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El discurso del presidente de Francia del Día del Holocausto presagia una ofensiva contra los partidarios de Palestina

Fuentes: ICH – The Electronic Intifada

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El presidente de Francia François Hollande utilizó su discurso del Día Internacional de Memoria del Holocausto para confirmar que su Gobierno tiene planes de reforzar el control sobre lo que permite que se diga en línea.

La campaña planificada suscita la preocupación de que las autoridades francesas utilicen sus poderes para aumentar la censura sobre las críticas a Israel con el pretexto de combatir el antisemitismo.

«El antisemitismo ha cambiado de cara, pero no ha perdido sus antiguas raíces», dijo Hollande en París en la conmemoración del septuagésimo aniversario de la liberación de Auschwitz por el Ejército Soviético.

Hoy, dijo, «también se alimenta del odio a Israel» y se «importan los conflictos de Medio Oriente».

Esta mezcla del antisemitismo con la crítica de Israel presagia esfuerzos aún más intensos en Francia para suprimir el movimiento de solidaridad con Palestina.

El discurso de Hollande tiene lugar después de una amplia ofensiva en Francia en la cual docenas de personas han sido sentenciadas a prisión por cosas que han dicho o escrito desde que tres pistoleros franceses asesinaron a 17 personas este mes enlos ataques a la revista racista Charlie Hebdo, un supermercado judío y la policía.

Reprimenda a Israel

Hollande también formuló una reprimenda indirecta a Israel por sus esfuerzos para precipitar la transferencia de la población de la población judía de Francia, diciendo a los judíos franceses: «vuestro lugar está aquí, en vuestro hogar. Nuestro país ya no sería Francia si tuviéramos que vivir sin vosotros».

En comentarios que probablemente molestarán a los funcionarios israelíes que esperan que los recientes ataques en Francia alienten la partida de los judíos, Hollande dijo: «Si el terrorismo tiene éxito en impulsaros a partir de Francia, del idioma francés, de la cultura francesa, de la república francesa que emancipó a los judíos, el terrorismo habrá logrado su objetivo».

(Vea vídeo completo del discurso de Hollande en francés)

Control de la libertad de expresión

Hollande confirmó que según los planes de su Gobierno, «la supresión del discurso racista y antisemita» se transferirá de la ley de prensa civil a la ley penal y que los motivos racistas o antisemitas se tratarán como factores agravantes de lo crímenes.

Dijo que las compañías de internet y las webs de los medios sociales serán «colocadas ante sus responsabilidades» y castigadas si no se ajustan a ellas.

El anuncio de Hollande confirma los planes que ya fueron presentados por los funcionarios después del ataque a Charlie Hebdo que incluirían controles legales más estrictos sobre la expresión en línea, incluyendo que se otorgue a los ministros el poder de bloquear sitios web.

El ministro del Interior Bernard Cazeneuve también anunció que «la vigilancia de internet, particularmente las redes sociales, se confiará» a las agencias internas y exteriores de inteligencia y espionaje de Francia.

Apoyo del lobby de Israel en Francia

Roger Cuckierman, presidente de CRIF, la principal organización general de grupos comunitarios judíos de Francia, se reunió con altos funcionarios gubernamentales durante este mes para presionar por controles más estrictos de internet y sentencias más duras para las expresiones ilegales.

CRIF, que también es el grupo más destacado de Francia de defensa de Israel, ha exigido precisamente las medidas que se han anunciado y que ponen las expresiones racistas y antisemitas en una categoría más seria de crimen, así como leyes regulando la expresión en Twitter, Facebook, Google y YouTube «para combatir efectivamente los llamados al terrorismo y las expresiones antisemitas».

Aunque CRIF afirma que sus esfuerzos apuntan a combatir la intolerancia y el racismo, el grupo parece mostrar una amplia tolerancia con el racismo violento cuando este racismo se dirige contra los palestinos, árabes o musulmanes.

Por ejemplo Cuckierman, del CRIF, recibió bien al extremista antipalestino ministro israelí Naftali Benett, cuyo partido niega el derecho a la autodeterminación e incluso la existencia del pueblo palestino y que además ha alardeado de que «he matado a numerosos árabes en mi vida y no me causa ningún problema».

Otro alto miembro del partido de Bennett, el legislador Ayelet Shaked, llamó manifiestamente al genocidio de los palestinos, incluyendo la exterminación de madres palestinas porque engendran «pequeñas culebras». Nada de esto parece haber molestado al CRIF.

Fusión del antisemitismo y la crítica a Israel

Se puede discordar fuertemente sobre si las leyes que regulan lo que la gente puede decir constituyen una buena idea, pero todos deberían estar de acuerdo en que la intolerancia a causa de religión, etnia, raza u otras características es un error.

El problema es que Israel y sus defensores han tratado durante años de borrar la línea entre el antisemitismo y la intolerancia contra los judíos por el hecho de serlo y las críticas a la ocupación colonial, las masacres y la violencia de Israel contra los palestinos.

Esta campaña a escala europea obtuvo un reciente éxito en el Reino Unido, donde un documento de política gubernamental declaró que el boicot a las instituciones académicas israelíes cómplices de la opresión de los palestinos es «antijudío».

El objetivo es hacer que la crítica a Israel o a la ideología sionista que motiva su colonización de tierra palestina sea tabú al asociar la defensa de los derechos palestinos con formas socialmente inaceptables o ilegales de intolerancia.

Aumento del control sobre los defensores de Palestina

En la publicación francesa de internet y tecnología Numerama, el columnista Guillaume Champeau advirtió de que es probable que pronto los funcionarios puedan bloquear sitios web sin ningún control judicial, particularmente los que critican a Israel:

«Sabemos que el primer ministro Manuel Valls tiene una idea particularmente amplia sobre lo que constituye antisemitismo», escribe Champeau, «porque incluye no solo el odio hacia judíos… sino también la expresión más convincente y sistemática contra las políticas internas y externas de Israel y contra los ‘sionistas’ que las apoyan».

Champeau se refiere a un discurso del primer ministro de la línea dura de Francia en marzo pasado en una conferencia del CRIF sobre la lucha contra el antisemitismo.

«Este antisemitismo, y es lo que es nuevo, se nutre del odio a Israel», dijo Valls. «Es alimentado por el antisionismo. Porque el antisionismo es una puerta abierta al antisemitismo. Porque cuestionar el Estado de Israel… sobre la base del antisionismo es el antisemitismo de nuestros días».

Champeau afirma que la diferencia entre antisionismo y antisemitismo «no está siempre clara», pero «la distinción sigue siendo real y absolutamente necesaria en una democracia» y el que se haga «no se puede confiar al Estado».

Los palestinos siempre han insistido en que su lucha no es contra los judíos. En 2012, por ejemplo, docenas de conocidos activistas e intelectuales palestinos firmaron una carta reafirmando «un principio esencial de nuestro movimiento por la libertad, justicia, e igualdad: La lucha por nuestros derechos inalienables se opone a todas formas de racismo e intolerancia incluyendo, pero sin limitarse, el antisemitismo, la islamofobia, el sionismo y otras formas de intolerancia dirigida contra cualquiera, en particular gente de color y pueblos indígenas en todo el mundo».

La carta también se opone «al uso cínico y carente de base del término antisemitismo como instrumento para reprimir la crítica a Israel o la oposición al sionismo».

Francia ya ha tenido una historia de represión estatal de la defensa de los derechos palestinos, incluyendo juicios de activistas que llaman al boicot del Estado israelí y de firmas e instituciones cómplices en sus violaciones de derechos humanos y una prohibición de manifestaciones contra el ataque a Gaza del verano pasado.

Preocupada por la implicaciones más amplias de las medidas del Gobierno, Amnistía Internacional ya ha lanzado una petición instando a Hollande a proteger la libertad de expresión.

En medio de la reciente campaña contra ellos, la vida está a punto a hacerse más dura para los partidarios de los derechos palestinos en Francia.

Ali Abunimah es cofundador de The Electronic Intifada y autor de The Battle for Justice in Palestine, publicado por Haymarket Books.

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article40824.htm