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El FBI involucró sin pruebas a un abogado musulmán estadounidense

EE.UU presionó a la policía española en la investigación del 11-M

Fuentes: Prensa Latina

La Policía Científica española reveló presiones del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para atribuir al abogado estadounidense Brandon Mayfield una de las huellas encontradas en la furgoneta usada en los atentados de marzo de 2003 en Madrid. El diario El Mundo hizo ayer esa revelación y señaló que, según el inspector David Seoane, «si no […]

La Policía Científica española reveló presiones del Buró Federal de Investigaciones (FBI) para atribuir al abogado estadounidense Brandon Mayfield una de las huellas encontradas en la furgoneta usada en los atentados de marzo de 2003 en Madrid.

El diario El Mundo hizo ayer esa revelación y señaló que, según el inspector David Seoane, «si no hubiéramos llegado a identificar esa huella con el argelino Daoud Ouhnane, el americano acaba en Guantánamo seguro». En declaraciones en Santander, el inspector Seoane, del grupo antiterrorismo de la Sección de Actuaciones Especiales de la Comisaría General de la Policía Científica, confirmó una de las polémicas que tuvieron con oficiales del FBI.

El grupo del agente español intervino en las investigaciones de los atentados en la estación de El Pozo, en el examen de la mochila que no llegó a estallar y en la inspección de la furgoneta de Alcalá de Henares utilizada por los terroristas. Para entonces había sido detenido equivocadamente Brandon Mayfield en Estados Unidos.

La huella que el FBI atribuyó a ese abogado musulmán era una de las que la Policía Científica española extrajo de la bolsa con detonadores y restos de explosivo encontrada bajo el asiento del acompañante de la furgoneta Reanult Kangoo utilizada por los autores de los atentados de Madrid.

La Policía española no pudo identificar en primera instancia esas huellas y, el 13 de marzo, pidió ayuda a otros cuerpos a través de la INTERPOL, relata el diario. Seoane reconoció que, cuando el FBI les remitió el 2 de abril una ficha de Mayfield como supuesto propietario de esa huella, su grupo recibió la noticia con sorpresa, pero con confianza.

Sin embargo, añadió, los expertos españoles en huellas enseguida discreparon de sus colegas estadounidenses, porque en algunos casos las características de las de Mayfield y las de la furgoneta coincidían, pero en otros, las coincidencias eran sólo interpretaciones. El agente español denunció que el FBI se empecinó en mantener sus conclusiones e incluso envió a la Comisaría General de Policía Científica a expertos para defender la pretendida identificación de Mayfield.

Hasta tal punto llegó la presión del FBI para que aceptara esa identificación, que su comisario jefe tuvo que pedir amparo al juez instructor del 11-M, Juan del Olmo, porque se insinuaba que no tenían interés en investigar o que se negaban a hacerlo.

Pero el 15 de mayo la Policía española logró identificar con seguridad la huella como perteneciente a Daoud Ouhnane, un ciudadano argelino en paradero desconocido. El FBI tuvo que rectificar y reconocer su error. El 20 de mayo de 2004, el abogado estadounidense quedó en libertad y unos meses más tarde demandó al FBI y al Departamento de Justicia de Estados Unidos por violación de sus derechos civiles.