El pasado miércoles el juzgado de lo Contencioso nº 2 de Vigo condenó al Ayuntamiento de Nigrán por acoso laboral a la funcionaria Margarita Elespp. Según la sentencia, Alfredo Rodríguez Millares, alcalde de Nigrán (PP) y Director General del club de fútbol Celta de Vigo, sometió a acoso laboral a la funcionaria y condena al […]
El pasado miércoles el juzgado de lo Contencioso nº 2 de Vigo condenó al Ayuntamiento de Nigrán por acoso laboral a la funcionaria Margarita Elespp.
Según la sentencia, Alfredo Rodríguez Millares, alcalde de Nigrán (PP) y Director General del club de fútbol Celta de Vigo, sometió a acoso laboral a la funcionaria y condena al Ayuntamiento a que adopte las medidas necesarias para la cesación del acoso y abone a Margarita Elespp, la cantidad de 9.000 € en concepto de indemnización por daños morales.
Al conocer la sentencia, Margarita afirmó pertencer «a ese grupo de funcionarios que van agarrados a la barandilla del procedimiento y en un ayuntamiento como Nigrán para ciertos políticos eso resulta terriblemente molesto», además se alegró de la sentencia, pues supone «una victoria del derecho sobre la barbarie, que no es mía sola, sino de aquellos compañeros que, al igual que yo, están sufriendo la zarpa de la irracionalidad y de la ilegalidad».
Su calvario en la administración municipal se remonta al año 87, cuando denunció por registro y ante el Gobierno Civil la desaparición de documentos relacionados con el plan urbanístico. Desde entonces, se inició una persecución contra ella que le ha ocasionado graves problemas de salud.
Amenazas de muerte, llamadas anónimas a su domicilio a cualquier hora y el desprecio manifestado abiertamente por algunos vecinos ultraderechistas dejaron de convertirse en simples anécdotas para ser algo habitual en el transcurso de su vida diaria. Una de las actuaciones más polémicas que tuvo que soportar fue la financiación de la ampliación del centro de salud de A Xunqueira con parte de su sueldo.
La situación de esta trabajadora empeoró con el actual alcalde del PP, Alfredo Rodríguez, que antes de ser investido ya la despidió como jefa de negociado de alcaldía y la trasladó a otro puesto del Consistorio en unas condiciones humillantes.
El Ministerio de trabajo hubo de requerir entonces al ayuntamiento por las condiciones infrahumanas en las que la funcionaria estaba realizando su tarea. A partir de ahí, el acoso fue permanente, se le retiraron todos los complementos retributivos, se le trasladó cuatro veces en un año, se le borraban los expedientes que pasaba a firma, obligándole a repetirlos, se le envió a un cuarto lleno de ratones y hasta recibió amenazas de muerte por parte de Alfredo Rodríguez.
Traslado
Posteriormente, fue trasladada al departamento de Cultura, donde trabajó estrechamente con la edil Aurora Carbajal Abal. Pese a completar una amplia programación cultural, el alcalde le negó el pago de productividad alguna, mientras que otros trabajadores percibían emolumentos que oscilaban entre los 6.000 y los 9.000 euros.
«Esto es una guerra y aquí hay muertos», afirma que llegó a decirle en alguna ocasión el actual alcalde de Nigrán cuando se dirigió a él para pedirle explicaciones por la injusta situación a la que se estaba viendo sometida.
Producto de la tensión soportada durante todos estos años Margarita Elespp ha sufrido graves problemas de salud. Lleva 30 años al servicio del Ayuntamiento de Nigrán y se encuentra de baja por depresión desde el mes de marzo del año pasado.
Todos estos hechos, probados ante el Juez en la vista oral celebrada el pasado 6 de abril, «causaron gravísimos daños a la funcionaria Margarita Elespp, que actualmente se encuentra de baja laboral por depresión». La sentencia del juzgado de Vigo se conoció el pasado miércoles.
En una entrevista concedida a El Faro de Vigo, la denunciante reconoció haber cometido tres «errores»: «El primero, haber denunciado una irregularidad en su día; el segundo, estar casada con una persona que milita en un partido y, el tecero, no colgar mis derechos en el perchero al llegar al ayuntamiento cada día».
Más casos
Pero la prensa gallega ha informado poco, y mal, sobre la catadura moral de Rodríguez Millares. Un personaje que no desentona dentro de la corrupta, caciquil y retrógrada derecha gallega.
Por lo pronto han retirado cualquier referencia a su cargo de Director General del Real Club Celta de Vigo, pero mucho más grave es el hecho de que, actualmente, haya varios trabajadores de su ayuntamiento (cuatro mujeres y dos hombres) que se encuentran en la misma situación que Margarita Elespp. Denuncias que previsiblemente tendrán el mismo final, ya que existen abundantes pruebas.
El caso más sangrante, es sin duda el expediente disciplinario contra una funcionaria, curiosamente al día siguiente de personarse ésta como testigo en el juicio por acoso contra Alfredo Rodríguez. En la notificación remitida a la funcionaria, se propone apartarla del servicio durante tres años. Que traducido al idioma del alcalde significa «mandarla para su casa», que es dónde han de estar las mujeres.
Este Rodríguez Millares es un claro ejemplo de la clase política gallega carente de escrúpulos, que utiliza los puestos para beneficio personal, y que se actúan sin rubor mostrando lo que son llegando incluso a amenazar de muerte si lo consideran necesario.
Lo grave es que las instituciones públicas sean condenadas, y tengan que pagar por ello, por la forma en que son administradas por estos señoritos que las utilizan como si fuera su coto particular.