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Entrevista a la profesora Louise Shelley

«El Estado Islámico es una operación criminal diversificada»

Fuentes: Spiegel.de

Traducido del inglés para Rebelión por Susana Merino

¿De dónde saca el Estado Islámico sus recursos? En una entrevista realizada por Markus Dettmer y Jörg Schindler, la experta en terrorismo Louise Shelley dice que el EI opera como un multisindicato del crimen cuya base ideológica es hacer dinero.

-Der Spiegel: Profesora Shelley, dejando momentáneamente de lado las víctimas, ¿cuánto cuesta este ataque a los terroristas?

-Louise Shelley: a primera vista es menos de lo que usted cree. Conseguir armas o entrenar a un pequeño grupo de terroristas no es demasiado caro. Tomemos el 11-S, por ejemplo. Costó estimativamente solo unos 500.000 dólares. Pero es un error hacer este cálculo. El problema esencial es el siguiente: ¿Cuánto cuesta mantener una organización terrorista? Necesita una enorme logística, mantener motivados a los luchadores, se debe hacer cargo de las familias de los terroristas caídos, etc. Se necesitan muchos millones…

-En su nuevo libro Dirty Entanglements: Corruption, Crime and Terrorism, usted dice que cada uno de los atentados terroristas comienza con un buen negocio: con una buena cosecha de dinero. En el caso de Al Qaida, el dinero se originó en la fortuna de Bin Laden. ¿De donde viene la cosecha de dinero del Estado Islámico?

-De dos fuentes. El antecesor del EI recibió donaciones de los Estados del Golfo, pero ahora no son tantas y las nuevas contribuciones son locales. El contrabando en las rutas que usan actualmente también se usó en el período postinvasor, en menor escala en cigarrillos y pornografía.

-¿Pornografía?

-Sí, yo también me sorprendí pero existía ya este comercio en la región actualmente bajo control del EI. Actualmente también se autofinancia con el comercio del petróleo, pero también con muchas otras actividades. Es un operativo criminar diversificado.

-¿Qué clase de actividades?

-El robo de obras de arte en los territorios ocupados, por ejemplo. Las venden vía Ebay a amantes del arte o a anticuarios de lujo en Europa. Pero esto no les proporciona demasiado dinero porque el mercado es limitado. Los terroristas se preocupan bastante por sus fuentes de financiamiento y la cantidad de posibles clientes de artículos caros es pequeña. El EI impone un tributo al comercio, gana dinero con los pasaportes vendidos a los combatientes extranjeros, venden teléfonos móviles, comercian con cigarrillos prohibidos y participan en secuestros y en el contrabando y trata de personas. Y también en el tráfico de armas. Otros grupos terroristas hacen dinero vendiendo CD y DVD piratas. Productos falsificados, pasaportes y documentos falsos, comercio ilícito de fauna silvestre y de drogas son otras importantes fuentes de ingresos.

-¿Cómo funcionan las vías de estos negocios ilícitos?

-Simplemente utilizan las relaciones comerciales tradicionales. Hay cientos de conexiones entre Irak, Siria y Turquía, sino miles de antigua data. Fueron parte de imperios comunes a lo largo de la historia. La corrupción oficial permite que esos productos pasen las fronteras.

-¿Es significa que las organizaciones terroristas se hallan conectadas, desde sus comienzos, con el crimen organizado?

-No quisiera decir que se hallan conectadas con el crimen organizado. Más bien participan en el crimen organizado. A menudo las organizaciones terroristas son la fuente de actividades criminales de los grupos criminales organizados, a veces los cobijan en sus casas. En algunos casos son los que sobornan a los funcionarios y ejecutan algunos operativos. Usan la corrupción como lo haría un grupo criminal organizado. El EI se formó en las prisiones de la postinvasión de Irak, que fue crucial en el establecimiento de relaciones entre los terroristas y los criminales baasistas del régimen de Saddam Hussein.

-¿No es tabú para los yihadistas cooperar con los criminales comunes?

-Es una pregunta interesante. Muchos de los expertos con los que he conversado dicen que para los islamistas los criminales son «útiles». No son intocables. Se puede reclutar gente para la yihad entre los criminales prometiéndoles que de ese modo quedarán limpios de sus pecados. Resulta una atractiva oferta para los musulmanes En el EI hay una gran cantidad de combatientes con pasado criminal.

-Por lo tanto, ¿está bien para un «guerrero santo» contrabandear pornografía en nombre de un objetivo más alto?

-Lo que enseña el EI no es islamismo Los terroristas han reinterpretado el Islam para ponerlo al servicio de sus propios propósitos y usan ese distorsionado islam para justificar sus acciones. Hacen muchas cosas que están contra el islam. Cuando los imanes de Arabia Saudí y Turquía reeducaron a los primeros terroristas, les explicaban que ellos habían interpretado erróneamente el Islam.

-Todo eso suena más bien a intereses corporativos que a intereses del Califato

-Es cierto. Pero ahora se han confiscado muchos documentos del EI. Analizándolos uno se da cuenta de que el grupo se maneja como un negocio común. Como cualquier otro grupo terrorista, el EI lleva su propia contabilidad anotando minuciosamente los ingresos según las fuentes y las salidas en salarios, provisiones o armas. El terror es también un negocio, un buen negocio. Porque los terroristas operan como comerciantes, es importante perseguirlos con diferentes medidas legales y no con las leyes criminales. Alemania está encarando ahora la legislación penal pero tiene mucha experiencia con la legislación administrativa y regular que le serían muy útiles dirigiéndolas a las prácticas comerciales terroristas.

-No queremos parecer nostálgicos pero, ¿qué ha pasado con la vieja escuela del terrorismo? Los grupos terroristas del pasado, ¿no tenían objetivos ideológicos?

-Desde finales de la Guerra Fría se ha producido una profunda transformación en cuanto al terrorismo internacional. Con la declinación del apoyo del Estado al terrorismo, los terroristas se han inclinado más al crimen. Pero aun cuando grupos como el IRA estaban profundamente involucrados en el negocio criminal, en algún momento fueron más criminales que los terroristas. Si usted necesita obtener continuamente dinero para sus operaciones, esta necesidad se vuelve eventualmente el centro de su preocupación más que su ideología. Pero las antiguas alianzas entre el terrorismo y el crimen difieren mucho de las actuales.

-¿De qué manera?

-Tome a la mafia como una forma del crimen transnacional. Depende de los contratos estatales. Tanto la mafia como la yakuza en Japón crecieron después de la Segunda Guerra Mundial junto con las economías de Italia y Japón. La mafia se volvió tan poderosa porque usaba las estructuras del Estado y se infiltraba en los círculos gubernamentales. Creció con el Estado y se hizo rica. Lo mismo sucedió en Japón. Eran parte del sistema y se beneficiaban de él. Tal es también la razón porque no atacaban al Estado como lo hacen los terroristas. Hoy crimen y el terrorismo disponen de una red global que opera aparte del Estado y por lo tanto es mucho más fácil tanto para los criminales como para los terroristas operar globalmente.

-¿Ha corrompido al terrorismo el capitalismo global?

-Es mucho más complicado que eso. Los grupos como el EI están mucho más cerca del histórico comercio tradicional de Medio Oriente que del capitalismo industrial que nosotros conocemos. Es por eso que están mucho más interesados en generar recursos a través del comercio del petróleo y otros materiales y productos para financiar su organización terrorista. Es por eso que ellos también lavan su dinero a través del comercio basado en el lavado de dinero.

-Parece que quienes más han aprovechado la globalización han sido los grupos terroristas y los criminales internacionales.

-Es cierto. Nosotros seguimos pensando en función de estructuras estatales. Pero del otro lado existen esos grupos que utilizan las oportunidades de la globalización y el difuminado de los límites de sus propios ideales y así ganan dinero.

-Los ingresos producidos por las operaciones comerciales necesitan trasladarse de uno a otro lugar. ¿Cuán importante es el sistema hawala, el traslado de dinero a través de personas de confianza sin la intervención bancaria?

-Por supuesto hawala forma parte del sistema. Pero no es que todo se tramite en sistemas informales. El dinero también se cruza con la economía legal. El contrabando de petróleo está vinculado con la mayor parte de los grupos terroristas y criminales. También los miembros del partido Baaz de Saddam Hussein en Irak participaban, muchos de ellos forman parte del EI y aún participan en el comercio petrolero. No se trata solamente de un negocio sucio de los terroristas y de los grupos criminales dentro de la maquinaria del Estado. Es un comercio que interactúa con la economía formal de los camiones, de los tanques, de los bancos, no solo en Irak sino en todo el mundo.

-¿También participan en los cibercrímenes los grupos terroristas?

-Es un tema interesante del que nadie habla. Cuando hablo con los representantes del Gobierno, me dicen que hay que bombardear el territorio del EI para impedirle que siga ganando dinero con el negocio del petróleo. Entonces les digo, ¿y ustedes creen que así terminaran con el financiamiento terrorista? Este es uno de los errores básicos del contraterrorismo. Hablamos de la ruta del dinero. Y entonces los investigadores se fijan en como conseguían esos grupos sus recursos en el pasado. Pero los terroristas piensan como hombres de negocios. Se preguntan a sí mismos, ¿cómo puedo generar dinero hoy y mañana? Y el cibercrimen forma parte de ese razonamiento. Los miembros de Al Qaida, los responsables en el 2002 del atentado en Bali que mató a 202 personas, fueron enviados a la cárcel en Indonesia. Desde allí uno de los líderes consiguió dinero para la causa a través del crimen cibernético. Ya lleva más de una década de historia la relación de Al Qaida con la obtención de fondos a través de internet.

-¿Se puede decir lo mismo del EI?

-Por ahora gana tanto dinero con el petróleo que no necesita el cibercrimen. Pero por supuesto saben hacerlo. Basta observar cuan profesionalmente usan las tecnologías cibernéticas, internet y las posibilidades de sus redes sociales en sus relaciones públicas y para el reclutamiento. Además estos grupos se hallan globalmente conectados e intercambian información y aprenden unos de otros. De tal modo que también les sirve la experiencia de Al Qaida.

-En Alemania todo el mundo habla de terrorismo pero muy pocos del crimen organizado. ¿Existe una subestimación del peligro resultante de la mezcla de estos dos sectores?

-Tengo entendido que en Alemania se están haciendo algunas investigaciones sobre los vínculos existentes en este fenómeno. También se están realizando algunos análisis sobre los desafíos de la seguridad no tradicional que enfrenta la Alemania actual. Alemania está rodeada de varias regiones del mundo en las que estos sucios manejos están penetrando, el Norte de África, los Balcanes y el Medio Oriente. Alemania ya no controla sus fronteras. Actualmente se están realizando algunos análisis sobre sus consecuencias para Alemania. Algunos investigadores están estudiando las razones y las consecuencias de la inmigración ilegal en Alemania. Conversando con el Gobierno alemán he mencionado la existencia de un país africano que nadie tiene en cuenta, pero que a causa de sus abundantes recursos naturales, se han instalado y actúan allí docenas de organizaciones criminales transnacionales. Me preguntaron ¿y usted como lo sabe? Y les contesté, ¡porque investigo! Alemania fue tradicionalmente famosa por sus investigaciones. Habría que recordarlo.

-¿Qué papel desempeña Alemania en los negocios de estos grupos terroristas internacionales?

-Piense en los ataques a las Torres Gemelas del 11-S. Eso se planificó, en parte, en Hamburgo. Alemania no prestaba entonces atención a los problemas del terrorismo internacional, de modo que este país proporciono un buen escondite a esos grupos. Hoy el EI recluta en Alemania cientos de voluntarios para mantener el terrorismo. Parte de los muchos millones de dólares desfalcados por el Banco Afgano circularon a través de Alemania del mismo modo que la heroína que sirve para apoyar a los talibanes procede de Alemania. No hay la menor duda. El problema del crimen internacional y del terrorismo transnacional también son problemas de su país.

Louise Shelley es fundadora y directora del Centro sobre el terrorismo, el crimen transnacional y el centro de la corrupción, de la Universidad George Mason. Es autora de Dirty Entanglements: Corruptión, crime and terrorism, publicado el pasado mes de julio.

Fuente: http://www.spiegel.de/international/business/terror-expert-shelley-speaks-of-islamic-state-business-model-a-1011492.html