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Bárcenas ha devuelto a los partidos al candelero mediático

El mayor logro del Gobierno de Mariano Rajoy

Fuentes: Diagonal

El 14J El Mundo publicaba, como ya les habrá explicado su madre, una serie de sms, en la que Rajoy y Bárcenas intercambiaban opiniones cool sobre el fondo de un paisaje de corrupción. El caso Bárcenas entraba en su tercer acto. Pumba. Uno de los casos que afectan a la línea de flotación del Régimen […]

El 14J El Mundo publicaba, como ya les habrá explicado su madre, una serie de sms, en la que Rajoy y Bárcenas intercambiaban opiniones cool sobre el fondo de un paisaje de corrupción. El caso Bárcenas entraba en su tercer acto. Pumba. Uno de los casos que afectan a la línea de flotación del Régimen -esta mañana a primera hora, hay más casos que línea de flotación: Nóos, ERE, Gürtel, Palau y chorrocientas carpetas con la inscripción «Generalitat Valenciana, no abrir delante de niños»-, explotaba, y con ello evidenciaba una corrupción sostenida en el tiempo, que se confundía tanto con el normal funcionamiento de las instituciones que, posiblemente, ilustra el normal funcionamiento de las instituciones.

En un país con tradición democrática, un presidente pillado con un carrito del helado menor y con menos azúcar ya no existiría. De hecho, el actual presidente del Gobierno español, si uno ojea lo publicado en The Guardian o The Financial Times, no existe. Carece de crédito internacional / es el Cobi de la Marca España. Es un ser sometido a un protocolo extraño. Es un mamífero cuyas funciones no están claras, pero que ya ha dejado de ser un animal de compañía. Es, en fin, un producto de consumo interno, determinante para la descripción del país que se hace en el extranjero. Esas cosas, en fin, pasan. Aznar, un político cargado de futuro el 10M del 2004, posiblemente el futuro presidente del Consejo de la UE, un tipo que olía bien y que quedaba mono en todas las fotos, dejó de ser, en 24 horas, una marca reconocible, saludable y con homologación ISO internacional. Hoy sólo existe en la empresa privada -esa cosa que necesita seres así para lubrificar relaciones en la penumbra- y, periódicamente, ejerciendo de portero de discoteca en la prensa española.

En un país con una tradición democrática más precaria, a un tipo así se le envía un francotirador. Y, tal vez, es eso lo que ha ocurrido. El PP, la gran derecha unificada de Europa, está en plena guerra civil. Es una partida poco clara, jugada, en sus goles más interesantes, en la prensa. Es decir, a través de la desinformación, a través de datos aleatorios. Es un póker salvaje, jugado en el extremo vital del Régimen, en todo caso. Y así lo ha entendido el ex-gran ex-partido de la ex-oposición. Rubalcaba ha tardado mucho en reaccionar. Primero con una ruptura de relaciones con el PP -una figura política que no existe en ningún país; ni siquiera, en éste- y, sólo posteriormente, con una tímida e inconcreta propuesta de moción de censura. Las alocuciones elecciones anticipadas, o alguna propuesta más novedosa, refundacional, ante un gobierno/partido que, al parecer, ha hecho en el campo de la corrupción lo que Cruyff hizo en el campo de fútbol -un juego total, vamos-, no han existido. No pueden existir sin someter a riesgos el Régimen. Un Régimen que está en el limbo, que no para de producir leyes de carácter ideológico y de difícil continuidad -ley Wert, veto de concepción asistida a unas mujeres frente a otras…-, más allá de sus funciones previstas -la contrareforma social y financiera dictada desde fuera, y el pago de deuda- un Gobierno, en fin, que pone en peligro la obra que le fue encargada, y por la que recibe trato de Gobierno en el exterior.

En ese limbo, en esas semanas de limbo desde el 14J, se ha producido algo inaudito. Una vuelta atrás como no sucedía desde 2011. Los partidos por primera vez en años lideran la agenda informativa. El 15M -junto al Gobierno, la entidad que más está modulando la realidad, si uno atiende a la labor de la PAH, la cuñada del 15M-, ha perdido momentáneamente, en ese sentido, cierta iniciativa -las manifestaciones del 18J, más de 50, no fueron iconográficamente determinantes-. Este liderazgo gubernamental de la agenda no es sostenible, en tanto no es natural ni democrático -verbigracia: el Gobierno ya se ha reunido con los corresponsales extranjeros para facilitarles su cosmovisión de la situación, sino que recuerda dinámicas del 11M, una patología informativa que, tal vez, ilustre esta otra patología informativa-. Semanas después del 14J, el Gobierno ha conseguido el mayor logro de su legislatura: liderar la agenda informativa. Liderar la agenda informativa del limbo. Los lectores de Dante saben que del Limbo, ese sitio repleto de cadáveres, no se sale. Lo que aún ignoramos es cómo no van a salir, cual será el final estético de este Régimen que no satisface a sus ciudadanos, ya, pero que también puede no satisfacer a sus superiores.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/panorama/mayor-logro-del-gobierno-mariano-rajoy.html