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El 64% de los españoles piensa que los gobiernos están controlados por intereses privados

Fuentes: Ctxt

En 2017 Transparencia Internacional avisó de cómo la calificación de España en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) estaba alcanzando niveles preocupantes para ser los de un país de la UE y una de las 15 mayores economías del mundo. Desde ese año la tendencia fue a mejor, hasta el inicio de la pandemia. En 2020 las rivalidades entre gobiernos territoriales, la asignación de contratos de urgencia opacos, la aparente falta de protección legal para las personas que denuncian sobornos y corrupción y los casos de nepotismo relacionados con la gestión de la covid han llevado a que la tendencia vuelva a mirar hacia el fondo del pozo.

Según el último informe publicado por Transparencia Internacional, realizado a partir de tres fuentes extraídas de 13 encuestas y evaluaciones de corrupción diferentes, la calificación de España en el IPC ha bajado un punto en relación a la de 2020, situándose en los 61 puntos –0 es “corrupción rampante” y 100 “limpio de corrupción”. Lo que nos sitúa en el puesto 34 mundial, de entre los 180 países analizados, y en el 14 de los 27 miembros de la UE. España está muy lejos de los 88 puntos de Dinamarca, Finlandia o Nueva Zelanda. Esto implica que estados como Corea del Sur, Portugal y Lituania –siendo estos dos últimos países con los que siempre hemos mantenido cifras parejas– adelanten a España en la percepción sobre la lucha contra la corrupción y que nos acerquemos a Israel, Letonia, San Vicente y las Granadinas y Cabo Verde, países que en los dos últimos años se encontraban muy por debajo.

A pesar de que los datos no son “dramáticos”, Transparencia Internacional cree que una economía como la española no debería estar nunca por debajo de los 70 puntos. Por eso, señala que la lucha contra la corrupción es fundamental para garantizar la integridad política y el correcto funcionamiento de las instituciones democráticas.

Si entramos a analizar los datos de España proporcionados por el Barómetro de Global de la Corrupción UE de 2021, vemos que la percepción de la sociedad no es tan positiva. Un 34% de los españoles entrevistados creen que la corrupción aumentó durante los últimos 12 meses, dos puntos por encima de la media europea (32%). A pesar de que los datos de percepción se encuentran lejos de los de Chipre (65%), Eslovenia (51%) o Bulgaria (48%), España se mantiene entre los países europeos en los que más ciudadanos creen que esta ha aumentado. Los encuestados señalan a empresarios y políticos como los más corruptos.

Además, el porcentaje de españoles que creen que los gobiernos, ya sea nacionales o regionales, están controlados por intereses privados asciende hasta el 64%. 11 puntos por encima de la media europea (53%) y únicamente superado por Croacia (66%), República Checa (67%), Chipre (68%), Bulgaria (68%) y Eslovenia (70%).

El estudio además muestra cómo hasta un 7% del total de los entrevistados europeos han sufrido o conocen a alguien que ha experimentado algún tipo de abuso de poder para obtener un “beneficio sexual” (sextorsión). Bulgaria, Croacia y Rumanía son los países que muestran datos más preocupantes, con un 17%, 13% y 13%, respectivamente.

Así, desde Transparencia Internacional avisan de que los niveles de corrupción llevan estancados a nivel mundial desde hace diez años, con un escaso progreso en el 86% de los países, y que desde el inicio de la pandemia los derechos humanos y la democracia están siendo atacados bajo el pretexto de los cuidados por la enfermedad. Por lo que, si los gobiernos continúan utilizando la pandemia para erosionar los derechos de los ciudadanos, la corrupción podría empeorar drásticamente.

Fuente: https://ctxt.es/es/20220201/Firmas/38838/corrupcion-Transparencia-Internacional-democracia-Indice-de-Percepcion-de-la-Corrupcion.htm