Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Israel nombró ayer su nuevo gabinete y los nombres son un muestrario de los políticos más fanáticos, racistas, brutales y crueles de la nación. El único que puede rivalizar y no se encuentra en esa lista es Avigdor Lieberman, quien se retiró por razones personales. En el pasado las naciones del mundo han aislado a esos «líderes» y se han negado a visitarlos o reunirse con ellos porque sus ideas son tan nocivas que quedan fuera del consenso del discurso internacional. Kurt Waldheim y Jorg Haider son ejemplos de esto. Ha llegado el momento de llevar al Gobierno israelí al ostracismo. Usted puede determinar quién de ellos es merecedor de un ostracismo especial, según el veneno que destila.
Otras publicaciones han cubierto esta historia, pero no se encontrará una lista más completa ni un archivo de sus expresiones de odio más completo que el que publicamos aquí
– Eli Ben Dahan, viceministro de Defensa, sobre los palestinos: en mi opinión son bestias, no humanos.
– Moshe Yaalon, mistro de Defensa, advirtió de que Israel consideraría la utilización de armas nucleares contra Irán, pero «aún no sería suficiente». Llamó «virus» al movimiento Paz Ahora y definió a los palestinos como un cáncer cuando dijo: «algunos dicen que puede ser necesario amputar órganos, pero por el momento estoy aplicando quimioterapia».
– El rabino Eli Ben Dahan, viceministro de Defensa, además de llamar a los palestinos «animales», dijo que «los judíos siempre tienen almas más elevadas que los no judíos, incluso si son gay». Ocupará el cargo de jefe administrador israelí para los territorios palestinos. ¡Imagínese cómo se sentirán las «bestias» al respecto!
– Tzipi Hotovely, vicecanciller, se opone rotundamente a la solución de dos estados, apoya la anexión de Cisjordania. Es invitada de Lehava, una organización que aboga por la pureza racial judía en la Knesset.
Naftalí Bennet: he matado a muchos árabes en mi vida y no pasa nada (Foto David Sheen)
– Naftali Bennet: ministro de Educación y ministro para Jerusalén y la Diáspora. Apoya la transferencia de los palestinos de Cisjordania y la limpieza étnica: «He matado a muchos árabes en mi vida. No hay problema con eso». También hizo un llamamiento a disparar a los palestinos. Contrario a las cacareadas afirmaciones acerca de los derechos de los homosexuales de Israel, se opone al matrimonio gay. Es específicamente responsable de la judaización del Negev, que significa la limpieza étnica de los beduinos.
– Ayelet Shaked, ministra de Justicia. Colona en los territorios ocupados con un discurso muy arraigado, aboga por el asesinato de las madres palestinas porque paren «serpientes» que atacan a Israel. Una columnista anglo-israelí dijo que detrás de esa «cara inocente con los ojos abiertos se esconde el ángel de la muerte».
– Moshe Kahlon, ministro de Finanzas. Un «moderado» en la manada dedicado exclusivamente a cuestiones económicas.
– Danny Danon, ministro de Ciencia Tecnología y Espacio. «El mayor problema del Estado de Israel son los árabes de Israel». Expulsado del último Gobierno por Netanyahu después de que denunciase el alto el fuego en la Franja de Gaza el verano pasado.
– Miri Regev, ministro de Deporte y Cultura. Durante los violentos disturbios contra los africanos en Tel Aviv incitó a la multitud calificando a las víctimas de «cáncer» y luego pidió disculpas a los enfermos de cáncer.
– Silvan Shalom, ministro del Interior. El más rico de los miembros del Parlamento, fracasó en la campaña para presidente de Israel, se le negó el nombramiento en la cancillería que codiciaba, dijo que el 16% de los residentes de Eilat, que son refugiados africanos «ponen en peligro el futuro de la ciudad».
– Yoav Galant, ministro de la Construcción (responsable de la construcción de los asentamientos). Fracasó su intento de acceder al cargo de jefe del ejército, mintió en una declaración legal y robó tierras públicas para agrandar su mansión privada.
Aryeh Deri, ministro de Economía y Desarrollo del Néguev. Un exdelincuente condenado por cobrar 155.000 dólares en sobornos. Cumplió tres años de prisión.
– Uri Ariel, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural. Como ministro del último Gobierno, sin ayuda de nadie, saboteó las relaciones Estados Unidos-Israel con el anuncio de la construcción de miles de unidades nuevas en los asentamientos durante las delicadas negociaciones de paz, admitiendo que había transmitido información a los colonos sobre los movimientos del ejército.
– Zeev Elkin, ministro de Inmigración e Integración. «Orgulloso de ser un colono» admitió que había espiado al ejército en nombre de los colonos extremistas.
– Yisrael Katz, ministro de Transporte y Seguridad Vial y ministro de Inteligencia. Suspendido de sus estudios en la Universidad Hebrea por usar la violencia para romper las reuniones del campus de los estudiantes palestinos.
– Ophir Akunis, ministro sin cartera. Niega la existencia de un pueblo palestino o su derecho a establecerse en cualquier lugar de la tierra de Israel (incluso dentro de la Línea Verde). Reivindica el derecho de Israel a todo el territorio desde Egipto al río Jordán. Patrocinó el proyecto de ley para restringir la financiación extranjera de las ONG de izquierda, a las que comparó con los presuntos agentes soviéticos en Estados Unidos expuestos por el senador Joseph McCarthy. «El senador McCarthy estuvo correcto en cada palabra que dijo, eran agentes soviéticos en EE.UU.» [sic].
– Haim Katz, ministro de Bienestar y Servicios Sociales. Acusado de hacer arreglos para desviar cuotas para el partido Likud que empleados de la industria de defensa israelí -que él supervisó y que lo votaron en las primarias- iban a entregar a una ONG que él también supervisó.
– Yuval Steinitz , ministro de Infraestructura, Energía y Agua.
– Yariv Levin, ministro de Seguridad Interior y Turismo. Acusó a la Corte Suprema de poner en duda los valores en conflicto con los valores «tradicionales» de la opinión pública. Y dijo que esto «pone en peligro nuestra capacidad de asegurar nuestra existencia».
– Gila Gamliel, la más anciana de los ministros, de Asuntos de Ciudadanos Adultos e Igualdad. Acusada de ofrecer un soborno a un candidato al consejo estudiantil en competencia en la Universidad Ben Gurion.
– David Azulay, ministro de Asuntos Religiosos.
– Avi Gabay, ministro de Medio ambiente.
– Benny Begin, ministro sin cartera. Hijo de Menajem Begin, expulsado de la dirección del partido durante las últimos primarias por sus supuestos puntos de vista «moderados». Al parecer ha sido incluido como hoja de parra moderada para un Gobierno extremista.
Netanyahu mantendrá la cartera de Asuntos Exteriores con la esperanza de poder persuadir a Buji Herzog para que se una a su coalición. Aunque nunca subestimo la codicia de los líderes israelíes por las ventajas del poder, no puedo ver por qué Herzog lanzaría a Bibi un salvavidas. El actual Gobierno tiene una mayoría de un escaño. Se podría caer sobre la base del capricho o vanidad de uno solo de sus 61 miembros. Y aunque Herzog traicionaría los pocos principios que tiene para unirse al gabinete, ¿dónde está la gloria en eso? La historia muestra que los líderes moderados y los partidos que se unen a las coaliciones con él (Barak, Lapid, etc.) terminan eliminados en la siguiente elección.
Este no es solo un Gobierno de odio, además es un Gobierno de guerra. Mi predicción es que si completa su ciclo habrá dos guerras: una contra el Líbano y otra contra Gaza. Otra predicción para más adelante: al menos 5.000 civiles serán asesinados en total. Puede ser que el mundo desee contemplar cuántas guerras israelíes más puede tolerar antes de decirle «Basta».
Los gobiernos del mundo puede que empiecen a considerar cómo se justifica mantener el contacto con individuos que sostienen puntos de vista que van desde el genocidio a simples impulsos homicidas.
Este es un Gobierno no solo antidemocrático, sino que además aborrece la democracia para los que no son judíos.
El presidente Obama tiene una noción general de lo que tiene en reserva. Pero en una declaración pública solo reconoció que «algunos» de los nuevos ministros no comparten sus puntos de vista:
«Sigo creyendo que una solución de dos estados es absolutamente vital no sólo para la paz entre israelíes y palestinos, sino para la seguridad a largo plazo de Israel como Estado democrático y judío». Sé que el gobierno que se ha formado alberga a algunas personas que no creen necesariamente en esa premisa, pero sigue siendo mi premisa.
Esta perspectiva parece distante ahora. Pero creo que para nosotros siempre es importante mantener en mente lo que es correcto y lo que es posible».
En realidad ninguno de ellos lo cree. Ni uno solo de estos ministros israelíes entrantes cree en una solución de dos estados. Así que además de mantener en mente lo que el presidente cree que es «correcto», también debe tener en cuenta que una solución de dos estados no es posible. De hecho este Gobierno apoya la solución de un solo Estado únicamente para judíos. Y eso no solo no es correcto, sino que tampoco debería ser posible. Ha pasado demasiado tiempo para Obama sin conseguir ponerse estricto con Israel. Debe permitir ahora que el Consejo de Seguridad considere un Estado palestino. Y debe considerar una Tribunal Internacional para Israel.
Del mismo modo nuestro Congreso debería considerar que aprobar una legislación que prohíba la campaña BDS sería como amputar este movimiento que lucha contra un Gobierno cuyos puntos de vista colectivos son tan odiosos como este. Si se sanciona la ley de prohibición del BDS, ¿qué herramientas deja al mundo para resistir tanta maldad? El mundo debe darse cuenta de que las meras palabras y declaraciones ya no son suficientes. Son necesarias medidas mucho más duras.
Fuente: http://www.richardsilverstein.com/2015/05/15/israeli-cabinet-most-racist-extremist-in-history/