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Yossi Beilin, uno de los artífices de los Acuerdos de Oslo, pide al presidente palestino Mahmud Abbas que ponga fin a la "hoja de parra" que es la Autoridad Palestina.

El hombre que inventó la Autoridad Palestina pide que se desmantele

Fuentes: +972mag.com

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

Esto es tan importante como un artículo de opinión. Yossi Beilin, arquitecto israelí del proceso de Oslo, ha publicado una carta al Presidente palestino Mahmud Abbas, instándole a desmantelar la Autoridad Palestina y dejar que el Primer Ministro Netanyahu asuma la responsabilidad directa del destino de los palestinos bajo control israelí.

«¡No dude ni un momento! No acepte la petición del Presidente Obama, que no quiere que lo molesten antes de las elecciones. No deje que el Primer Ministro Netanyahu se esconda detrás de la hoja de parra de la Autoridad Palestina, impóngale, una vez más, la responsabilidad del destino de cuatro millones de palestinos. La jefatura de la Organización para la Liberación de Palestina le confiere la autoridad para dirigir las negociaciones políticas, siempre y cuando se reanuden.

Pero por el bien de su propio pueblo y por el bien de la paz no podemos dejar que esta farsa continúe».

Durante años se ha conocido a Beilin como un defensor incansable del proceso de paz, aún cuando cada vez más gente se daba cuenta de que el proceso interminable servía para mantener viva la ocupación. Beilin sigue creyendo en la solución de dos Estados, pero incluso él sabe que la Autoridad Palestina no la conseguirá, por lo que pide al Presidente palestino que «ponga fin a esta farsa».

La fecha para un acuerdo sobre el estatus final entre Israel y la Autoridad Palestina, que se creó en Oslo, debió haber sido hace 13 años. La Autoridad Palestina no se creó para que existiera tanto tiempo. Pero incluso en la cima de la escalada militar, los líderes israelíes mantienen viva a la Autoridad Palestina debido al papel fundamental que desempeña en la normalización del control israelí sobre Cisjordania y Gaza.

En la actualidad, Israel disfruta del mejor de los mundos: controla todas las entradas y salidas hacia y desde la Ribera Occidental, construye asentamientos y traslada a los judíos a vivir en ellos, utiliza los recursos naturales de la Ribera Occidental, e incluso controla el espacio aéreo y las frecuencias electromagnéticas. Israel ni siquiera tiene que preocuparse de la vida de millones de palestinos privados de los derechos civiles básicos. La Autoridad Palestina trata con ellos, e incluso hace el trabajo policial necesario para Israel mientras la Unión Europea, los países de la Liga Árabe y los contribuyentes estadounidenses pagan las cuentas. Es una ocupación por poder, la solución más cómoda que Israel ha logrado desde que tomó el control de los territorios en 1967.

Todo el mundo sabe eso. Esta es la razón por la que los fanáticos amigos de Israel en el Congreso no dejan de financiar a la Autoridad Palestina -las condenas de Jerusalén a este hecho forman parte del doble juego de Israel- y es el propio Primer Ministro Netanyahu quien les insta a que suelten el dinero. Después de todo Israel disfruta de esos fondos mucho más que los palestinos, que empiezan a mirar la actuación de la Autoridad Palestina como la imposición de un segundo régimen autoritario.

Después de que Israel lograse detener el último esfuerzo de la Autoridad Palestina para convertirse en un Estado completo -al menos de nombre- por medio de la acción unilateral en la ONU, el Presidente Abbas decidió amenazar a Israel con el cierre de la Autoridad Palestina. La idea era darlo a conocer en una carta especial que el Primer Ministro Fayyad iba a enviar a Netanyahu después de Pascua (el periodista Barak Ravid de Haaretz obtuvo una copia de esta carta). Pero Washington estaba tan alarmado por esta opción que la Casa Blanca presionó fuertemente a Abbas y finalmente le convenció de que solo pidiera a Netanyahu cuatro puntos, el más importante es el reconocimiento de las fronteras de 1967 como punto de partida de las negociaciones.

Se espera que Netanyahu responda a Abbas demandando que los palestinos entren en negociaciones «sin condiciones previas».

Este es el contexto de la carta pública de Beilin, que termina con un ruego a los palestinos de no ceder a las amenazas de Washington. Lo que Beilin no escribe, pero se entiende con claridad, es que a estas alturas Estados Unidos se ha convertido en el mayor facilitador de la ocupación. ¿Estarán dispuestos los funcionarios estadounidenses a seguir hablando de la necesidad de que ambas partes vuelvan a entrar en el proceso de paz, ahora que el hombre que más se identifica con ese proceso abandonó toda esperanza?

Fuente: http://972mag.com/the-man-who-invented-the-pa-calls-to-shut-it-down/40218/