Traducido para Rebelión por LB
Nos enteramos por medio de la prensa y de analistas políticos que, contra todo pronóstico y a pesar de la crisis financiera global, la economía de Israel está en pleno auge. Hay quienes incluso sugieren que Israel es una de las economías más fuertes.
«¿Cómo puede ser posible?», se preguntará usted. Aparte de tal vez aguacates, naranjas y algunos productos de cosmética procedentes del Mar Muerto, en realidad nadie de nosotros ha visto jamás un producto israelí en las estanterías. Los israelíes no fabrican automóviles, ni aparatos eléctricos o electrónicos, y apenas fabrican algunos bienes de consumo. Israel afirma ser un país puntero en alta tecnología pero el caso es que el único software avanzado israelí que se ha hecho un hueco en nuestros ordenadores han sido sus Caballos de Troya Sabra. En las tierras que arrebataron por la fuerza a los nativos palestinos todavía no han encontrado minerales preciosos o petróleo.
Entonces, ¿cómo se explica? ¿Cómo es posible que Israel sea inmune a la catástrofe financiera mundial? ¿Cómo puede Israel ser tan rico?
Israel puede ser rico porque, según el Guardian, «de los siete oligarcas que controlaban el 50% de la economía de Rusia durante la década de 1990, seis eran judíos«. Durante las últimas dos décadas muchos oligarcas rusos han adquirido la ciudadanía israelí. También aseguraron su dinero sucio invirtiéndolo en el refugio financiero kosher. Wikileaks ha revelado recientemente que «fuentes de la policía (israelí) calculan que la delincuencia organizada rusa (la mafia rusa) ha lavado hasta 10.000 millones de dólares a través de holdings israelíes«. [ 1]
La economía de Israel está en auge porque durante décadas megaestafadores como Bernie Madoff han estado canalizando su dinero a través de sionistas e instituciones israelíes. [2]
Israel está «en forma» porque es el operador líder en diamantes de sangre. No es nada sorprendente que Israel es también el cuarto mayor vendedor de armas del planeta. Claramente, los diamantes de sangre y las armas han demostrado que son grandes activos.
Por si fuera poco, Israel también es próspero porque de vez en cuando se le suele pillar mezclado en actividades de tráfico de órganos y de cosecha de órganos.
Resumiendo, a Israel las cosas le van mejor que a otros países porque tiene una de las economías más sucias y e inmorales del mundo. Pese a la promesa inicial de los sionistas de alumbrar a un judío ético y civilizado, lo que Israel ha conseguido es desarrollar un excelente nivel de desprecio institucionalizado por derecho internacional y los valores universales. Israel funciona como un refugio seguro para el dinero acumulado mediante algunas horrendas actividades criminales globales. Y emplea a uno de los ejércitos más poderosos del mundo para defender la riqueza de apenas un puñado de los judíos más ricos del orbe.
Cada vez más claramente parece que Israel no es más que un descomunal paraíso de lavado de dinero para oligarcas, estafadores, traficantes de armas, traficantes de órganos, criminales organizados y comerciantes de diamantes de sangre judíos.
Esta constatación sin duda puede explicar por qué dentro de sus fronteras Israel se mantiene totalmente impermeable al concepto de igualdad social.
Pobres israelíes
Dado que Israel se define como Estado Judío, cabría esperar que el pueblo judío fuera el primero en beneficiarse de la pujante economía de su país. No parece que sea el caso en absoluto. A pesar de la fuerza de su economía, el historial de Israel en materia de justicia social es espantoso. En el Estado judío 18 familias controlan el 60% del capital de todas las empresas del país. El Estado judío es terriblemente cruel con sus ciudadanos pobres. Por lo que respecta a la brecha entre ricos y pobres, Israel ocupa exactamente la cabeza de la lista.
El significado de todo eso es bastante devastador: aunque Israel funciona como una organización tribal etnocéntrica y racialmente orientada, está demostrando que es totalmente insensible hacia los miembros de su propia tribu. De hecho, en el Estado judío unos pocos millones de judíos están sirviendo a los intereses más oscuros que cabe imaginar, mientras que los frutos los disfrutan unos cuantos villanos archimillonarios.
Pantalla de humo
Pero en todo esto se encierra un significado aún más profundo y devastador. Si mi lectura de la economía israelí es correcta e Israel es efectivamente un monstruoso refugio para el dinero más sucio del mundo, entonces el conflicto palestino israelí es, al menos desde el punto de vista de la élite israelí, nada más que una cortina de humo.
Espero que mis lectores y amigos me perdonen por decirlo -espero poder perdonarme a mí mismo por decirlo-, pero me parece que el conflicto palestino-israelí y los horrendos crímenes de Israel contra el pueblo palestino en realidad solo sirven para desviar la atención de la complicidad de Israel con algunos crímenes colosales perpetrados contra vastas secciones de la población mundial. En lugar de indagar en lo anterior -en el incesante empeño propulsado por la codicia para acaparar riqueza a expensas del resto de la humanidad- todos nos estamos centrando en un conflicto territorial que en realidad permite ver solamente un aspecto devastadoramente criminal del proyecto nacional judío.
Es más que probable que la mayoría de los israelíes tampoco sean capaces de detectar el engañoso papel que juega el conflicto palestino-israelí. A los israelíes se los adoctrina para que consideren todos los asuntos posibles desde la perspectiva de la seguridad nacional. No han sido capaces de darse cuenta de que paralelamente a la intensiva militarización de su sociedad, su Estado judío se ha convertido en un paraíso del lavado de dinero y en un refugio para villanos de todo el mundo.
Pero aquí viene una mala noticia para Israel y para su élite corrupta. Es sólo cuestión de tiempo que los rusos, estadounidenses, africanos, europeos y toda la humanidad comiencen a comprenderlo todo, a saber, que todos somos palestinos y todos tenemos un mismo enemigo.
Me atrevería incluso a ir más lejos y a decir que es posible que, antes de que pase mucho tiempo, algunos judíos e israelíes desposeídos también comenzarán a darse cuenta de cuán engañosos y siniestros son en realidad Israel y el sionismo.
NOTAS:
[1] Para más información sobre conexiones entre el crimen global y el Likud y otros partidos políticos israelíes, ver: http://cosmos.ucc.ie/cs1064/
[2] Igualmente, se rumorea que antes colapsar Lehman Brothers transfirió 400.000 millones de dólares a bancos israelíes. No estoy en condiciones de confirmar ninguna de esas teorías, pero subrayo con vehemencia lo imperioso que es descubrir qué hay de cierto en esas acusaciones.
Fuente: http://www.gilad.co.uk/
rCR