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Crónica desde Gaza

El derecho legítimo a matar impunemente

Fuentes: Rebelión

Esta mañana (19 de agosto) nos hemos levantado con la noticia del encarcelamiento del viceprimer ministro anoche a las 4.30 de la madrugada en Ramallah. Increíble, dentro de poco los plenos los harán desde la cárcel, porque va a haber mas parlamentarios dentro de la cárcel que fuera y eso sólo por haber sido elegidos […]

Esta mañana (19 de agosto) nos hemos levantado con la noticia del encarcelamiento del viceprimer ministro anoche a las 4.30 de la madrugada en Ramallah.

Increíble, dentro de poco los plenos los harán desde la cárcel, porque va a haber mas parlamentarios dentro de la cárcel que fuera y eso sólo por haber sido elegidos democráticamente en unas elecciones totalmente limpias por su pueblo. Pero, ¿qué está pasando? ¿Qué mundo es este? ¡Que paren esto que me apeo!.

Ayer volví de Gaza, han sido tres días de visitas a hospitales y de reconocimiento de la situación sobre el terreno.

La situación está más calmada que la última vez que entramos con la brigada de KI. En aquel entonces los ataques militares eran permanentes, bombardeos, destrucción con bulldozers, lanzamiento de misiles… En esta ocasión sólo hubo vuelos rasantes de cazas la primera noche y algunos bombardeos la segunda, pero sólo dos bombas cayeron en Gaza city, donde nos alojamos mi amiga Magali y yo, sin causar heridos.

La verdad es que escuchar el vuelo de los cazas, de los helicópteros apaches, sólo eso, ya te produce un desasosiego increíble, te mantiene en alerta, estás esperando que algo ocurra en cualquier momento, pero el sonido se desvanece, te relajas y entonces empieza de nuevo, en la lejanía, y poco a poco se aproxima haciendose mas nítido y molesto e incluso en ocasiones ensordecedor, otra vez conteniendo la respiración, otra vez esperando, aunque intentando hacer como si no pasara nada y siempre con la incertidumbre y el miedo de lo que pueda pasar, de lo que sabes que pasa cuando esos monstruos con misiles en la barriga sueltan su carga mortal.

También la vida en las calles se sentía más normalizada, incluso la gente, que habia dejado de acudir al mar tras el ataque y asesinato de 7 miembros de la familia Ghalya en la playa del norte, estaba retomando la costumbre de ir a bañarse, a pasear, a leer, a comer a la playa.

Y es que la evolución de la guerra en el Libano, efectivamente, ha condicionado los ataques sobre Gaza y por lo tanto la vida de su población.

Aprovechando que la opinión pública tenía su mirada dirigida hacia el sur del Libano, Israel ha llevado a cabo los peores ataques perpetrados nunca contra la población y las infrestructuras de la franja de Gaza, seguidos en brutalidad por los ataques sufridos por la población palestina entre el 24 de septiembre y el 12 de octubre de 2004 .

En esta ocasión Israel comenzó los ataques, aunque de forma generalizada en toda la franja, centrando las principales operaciones militares en la zona sur, Rafah, posteriormente fueron ascendiendo hacia a la zona media, Al Magasi, después a la zona norte, Beit Hanoun, acabando en la zona este de Gaza. Así, en sólo dos semanas recorrieron la práctica totalidad de los 365 Km2 que tiene la Franja de Gaza dejando, no un reguero, sino un río de sangre y destrucción .

Hacia el 30, 31 de julio, el gobierno israelí empezo a ser consciente de que la guerra contra Hezbola no iba a ser el paseillo que ellos habían previsto y empezaron a darse cuenta de que estaban perdiendo más batallas de las esperadas, así que enviaron a los soldados que estaban llevando a cabo las matanzas y destrucciones masivas en Gaza hacia el Libano y a Gaza enviaron un contingente de reservistas.

En aquel momento la situación de ataques masivos y desproporcionados en la Franja empezó a decrecer y ha llevado a esta situación de calma relativa dentro de la brutal ocupación que el ejército israelí lleva a cabo en Gaza. Porque creo que a día de hoy ya nadie cree que Gaza está «desocupada» como intentaron hacernos creer con el plan de desconexión. Y es que la ocupación se define en terminos legales como «el control efectivo de las vidas de las personas en territorio ocupado» y efectivamente, a día de hoy Israel continua teniendo el control mas absoluto de la vida de los 1.300.000 habitantes de la Franja de Gaza.

Algo que me ha llamado la atención estos días es que la gente en general comentaba su temor a un recrudecimiento de las acciones militares por parte del ejercito israelí en la franja de Gaza a modo de venganza, por la derrota de la guerra contra Hezbola. Asimismo, aprovecharían dichos ataques como un medio para levantar la «tocada» moral de su ejercito.

Sin embargo, yo creo (o quiero creer) que el varapalo que se han llevado en Líbano hará que durante un tiempo quieran pasar desapercibidos y aunque por supuesto continuarán con la odiosa ocupación y sus ataques en «cuentagota» no llevarán a cabo ninguna acción militar de envergadura. Creo que con el descrédito internacional actual no se lo pueden permitir.

En los hospitales la información que pude conseguir fue tan interesante como desalentadora.

Hasta tal punto tienen controlados los israelíes la sanidad en Gaza que, por ejemplo, el hospital central tiene un departamento de medicina nuclear para tratar problemas como determinados cánceres, pero los israelíes les prohiben tener el material necesario para poder llevar a cabo estos tratamientos, asi como los de radioterapia, también para enfermos oncológicos, con lo que o estos pacientes consiguen un permiso de Israel (que no siempre los da) para salir de la Franja y el gobierno palestino tiene dinero suficiente para pagar el tratamiento fuera (ahora con el bloqueo económico es prácticamente imposible) o sencillamente lo único que les queda por hacer a los pacientes con cancer es morirse.

En los hospitales faltan multitud de materiales, por ejemplo, no tienen sondas con las que aspirar a los recién nacidos, por lo que no tienen más remedio que limpiar las que utilizan y volver a reutilizarlas, con el consiguiente peligro para los bebés.

Tampoco tienen tiras reactivas para medir en pocos segundos la glucemia de las personas diabéticas, de manera que tienen que hacerles un análisis más costoso y de proceso más largo, y algunos pacientes en un determinado momento pueden llegar al shock hipoglucémico por falta de una analítica tan sencilla como rápida.

Muchas de las maquinas de diálisis estan estropeadas por los continuos cortes de electricidad y el sobrefuncionamiento al que están sometidas, con lo que los pacientes con problemas renales a veces tienen que esperar durante 4 u 8 horas en el hospital a que los ingenieros consigan arreglar las máquinas, aun sin las piezas necesarias, que no llegan porque son muy caras o porque el chekoint está cerrado. Teniendo en cuenta que los riñones son un órgano vital, la falta de utilización de las máquinas diálisis puede llevar a los pacientes a una situación crítica.

Los quirófanos no pueden operar a pleno rendimiento porque igual a media operación se les corta la luz y los generadores no siempre funcionan, en fin, una situación realmente desastrosa.

Aunque en ocasiones algunas ONGs han donado material médico, debido a que, como comentaba antes, el checkpoint de Qarni por el que tienen que pasar todos los productos lo tienen casi siempre cerrado, los materiales se quedan almacenados en cualquier zona, y en muchas ocasiones se estropean por la lluvia, el sol, las altas temperaturas, con lo que para cuando puede pasar el cargamento una gran parte está inservible. Y es que como lo abren tan de ciento a viento cuando lo hacen, los palestinos tienen que priorizar qué cargamento pasa, pues igual dejan pasar a cuatro camiones en un día y obviamente eligen los que pueden cubrir las necesidades básicas de la población, como cereales, azúcar, leche, frutas, verduras, con lo que el material médico, cuando existe, queda a la cola esperando su turno. Son decisiones difíciles, pero por sentido común se prima la prevención a la curación.

Solo porque un puñado de soldados malnacidos a la orden de seres sin escrípulos deciden cerrar las puertas y por tanto impedir la comunicación con toda la Franja de Gaza, 1.300.000 palestinos quedan aislados, condenandoles a vivir en unas condiciones de vida terribles. Solo en 6 años el indice de pobreza ha pasado del 22% en 2000 al 80% en 2006.

Pero tenemos que utilizar los términos apropiados, la población palestina de Gaza no es pobre, ha sido empobrecida por la ocupación israelí.

En relacion con la información sobre las heridas de las personas hospitalizadas tras las últimas incursiones que me dieron en los diferentes hospitales que visité, entre ellos Shifa, hospital central, Al Aqsa Martyres Hospital, El Awda, y otras clínicas menores, ésta no ha sido mucho mayor, ni más esclarecedora, que cuando estuvimos hace dos semanas.

Como comenté en una crónica anterior ya desde el principio de los ataques se sospechaba que Israel podía estar utilizando y/o probando nuevo armamento, armas no convencionales, sustancias químicas, armas biológicas, sustancias, en general, prohibidas por la legalidad internacional.

Pero estas sospechas, aunque fundadas, se siguen reduciendo a sospechas.

Y es que obviamente no tienen medios para llevar a cabo ningun estudio de esas características y tampoco ha acudido ningún organismo internacional para llevar a cabo prueba alguna, así que lo único que me dijeron que han podido hacer es darle a un representante de la embajada francesa que estuvo los primeros días de los ataques unas cuantas muestras del armamento que pudieron recoger, bien en las calles, bien en los cuerpos de las personas heridas y muertas. Aunque como comentaban, lo ideal hubiera sido poder analizar restos humanos para detectar posibles sustancias químicas, pero una vez mas se encontraban con la carencia de los medios necesarios para llevar a cabo dichos análisis y tampoco nadie se habíaa interesado en realizarlos.

Es cierto que muchos de los cuerpos presentaban, como pude comprobar en la documentación gráfica que me enseñaron, unas heridas realmente increíbles, brutales, desde luego no tenian nada que ver con disparos de bala, ni siquiera con una ráfaga de disparos.

Un hombre con solo media cara, otro totalmente despedazado y con los miembros unidos por colgajos de piel al tronco, otra persona a la que le faltaba un hombro y un costado, arrancado como de cuajo, un niño con la cabeza destrozada como si de una calabaza se tratara, etc, etc, etc…

Y es que como me decía uno de los médicos, qué se puede esperar cuando el ejercito israelí está disparando armamento antitanque contra seres humanos, es decir, utilizando las armas que teníaa que lanzar contra otros tanques o vehículos blindados contra civiles en la calle, en sus casas, es tan alucinante, es tan horroroso, es tan desproporcionado, que en ese momento las lágrimas te desbordan y no puedes articular palabra y despues cuando ya en tu casa oyes hablar en la tele del derecho de Israel a defenderse, te entra la risa histérica mezclada con un amarga impotencia y un deseo irrefrenable e inmenso de poder meter a todas esas personas que o bien por ignorancia o por maldad y connivencia dicen esas ignominiosas estupideces, en el corazon de Gaza durante uno de los actos de «defensa» del ejercito israelí.

Es realmente asqueroso. Son realmente asquerosos. Desde la inmensa mayoría de los israelíes que utilizan ese argumento, hasta los corresponsales de televisión que utilizan ese lenguaje y que de esa forma se convierten en cómplices directos de los crímenes de guerra de Israel, pasando por politicos, como Pilar Rahola, quien puede ser mas necia, pero difícilmente mas despreciable (si teneis suficiente estomago escuchad el discurso de esta politica con mierda en la cabeza y basura en su corazon: http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=6187)

Sin embargo, hay otras heridas que los médicos no podían explicar, que no habían visto nunca, que no sabían cómo tratar. Personas con los huesos hechos fosfatina, completamente destrozados y cuyos miembros, por lo tanto, podían enrrollarse como un papiro.

O personas sin apariencia de estar quemadas pero que desprendían un fortísimo olor a carne quemada.

O personas que desde fuera parecían heridas por gran cantidad de metralla, pero cuando les abrían en el quirófano descubrían con estupor que no había ni un solo atisbo de material bélico en su interior.

O personas con grandes heridas, pero que no sangraban.

O personas con heridas aparentemente leves que se iban tornando cada vez mas graves porque resultaba imposible detener la necrosis de los tejidos.

O personas, en numero sospechosamente elevado, con múltiples y terribles heridas en sus extremidades inferiores que finalmente necesitaban amputación (sólo durante los 3 días de ataques a AL Magasi, el número de amputaciones ascendió a 60).

En fin, muchísimos ejemplos, casos con nombres y apellidos, sospechas sin pruebas «científicas» , pero sospechas más que fundadas. Pero sobre todo y ante todo, dolor, rabia, impotencia.

Afortunadamente todos estos sentimientos son transformados por este pueblo noble en capacidad de resistencia, de lucha, como ellos y ellas dicen ya no les queda mucho que perder, así que allí van a seguir combatiendo hasta que les quede un aliento de vida y de esperanza.

Y al igual que siempre, con la cabeza bien alta.