Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
El embajador de Israel en las Naciones Unidas llamó a la comunidad internacional para prevenir sobre la flotilla a Gaza el mes próximo. Según sus palabras «algunos participantes expresaron su deseo de convertirse en mártires»
«Israel llama a las Naciones Unidas y a todos los miembros de la comunidad internacional para que se pronuncien de forma clara y decidida contra la flotilla hacia Gaza programada para el mes de mayo y la considera un acto de provocación capaz de intensificar el conflicto en la región», declaró el jueves pasado el embajador de Israel en las Naciones Unidas, Meron Rubén, en un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU «Continuó con el pedido a la comunidad internacional de «tomar todas las medidas necesarias para impedir la realización de la flotilla».
Rubén informó al consejo de que «algunas organizaciones han anunciado su intención de lanzar una considerable flotilla de 15 barcos y más de 1.000 personas, para desafiar el bloqueo impuesto por Israel a Gaza. Esta empresa está organizada por grupos y organizaciones que mantienen lazos estrechos con Hamás y otras organizaciones terroristas». Según él, «algunas personas que participarán en la flotilla se expresaron de forma muy inquietante acerca de sus intenciones y deseos de convertirse en mártires durante la operación».
El embajador destacó en su discurso que «hay canales ordenados que permiten la entrada de ayuda humanitaria a Gaza a través de Israel. Estos canales son utilizados diariamente por los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. Israel está dispuesto a transferir bienes desde Ashdod a Gaza, después de hacer la revisión de seguridad».
Rubén dijo que «la flotilla que se lanzará en mayo es una provocación política y no tiene la intención de lograr un objetivo humanitario», por lo que a pesar de que «Israel no está interesado en un enfrentamiento, está decidido a hacer que se cumpla el bloqueo de Gaza, destinado a impedir la entrada de armas y la salida de actividades terroristas de la zona controlada por Hamás».
Embajadores de nueve países miembros del Consejo, entre los cuales están los principales países, se manifestaron en contra de la flotilla. La primera condena se incluyó en el primer punto presentado en la audiencia de apertura en el Consejo y la hizo el vicesecretario general adjunto de asuntos políticos, Lynn Pasco. En su discurso, el funcionario de la ONU subrayó que la ayuda humanitaria a Gaza debe llegar por medios legítimos.
La embajadora de EE.UU. en la ONU, Susan Rice, dijo en la sesión que los Estados Unidos están preocupados por los informes presentados sobre la flotilla. «Instamos a todos los que quieren llevar suministros humanitarios a Gaza a que lo hagan a través de los mecanismos existentes y evitar la provocación», dijo Rice. El embajador alemán en la ONU Pedro Wittinge, dijo en su discurso que «la flotilla puede aumentar las tensiones en la región» y pidió a las organizaciones involucradas que busquen otras formas de llevar ayuda a Gaza. Se unieron a las críticas contra la iniciativa los embajadores de Gran Bretaña, India, Francia, Rusia, Nigeria y Gabón.
El titular de la cartera de Relaciones Exteriores de Fatah había declarado antes que su movimiento tenía intenciones de tomar parte en la flotilla de Gaza (1). Nabil Shaath, dijo en una entrevista a la radio I-Shams de Nazaret que «nosotros no necesitamos permiso para entrar en nuestra patria, mucho menos la aprobación de un movimiento como Hamás y ciertamente tampoco de los resortes de seguridad de los servicios de Israel».
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