de informar, no se conocía el fallecimiento [de Hamad], y cuando la empresa tuvo noticia de ello, se envió al encargado de la cantera para dar cuenta a la policía”.
[i] Informe de la OIT sobre La situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados (https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_norm/—relconf/documents/meetingdocument/wcms_705032.pdf )
Párrafo 20: “En un trasfondo de deterioro de la situación económica en la Ribera Occidental y de persistente escasez de mano de obra en Israel, ha seguido aumentando el número de palestinos de la Ribera Occidental que se desplazan diariamente a Israel para trabajar. Unos 127 000 palestinos trabajan actualmente en Israel y los asentamientos, dos tercios de los cuales en el sector de la construcción que está en pleno auge en el país. En los últimos diez años el aumento del empleo de palestinos en este sector se ha cuadruplicado”.
Párrafo 21: “Lamentablemente, sin embargo, las condiciones y procedimientos que rigen este tipo de empleo no parecen haber mejorado. Los permisos siguen estando vinculados a un empleador. Predominan los agentes de intermediación laboral que siguen cobrando una parte considerable del salario de los trabajadores por una transacción de la que se podría prescindir si los mercados funcionasen correctamente y el trabajo de los palestinos en Israel estuviese regulado de forma ordenada y coordinada. Las condiciones en los pasos fronterizos no han mejorado significativamente; a menudo los trabajadores tienen que hacer cola durante horas en la madrugada. Además, el número de muertes y accidentes del trabajo en las obras de construcción israelíes sigue siendo superior al de otros muchos países desarrollados. En 2018, 38 trabajadores, de los cuales más de un tercio eran palestinos, perdieron la vida en obras de construcción israelíes, a menudo debido a la instalación de andamios defectuosos; en el primer trimestre de 2019, el número de accidentes del trabajo mortales en Israel ascendía a 19, y de ellos diez se produjeron en obras de construcción. La mayoría de las víctimas eran palestinos. Sólo durante la misión, murieron en accidentes del trabajo cuatro trabajadores del sector de la construcción (ANP, 2019a; Haaretz, 2019a; Haaretz, 2019b). Las causas son múltiples, y van desde un control y sanciones insuficientes de las infracciones hasta la falta de sensibilización de los La situación de los trabajadores de los territorios árabes ocupados 6 ILC.108/DG/APP trabajadores y la fatiga. Muchos trabajadores palestinos llegan ya cansados a sus lugares de trabajo, debido a que tienen que salir de sus hogares en la Ribera Occidental muy de madrugada y someterse a agotadores procedimientos de control en los cruces fronterizos”.
[ii] Párrafo 83: “Resolver la falta de protección de los trabajadores palestinos en los asentamientos sigue siendo apremiante, a pesar de la complejidad inherente de regular y hacer respetar los derechos en los asentamientos, que son ilegales en virtud del derecho internacional. Las autoridades israelíes no realizan inspecciones del trabajo en los asentamientos, como se lo confirmó a la misión el Ministerio de Trabajo, Asuntos Sociales y Servicios Sociales de Israel (MOLSA). Sigue habiendo incertidumbre en cuanto a la aplicabilidad de la legislación israelí, incluida la legislación sobre salarios mínimos”.
[iii] Párrafo 103: El contingente de trabajadores palestinos en el sector de la construcción se ha duplicado en los últimos cinco años, pasando de 32 500 en 2013 a 65 300 en 2018. Una gran parte de estos permisos se expiden para la construcción de viviendas, y casi todos fueron utilizados (COGAT, 2019). Los salarios mínimos del sector han aumentado de manera importante en los últimos años, convirtiéndolo en un sector muy atractivo. Sin embargo, el número de muertes y de accidentes laborales en las obras sigue siendo alto. La información del Ministerio de Trabajo palestino contiene una lista de 25 nombres de trabajadores palestinos que murieron en lugares de trabajo israelíes en 2018, y más de la mitad de estas muertes se produjeron en obras por caídas de altura. Por lo menos 290 trabajadores palestinos notificaron accidentes del trabajo en 2018. Durante el primer trimestre de 2019, diez trabajadores murieron en accidentes relacionados con la construcción. Muchos de ellos eran trabajadores palestinos (AP, 2019a; AP, 2019c; Haaretz, 2019a). Además, los trabajadores palestinos víctimas de un accidente del trabajo tienen dificultades para hacer valer sus derechos a las prestaciones ante el sistema nacional de seguro de salud (Kav LaOved, 2018).
[iv] Haaretz es un periódico liberal israelí que, dada la paulatina normalización que practica Israel, contaminándolo todo, en esta noticia obvia la palabra ocupación.