Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.
Los cientos de mujeres y los pocos hombres que celebraron el viernes el 20 aniversario de Mujeres de negro parecían no saber si estaban asistiendo a un acto sombrío o a una fiesta. Después de todo, la causa que el movimiento ha abanderado durante los últimos 20 años no se ha logrado. La ocupación israelí todavía perdura.
«Es la única manifestación que ha continuado durante 20 años», dijo un participante.
El lugar donde la muchedumbre de 250 mujeres se concentró era el mismo en el que las Mujeres de negro siempre han celebrado sus manifestaciones del viernes: la plaza de París en Jerusalén. Como siempre, portaban pancartas contra la ocupación.
«Los movimientos por la paz han tenido éxito. Tenemos miles de horas de manifestaciones», alardeó Hanna Safran. «Hemos sido todas muy creativas. Hemos marchado desnudas, hemos ido a los territorios. Nuestro mensaje ha sido aceptado, pero no ha acabado con la ocupación y los males que conlleva. De hecho, las cosas sólo han empeorado».
El movimiento nació a finales de 1987, semanas después de la erupción de la primera Intifada, que dirigió la atención de la mayoría de los israelíes hacia el hecho que los palestinos estaban viviendo bajo la ocupación. Las primeras manifestantes, Safran entre ellas, se reunían en la plaza de París, no lejos de la residencia oficial del Primer Ministro. Permanecían de pie y en silencio, portando carteles como señales de stop en las que se leía: «Paren la ocupación».
Pasaron varios meses y otras mujeres se unieron a la protesta manifestándose en los cruces a las afueras de pueblos y ciudades. Las componentes de Mujeres de negro representan a todo el espectro de la izquierda israelí, desde laboristas a antisionistas.
Dos de las preguntas más frecuentes que las Mujeres de negro han tenido que contestar durante años han sido por qué mujeres y por qué de negro. Dicen que la ausencia de hombres en sus filas significa permitir a las mujeres hacer oír su voz en una sociedad militarista.
En cuanto al negro, hay varias versiones acerca de por qué se escogió este color como una marca de fábrica. «Lo que le puedo decir, es simplemente que es un color visualmente fuerte», dijo Debbie Lerman de Tel Aviv.
Una característica de las concentraciones de protesta de Mujeres de negro fue el torrente de palabras ofensivas, maldiciones y críticas severas que les lanzaron los transeúntes que descargaban su hostilidad hacia la organización. Pero actualmente ya no son objeto de esos ataques.
Las Mujeres de negro explican que la hostilidad menguó porque hace 20 años una concentración de mujeres comprometidas en la protesta política se percibía inmediatamente como un desafío. «Por eso insultaban a las primeras manifestantes y los transeúntes les hacían objeto de comentarios sexistas e intolerantes», dijo una activista.
Las Mujeres de negro no han conseguido el fin de la ocupación en Israel. Pero el movimiento se ha convertido en un modelo para otros países donde ciertos sectores de la población tienen que soportar la humillación, la opresión y el racismo.
En la actualidad las organizaciones de Mujeres de negro existen en más de 40 países, dicen las compañeras israelíes. En la India están protestando contra la discriminación religiosa. En la antigua Yugoslavia, los diferentes estados escindidos vieron a la formación de las Mujeres de negro protestando contra la guerra. En Alemania se dirigen contra el fascismo, las armas nucleares y también contra la ocupación israelí.
Original en inglés: http://www.haaretz.com/hasen/spages/939515.html
Tamara Traubmann es periodista del diario israelí Haaretz.
Carlos Sanchis y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, al traductor y la fuente.