Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
El bloqueo israelí contra Gaza, que ha restringido enormemente el acceso de sus habitantes a alimentos, agua y medicinas, está empezando a causar problemas graves entre los bebés recién nacidos y las madres embarazadas. «Muchos bebés nacen con anemia porque la heredan de sus madres», dijo el Dr. Salah al-Rantisi, Director del Departamento de Salud de la Mujer en el Ministerio palestino de Sanidad en Gaza. Las madres presentan cuadros de anemia porque no tienen la nutrición adecuada durante el embarazo a causa del asedio de Israel, que está impidiendo la entrada de alimentos y medicinas.
El Dr. Al-Rantisi dirige también la unidad sanitaria para la mujer en el Hospital Nasser, donde cada día nacen entre 30 y 40 bebés. Muchos padecen anemia, dijo.
Anwar Abu Daqqa, de 30 años, ha perdido a tres bebés prematuros. Los fetos presentaban malformaciones como consecuencia de la deficiente nutrición y de la falta de medicamentos sufrida por la madre, dijo el Dr. Al-Rantisi. En el último embrazo, Daqqa llegó demasiado tarde al hospital porque no podía encontrar un medio de transporte. «Los bebés prematuros que nacen peligrosamente bajos de peso son un fenómeno diario y en aumento en los hospitales de Gaza», dijo.
La Franja de Gaza soporta mucha más pobreza y condiciones más duras de vida que Cisjordania; pero también en ésta hay bastantes y bien documentos casos de mujeres que se han visto obligadas a dar a luz en los controles sin atención médica debido a las restricciones de movimiento.
El Ministerio de Sanidad dijo que cada mes nacen en la Franja de Gaza de 9.000 a 10.000 bebés. De cada 1.000 nacidos, 28 presentan desnutrición, anemia y otras carencias relacionadas con la pobreza. El Ministerio no tiene cifras de los bebés desnutridos que logran sobrevivir.
«Hay muchos casos de mujeres embarazadas que necesitan medicinas de las que no se dispone en Gaza», dijo al-Rantisi. La mayoría de las familias tampoco podrían permitírselas en caso de poder contar con ellas, dijo.
El Banco Mundial dijo el pasado mes que la tasa de pobreza en Gaza está ahora próxima al 67%, y que el crecimiento económico del pasado año fue cero.
La anemia es consecuencia de la pobreza. Esta situación no es nueva en Gaza. La UNRWA informó en 2002 que el 19% de los habitantes de Gaza padecía anemia. La cifra que esta Agencia está estimando ahora es de un 77,5%. Los niños reciben, a través de los suministros de Naciones Unidas, una media de sólo el 61% de la necesaria ingesta calórica diaria.
Muchos de los recién nacidos se han visto ya afectados por la situación política antes incluso de abrir sus ojos al mundo. De los muchos partos que tienen lugar en el hospital de al-Shifa, el mayor de Gaza, nadie puede decir cuántos de esos niños podrán tener unas vidas felices y saludables. Los primeros peligros que les acechan son la carencia de alimentos, agua y medicinas; el miedo a las bombas llegará poco después.
Tahani Safi, de 29 años, está preocupada por la cesárea que tiene programada para mañana. Padece desnutrición, tensión alta, diabetes e insuficiente líquido amniótico en el útero alrededor del bebé. Esos casos pueden encontrarse en cualquier hospital, pero los doctores dicen que la incidencia de estas situaciones está aumentando en Gaza a causa de la escasa comida y cuidados sanitarios. Las autoridades médicas han advertido ya que la vida y la salud de miles de bebés están en serio peligro en toda la Franja. Hasta ahora, 163 gazanos han muerto como consecuencia directa del asedio israelí, del cierre de fronteras y de la carencia de medicamentos y cuidados sanitarios, declaró el Ministerio de Sanidad.
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