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Para el novelista Amos Oz

«El apoyo del gobierno israelí para el enriquecimiento de los magnates es a expensas de la clase media»

Fuentes: Themarker.com

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

«No olvidemos de dónde viene la riqueza que fluye hacia los asentamientos, hacia los seminarios rabínicos y llega a los magnates: proviene del trabajo y el talento creador de millones de israelíes».

«Las manifestaciones que inundan hoy las calles de Israel y las plazas ya hace mucho tiempo que no es solamente una protesta contra la escasez de viviendas (1). Es una protesta en cuyo centro late la humillación por la indiferencia que muestra el gobierno hacia sus ciudadanos, la discriminación de las personas que trabajan y la destrucción de la solidaridad social. Escenas que encienden el corazón se ven en las ciudades de tiendas de campaña extendiéndose por todo Israel, marchas de médicos que defienden a sus pacientes (2), manifestaciones y concentraciones, en las que transcienden la fraternidad y la responsabilidad mutua. Lo primero que se oye decir a los manifestantes, antes de la «justicia social» y «¡Abajo el gobierno!», es «Somos hermanos», escribe el novelista Amos Oz en el artículo de hoy en Haaretz» (3).

«Los recursos necesarios para establecer la justicia social en Israel se encuentran en tres lugares: en primer lugar, en los miles de millones que Israel invirtió en los asentamientos, que son el error más grande y el mayor acto de injusticia de la historia del país. En segundo lugar, en las enormes sumas de dinero que fluye hacia los seminarios rabínicos ultra ortodoxos y en los cuales crecen generaciones enteras de vagos analfabetos alimentados con desprecio hacia el Estado, hacia sus habitantes y hacia la realidad del siglo XXI. En tercer lugar, y quizás también en primer lugar, el entusiasta apoyo que el gobierno de Netanyahu y sus predecesores otorgaron para conseguir la irrefrenable riqueza de todo tipo de magnates y demás dependientes, a expensas de las clases medias y del gasto para los desposeídos. No nos olvidemos de dónde viene la riqueza que fluye hacia los asentamientos, hacia los seminarios rabínicos y a los archimillonarios y que proviene del trabajo y el talento creativo de millones de israelíes, que cargan sobre sus hombros el milagro económico único en un país débil (el gas natural todavía no se había empezado a contabilizar), pero rico en capacidad humana».

Premio Nobel de Química, el profesor Aaron Tziachanover dijo a TheMarker en un artículo publicado el mes pasado: «El hecho es que aquí surgió un ‘liderazgo’, un liderazgo de los magnates, un liderazgo de admiración a otra cosa. El público sí sabe dónde están las necesidades y, en mi opinión, el lugar hacia donde dirige su pedido no es el correcto, pero aún se queda en el pedido».

El escritor Meir Shelo dijo en la misma entrevista «no tengo amigos ricos de verdad. Tenía un amigo así en los Estados Unidos, un judío ortodoxo. Es un comerciante de diamantes muy rico, pero con una cultura muy diferente a la cultura del dinero de Israel y éramos buenos amigos. En verdad contribuyó con enormes sumas de dinero, especialmente para la investigación médica y a hacer más llevaderos los últimos días de los niños enfermos de cáncer. Yo no puedo hablar, porque no estoy cerca de ese tipo de sociedad, pero cuando leo sobre la boda del hijo de Yitzhak Tshuva, que costó siete millones de shékel, sobre la forma en que pisotearon el espacio público y cómo todos los personajes del Estado, incluyendo el Presidente, se arrastraron hasta la boda, me quedé sorprendido».

Según Shelev, «se trata de una sociedad que no tiene objetivos a largo plazo y que se las arregla para arrancar y tener comida para pocos días. Se puede decir que la persona que tiene movimiento rápido en el cuello y puede apretar las mandíbulas eficazmente, es la que gana la porción de comida. Yo creo, sin embargo, que una sociedad necesita -utilizo la palabra enmohecida-.perspectiva. Para mí se trata de una visión a largo plazo y nuestros líderes políticos carecen de esa visión a largo plazo, ausente en todas las áreas.

Notas:

(1) http://www.themarker.com/news/tent-protest/1.677213#haaretz

(2) http://www.themarker.com/consumer/health/1.677205

(3) http://www.haaretz.co.il/hasite/spages/1236837.html

Fuente: http://www.themarker.com/news/tent-protest/1.677213#haaretz