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Dos reflexiones indignadas ante la muerte del ministro palestino

Fuentes: mariaenpalestina.wordpress.com

El 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, fuerzas israelíes provocaron la muerte de Ziad Abu Ein, Ministro de la ANP responsable para las colonias y el muro ilegales construidos por Israel en el territorio palestino ocupado. El hecho ocurrió en la aldea de Turmusayyah, cerca de Ramala, donde -junto con un grupo […]

El 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, fuerzas israelíes provocaron la muerte de Ziad Abu Ein, Ministro de la ANP responsable para las colonias y el muro ilegales construidos por Israel en el territorio palestino ocupado. El hecho ocurrió en la aldea de Turmusayyah, cerca de Ramala, donde -junto con un grupo de activistas- Abu Ein pretendía plantar olivos en tierra privada palestina amenazada por las colonias judías en permanente expansión (en una zona donde además los ataques violentos de colonos fanáticos ocurren con frecuencia); como es habitual, la acción pacífica fue duramente reprimida por las fuerzas de ocupación. Abu Ein tenía 55 años, fue preso político durante 13 años (fue el primer palestino extraditado desde EEUU a Israel) y obtuvo su liberación en un intercambio de prisioneros. Además sufría de diabetes e hipertensión. La autopsia reveló que la causa de la muerte fue un ataque cardíaco provocado por los golpes recibidos, la asfixia por exceso de inhalación de gases lacrimógenos y la demora en recibir asistencia médica (que fue obstaculizada por los soldados israelíes responsables de la agresión). Poco después del hecho, el presidente Mahmoud Abbas decretó tres días de duelo oficial y anunció que suspendería la coordinación de seguridad que la ANP mantiene con Israel desde los Acuerdos de Oslo. Al día siguiente, multitudes indignadas asistieron en Ramala al funeral de Abu Eid. Ver aquí varios videos sobre la confrontación con los soldados y los últimos minutos de vida de Ziad Abu Ein.

A continuación, dos de las muchas reflexiones que generó el hecho entre la comunidad palestina.

Mazin Qumsiyeh *

Tenía programado reunirme con el ministro de la ANP Ziyad Abu Ein dentro de unos días, pero fue asesinado ayer por las fuerzas de colonización israelíes, mientras él y más de 100 palestinos estaban tratando de plantar árboles en un terreno privado palestino, amenazado por las colonias judías ilegales. Uno de sus subordinados, otro hombre decente que también pertenece a Fatah, me dijo que tenía que reunirme con él porque él era «diferente de los demás hombres de la Autoridad Palestina». Me explicó que Abu Ein era una persona de acciones, no de discursos. Mi hermana lo recuerda como amigo de su marido Hazem, quien también era miembro del consejo revolucionario de al-Fatah.

Me avergüenza decir que a pesar de haber accedido a reunirme con él, en mi fuero íntimo permanecía escéptico. Ahora esa reunión no va a tener lugar, a menos que sea en el más allá. Mi amigo de Fatah y mi hermana tenían razón acerca de su decencia, y el ministro Ziyad se une a las decenas de miles de personas que perdieron la vida mientras actuaban en la resistencia al Estado colonial de Israel. Otros, sentados cómodamente en sus elegantes oficinas de la ANP, afirmarán que él era «un compañero» y harán discursos. Estoy seguro de que Abu Ein no querría eso; él querría ser honrado con acciones, no con palabras.

Uno sólo puede esperar que esta trágica pérdida no sea en vano, que contribuya a despertar a las personas decentes dentro de Fatah, para que por fin derriben el principal escollo para nuestra liberación: los acuerdos de Oslo y la coordinación de seguridad surgida de ellos. Mi difunto amigo Edward Said calificó a estos acuerdos como «la segunda Nakba». Si el cambio no se produce, entonces las palabras de los ‘líderes’ que no participan en las manifestaciones quedarán huecas, como sus palabras después de las masacres en Gaza o del asesinato de Yasser Arafat.

Yo sueño con que el Sr. Mahmoud Abbas despertará una mañana y reunirá a 500 de sus empleados y asistentes (algo muy fácil de hacer) y marchará a tirar abajo el muro ilegal del apartheid entre Belén y Jerusalén. Estoy seguro de que será acompañado por miles (yo incluido) y que las fuerzas de ocupación israelíes no podrán detenernos.

No es cierto que la ANP se encuentra bajo muchas restricciones, o que sabe cosas que nosotros no sabemos (incluyendo posibles represalias por parte de Estados Unidos e Israel). Tiene que haber libertad para discutir y reformular nosotros mismos nuestro futuro, sin los intentos de silenciar la verdad. Durante una conferencia sobre educación medioambiental, sólo un orador trató de explicar (correctamente) que los acuerdos de Oslo le dieron una cobertura palestina al robo israelí de nuestros recursos naturales, como el agua, así como libertad a Israel para «desarrollar» el área C, incluyendo establecer asentamientos contaminantes industriales, etc. Este orador fue atacado sin piedad por algunas figuras de la ANP y por varios oradores posteriores, que tenían que distanciarse de él para ganarse el favor de la Autoridad Palestina.

En privado, sin embargo, muchas figuras de la ANP (incluidos miembros leales de Fatah) están perturbados por el rumbo por el que vamos. Uno incluso me dijo en privado en la misma reunión que no quieren ser conocidos como el gobierno Vichy de Palestina. Algunos de ellos en privado están hablándole claramente a Abbas, porque él de vez en cuando se queja de la disensión dentro de Fatah.

Hay claramente una lucha dentro de la ANP, y esperamos que el asesinato del ministro Ziyad Abu Ein sea la gota que colme el vaso y que incline el curso de las cosas hacia las personas decentes de Fatah que se dan cuenta de que los salarios y los coches no son el sustituto de una Palestina libre (por no hablar de la conciencia). Solo así la sangre de los mártires como Abu Ein no será derramada en vano. Después de todo, la libertad no se da gratuitamente: tiene que haber sacrificios.

Y para el resto de los simples mortales que no ocupamos cargos oficiales: debemos cuidarnos de no caer en las trampas que hacen que persistan la corrupción y las mentiras, y de (Dios no lo permita) seguir a los oportunistas serviles. El camino que elijamos es importante. Aquí hay algunas citas inspiradoras:

«El avance es imposible sin cambio, y quienes no pueden cambiar su mente, no pueden cambiar nada.» George Bernard Shaw.

«Los lugares más oscuros del infierno están reservados para quienes se mantienen neutrales en tiempos de crisis moral.» Dante.

 «La persona razonable se adapta al mundo: la no razonable insiste en intentar adaptar el mundo a sí misma. Por lo tanto, todo progreso depende de las personas irracionales.» George Bernard Shaw.

 «Nunca dudes de que un pequeño grupo de personas pensantes y comprometidas puedan cambiar el mundo; de hecho, es lo único que lo ha logrado.» Margaret Mead.

 «Otro mundo no sólo es posible, sino que está en camino. En un día sereno, puedo oír su respiración.» Arundhati Roy.

Con o sin la nueva ley del «Estado-nación», Israel es un Estado colonial de apartheid: «Hacemos un llamado a las personas de conciencia de todo el mundo a que intensifiquen las campañas de BDS para aislar al régimen colonialista y de apartheid israelí en los campos académico, cultural, económico y militar, con el objetivo de lograr el pleno cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones en virtud del derecho internacional. Esto debe incluir presionar a las empresas para que pongan fin a sus actividades empresariales cómplices, y a las instituciones para que desinviertan. También se debe aumentar la presión sobre los gobiernos para que finalmente adopten medidas efectivas, empezando por un embargo militar integral, así como la suspensión de los acuerdos de libre comercio y cooperación con Israel.«

(Llamamiento del movimiento nacional palestino de BDS en el Día Internacional de los Derechos Humanos 2014. Leer aquí el texto completo en inglés).

* Mazin Qumsiyeh es un académico y activista nacido y residente en Beit Sahour, Cisjordania. Traducción de María Landi. Fuente: carta circular del autor.

Jafar Ramini

Un montón de ruido está saliendo de Ramala estos días. El Sr. Abbas, el Sr. Al-Maliki, el Sr. Ishtiyeh, la Sra Ashrawi, el Sr. Erekat, el Sr. Rjjoub y el resto de la Autoridad Palestina condenaron el brutal asesinato de su colega a manos de las fuerzas de ocupación israelíes.

Abbas dice que «Todas las opciones están abiertas a la discusión». Su representante permanente en la ONU, el Sr. Mansur, pidió a la comunidad internacional que proteja a las y los palestinos de los crueles ataques de las fuerzas de ocupación de Israel.

Estoy enfermo y cansado de todos estos supuestos líderes palestinos no electos, no representativos y desacreditados, y de sus protestas, declaraciones y amenazas vacías. ¿Qué es lo que hay que discutir? Los crímenes son claramente repetitivos, y sus palabras no van a detenerlos. Dejen de hablar tonterías y empiecen a hacer algo serio, y a tomar algunas medidas tangibles para aliviar el sufrimiento que nuestro pueblo soporta diariamente. Si están confundidos en cuanto a la forma de proceder, he aquí algunos consejos:

1) Consoliden el acuerdo de unidad con Hamas.

2) Terminen con los dimes y diretes, la guerra de palabras y acusaciones entre Fatah y Hamas; esto sólo le sirve a nuestro enemigo.

3) Disuelvan la ANP y pongan de nuevo el peso de la ocupación sobre los hombros de los ocupantes, no de los ocupados.

4) Terminen con la búsqueda febril de su imaginario y minúsculo Estado palestino y concéntrense en el gran objetivo: la liberación total de nuestra tierra, desde el río hasta el mar.

5) Israel continuará haciendo lo que ha estado haciendo durante los últimos sesenta y seis años, a menos que y hasta que sea obligado a detenerse.

6) Por último, ésta es la manera de detener a Israel: no más colaboración de seguridad con las fuerzas de ocupación israelíes. No más tratos comerciales, financieros o de cualquier otro tipo con Israel. Boicot general de todos los productos y servicios israelíes.

En otras palabras, pasemos de la normalización con la ocupación a la confrontación pacífica.

Estamos esperando y observando. Ustedes serán juzgados.

* Jafar Ramini es un analista originario de Yenín, exiliado en Londres. Traducción de María Landi. Fuente: página del autor en Facebook.
Ver también en este blog el artículo de Ben White, «¿Por qué no ha habido una ‘primavera palestina’? En una palabra: Oslo«.

Fuente original: http://mariaenpalestina.wordpress.com/2014/12/12/dos-reflexiones-indignadas-ante-la-muerte-del-ministro-palestino/