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Mientras el gobierno de Obama aumenta sus ataques con aviones sin tripulación, los yemeníes lamentan la pérdida de vidas inocentes

EE.UU., es el encargado de relaciones públicas de al Qaida

Fuentes: Common Dreams

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Mientras EE.UU. sigue bombardeando Yemen con drones [aviones sin tripulación], un activista yemení dice que para la gente de a pie de Yemen hay poca diferencia entre lo que hacen al país al Qaida y EE.UU.

El sábado EE.UU. lanzó su noveno ataque con drones en dos semanas contra ese país afectado por la pobreza y la crisis hídrica, destruyendo un coche que viajaba por la provincia Lahj y matando por lo menos a dos personas señaladas como combatientes o presuntos combatientes en los medios de comunicación corporativos.

No se sabe si los restos calcinados de los asesinados son realmente de militantes de al Qaida y EE.UU., aunque reconoce el uso de drones en Yemen, «no comenta en público sobre la práctica».

Un yemení ha «tuiteado» que por lo menos dos civiles, incluido un niño, han muerto en este último ataque de un drone, y que posiblemente haya otros tres civiles entre los muertos.

En un artículo de opinión titulado «¿A quiénes están matando los drones estadounidenses en Yemen y por qué?» Daphne Eviatar de Human Rights First escribe:

Mientras que los funcionarios del gobierno de EE.UU. han informado de la interceptación de una supuesta conversación telefónica entre dirigentes de al Qaida (con detalles que cambian constantemente) que llevó a cierres y evacuaciones de embajadas, no han suministrado ninguna información sobre las personas a las que EE.UU. ha matado en represalia con sus últimos ataques de drones, o por qué.

No es una omisión sin importancia.

Según el derecho internacional, EE.UU. solo tiene derecho a matar a miembros de fuerzas armadas de países con los que está en guerra o a civiles que participan directamente en una guerra. Y no se puede decir que EE.UU. esté «en guerra» con nadie en Yemen. Fuera de la guerra, las reglas para matar son mucho más estrictas. EE.UU. solo puede matar a individuos que planteen una amenaza inminente a vidas humanas y que no se pueda resolver por otros medios distintos de la fuerza letal.

¿Serán esas las personas que los militares y la CIA mataron durante la última quincena? ¿Quién sabe?

McClatchy informó el viernes de que el aumento del uso de drones «ha provocado una indignación generalizada en el país».

La indignación por los ataques se ha extendido a la capital, donde la consternación ha había aumentado en los últimos días del Ramadán y el comienzo del día de fiesta de Eid al Fitr, uno de los más sagrados y festivos del año islámico. La ira aumentó por las tensiones que causaron dos días de vuelos sin precedentes sobre la capital de uno o más aviones-espías tripulados hechos en EE.UU.

Además, sus acciones por eliminar «terroristas» son contraproducentes. El joven activista y escritor yemení Farea al-Muslimi escribe que «en sus recientes acciones, EE.UU. se ha convertido en el encargado de relaciones públicas de al Qaida».

En un artículo de opinión en el Independent on Sunday, al-Muslimi continúa:

Mientras el país esperaba el fin de Eid para que la Conferencia Nacional de Diálogo, financiada y apoyada por EE.UU., pudiera reanudarse y terminar las negociaciones sobre la próxima constitución, EE.UU. repentinamente, mediante sus drones, envió un mensaje de que una entidad semejante y sus delegados eran mucho menos importantes, y que los tomaría mucho menos en serio, que el enemigo compartido de los yemeníes y EE.UU.: al Qaida.

Es obvio, como nunca, que la injerencia extranjera en Yemen no se proponía crear un Yemen mejor, democrático y estable, sino impedir que sus problemas de seguridad empeoraran desde el punto de vista de los pilotos de los drones basados a miles de kilómetros de distancia.

La brecha entre Estados Unidos -el EE.UU. de aviones que sobrevuelan y de drones letales- y al Qaida ha disminuido a los ojos de muchos yemeníes: hay muy poca diferencia entre lo que hacen a la gente común y corriente. Vidas inocentes se pierden debido a las acciones de ambos. Los dos causan daño a la gente y deforman la imagen de Yemen. La única diferencia es que EE.UU. basa su visión de Yemen en el estudio de estadísticas. Los otros conocen la historia, la cultura, los recuerdos, sensibilidades y tradiciones de Yemen. Ahora se ve a ambos desestabilizando el país casi por igual y conduciéndolo hacia alternativas menos pacíficas.

Al-Muslimi llevó su poderosa voz a una audiencia sobre los drones del comité judicial del Senado en abril, cuando describió el terror y la cólera que han llevado a los yemeníes.

En su testimonio, dijo que «los ataques con drones son la cara de EE.UU. para muchos yemeníes».

El Buró de Periodismo de Investigación estima que hasta 52 civiles han muerto en ataques confirmados de drones en Yemen desde 2002 hasta julio de 2013.

Fuente: http://www.commondreams.org/headline/2013/08/11

rCR