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El cuartico de l@s alcaldes

Fuentes: Rebelión

L@s bedeles lo llaman así. En el Ayuntamiento existe un pequeño cubículo de unos 4 m. de lado, donde están colgadas las fotos de todos los alcaldes y la única alcaldesa, un lugar del siglo XIX prácticamente sin uso. Rodean en blanco y negro al visitante de una manera un tanto inquietante, atosigante… Te vigilan […]

L@s bedeles lo llaman así. En el Ayuntamiento existe un pequeño cubículo de unos 4 m. de lado, donde están colgadas las fotos de todos los alcaldes y la única alcaldesa, un lugar del siglo XIX prácticamente sin uso. Rodean en blanco y negro al visitante de una manera un tanto inquietante, atosigante… Te vigilan como diciendo: «Cuidado chaval…» Falta el gran M.Á. Muez, recién fallecido, quizá porque fue, digamos, de rebote. Este es el oficial. Luego está el otro cuartico, el de la memoria colectiva. ¿Quién hizo el primer carril bici? Balduz. ¿Y mister 5 %? A. Jaime. ¿Quién peatonalizó el Casco Viejo? Chourraut. ¿La primera mujer? Yolanda Barcina Telefónica… Tenemos un reto de primer orden: modificar el modelo de ciudad. Somos una de las ciudades del estado más retrasada y donde ha aumentado el uso del coche del 39 al 42%. Existe miedo, miedo a lo desconocido, a perder el voto del conductor, a hacer cambios en profundidad… El mismo que hubo hace 36 años antes de peatonalizar el Casco Viejo. Comerciantes, partidos y técnicos frontalmente en contra de semejante barbaridad. Luego, cuando fue evidente su implantación en el extranjero, cayó como fruta madura realizado por CDN.

Un tembleque de rodillas similar parece afectar hoy al Consistorio pamplonés. No sólo a la oposición. También a un señor que ya era concejal de la ciudad cuando Pompeyo vino a fundarla, que cree tener razón y derecho de veto por ser el más veterano y el más centrista, mientras aparca su coche en la puerta misma de su trabajo. Y a la vanguardia de la izquierda abertzale por algún motivo que se nos escapa. El cambio tranquilo que dicen, está resultando tan tranquilo tan tranquilo, que no parece ni cambio. Los carriles bus y bici no han venido a Europa traídos por la extrema izquierda, ni siquiera por los verdes.

En Donosti se armó la marimorena en 2000 cuando se habló de quitar un carril en la Concha. Hasta tal punto que, al acabarlo, ningún político tuvo el valor de inaugurarlo. Pero al día siguiente empezó a funcionar sin problema, hasta hoy, y a nadie se le ocurriría quitarlo. El colectivo Kalapié, formado entonces por 3 locos, es hoy el interlocutor principal de la Diputación de Gipuzkoa para proyectar la red provincial. En Zaragoza, algo similar con Pedalea… broncas, discusiones incendiarias… la avenida Independencia, arteria principal, tenía entonces 12 carriles, hoy sólo 4 y un tranvía orgullo de tod@s. Y l@s que antes eran detractores, hoy los mayores defensores. En Vitoria, ídem con Bizikleteroak. Tenemos un pequeño ejemplo en la bajada de S. Lorenzo: se han quitado 2 carriles, con tan sólo pintura y unos bolardos de plástico, solución muy barata y reversible, en caso de error… ¿por qué no se hace lo mismo ya en las cuestas de Labrit y Beloso?

El argumento principal para negar el Plan de Movilidad es que hace falta un estudio mejor, global y comarcal. Suena a excusa de mal gestor. Cuando lo mejor es enemigo de lo bueno. Llevamos un año esperando el notable Gobierno de Madrid, mientras aguantamos al muy deficiente de Rajoy. Tenemos los armarios y estanterías repletos de planes, proyectos, memorias, solicitudes y propuestas… para seguir sin hacer nada. Se propone que sea la MCP quien lidere un proceso inclusivo. ¿Con los 65 técnicos de libre designación que puso UPN? Por más que tengamos el proyecto ideal, hace falta otra cosa que no se guarda en cajones, y es valentía política, con V de valor, voluntad y otra cosa que dice el chiste… ¿Saben estos 2 partidos del cambio que el equipo redactor del Plan que ahora denigran, es el mismo que ellos mismos contrataron en otras provincias? ¡Paradojas de la vida! ¿no creen?… El coche mata la ciudad, no porque mate a sus habitantes (que también, y por contaminación 6 veces más que por accidentes) sino porque acapara más de las 3/4 partes del espacio público, y lo llena de ruido, contaminación y peligro. Lo dice quien ha jugado en la calle de pequeño.

Pero da la impresión que NO es tan sólo canguelo, está por ahí algo llamado rédito político. Que quien vaya a dar la vuelta a Pamplona, sea un extremeño apellidado Cuenca, parece que no sienta bien, debería ser un PTV. Porque no merece dicha distinción quien ha deshonrado a la ciudad con una camiseta de Spiderman… El trinomio Cuenca-Aranzadi-Podemos no debería ser el afortunado. Bien, de acuerdo. Olvidemos el protagonismo. A la ciudad le importa el qué se hace, no quien lo hace. Así pues, encima de la mesa del cuartico brilla entre la penumbra una medalla de la movilidad, de oro para la ciudadanía, esperando que alguien se la ponga. Joseba, ¿no te gustaría ser tú? En caso contrario, otr@ llegará después, antes pronto que tarde y se la colgará del pecho. Podrías pasar a la posteridad no sólo en el cuartico oficial con algunas telarañas, sino en el de verdad, el del corazón de l@s pamplones@s.

Cierto que el cambio hay que mimarlo y fortalecerlo para que dure, 2, 3 ó 10 legislaturas, pero ¿cómo se fortalece mejor? ¿cambiando junt@s cosas importantes para dar razones a la ciudadanía que nos vota, o esperando sine die para que no haya sobresaltos? Hay 2 barajas. La del conservadurismo, que anuncia catástrofes si ell@s no están, y la del cambio, que pregona avanzar y cada avance sea un jalón inamovible. Con la baraja de UPN estamos perdidos. Juguemos con nuestras normas y marquemos los tiempos. El tiempo de la bicicleta que va al huerto urbano a recoger verduras y flores, ha llegado. El de ir al cole, el del ejecutivo, y la jubilada. El de volver a la calle a jugar o vivir. No estamos pidiendo como Oslo, que los coches desaparezcan en 2019. Tan sólo empezar YA. «Que llevamos esperando 30 años…» parece decir el Sr. Balduz desde su marco de madera en la pared… y desde su bici, claro.

Manuel Millera es arquitecto

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.