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El objetivo de Bezalel Smotrich, nuevo ministro de Israel para Asuntos de Jerusalén, apunta al Santuario Sagrado

Fuentes: Mint Press News

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

El chico de la derecha de Israel ha sido designado para el cargo de Ministro de Asuntos de Jerusalén a quien tanto la oposición como el poder le han facilitado llevar a cabo su visión apocalíptica de construir un templo judío en el sitio de la Cúpula de la Roca.

El sionismo se basa en la idea de que los judíos de hoy tienen derecho a una tierra que no habían habitado durante miles de años. Estos derechos reemplazan los derechos de los palestinos, a pesar de que también llevan viviendo en esa tierra miles de años. Los sionistas han tenido tanto éxito en la venta de esta idea absurda que durante más de cien años han podido destruir Palestina, borrar su historia, matar y exiliar por la fuerza a su población indígena y arruinar monumentos antiguos e icónicos que fueron una parte vital del paisaje. Hoy el abanderado de esta idea es un hombre llamado Bezalel Smotrich, el hombre que está programado para convertirse en el nuevo Ministro de Asuntos de Jerusalén.

Smotrich forma parte de un grupo que alguna vez fue considerado marginal en la política israelí y que llama a construir un templo judío en el sitio de la Cúpula de la Roca. Ya no es marginal, ahora este grupo tiene personas como Smotrich en posiciones de poder que amenazan la existencia del espacio religioso e histórico más importante de Jerusalén, el Santuario Santo.

Bezalel Smotrich Feature photo

La cúpula sagrada de la roca del Islam en la ciudad vieja de Jerusalén vista a través de una puerta decorada con una estrella judía de David. OdedBalilty | AP

Jerusalén

Cualquiera que haya tenido la suerte de visitar Jerusalén y caminar por el Santuario Santo puede dar fe de su belleza serena. Bezalel Smotrich es parte de un movimiento que quiere destruir la Mezquita Al-Aqsa y, como describí en un artículo anterior, construir un templo, donde los fanáticos judíos sacrificarán animales en rituales cuya época pasó hace mucho tiempo.

Según el statu quo que se estableció después de la ocupación de la Ciudad Vieja de Jerusalén en 1967, solo los musulmanes pueden ejercer su culto en el Santuario Santo. Los judíos y otros no musulmanes pueden visitar el santuario, pero no adorar allí. Sin embargo, hay una secta de judíos fanáticos que usan la escapatoria que les permite visitar el lugar para atraer a decenas de miles de sus seguidores al Santuario como una provocación. Vale la pena señalar que la ley judía también prohíbe estrictamente que los judíos ingresen al Santuario.

En 2019 el día de TishaB’av, en el que, según la tradición judía, el Templo fue destruido, los servicios de seguridad israelíes recomendaron que se prohibiera totalmente a los judíos ingresar al Santuario Santo. Eso fue porque ese día coincidió con el día sagrado musulmán de Eid. Smotrich y sus partidarios estaban indignados y aumentaba la presión de la derecha del Gobierno de Netanyahu. Siendo miembro del gabinete de seguridad, actuó rápidamente y al final pudo levantar la prohibición.

El Gobierno sucumbió a la presión, a los fanáticos judíos se les permitió entrar al Santuario y se produjo la provocación habitual. Como resultado de esto estallaron disturbios en los que numerosos palestinos resultaron heridos y arrestados.

«Si yo fuera Primer Ministro, cerraría el Monte del Templo a los árabes e inmediatamente construiría una sinagoga para que los judíos recen allí», dijo Smotrcihc en una entrevista en julio de 2017. En mayo de 2018 publicó un video que muestra a jóvenes fanáticos judíos con la bandera israelí en el Santuario sagrado. Escribió, «Muy pronto nuestra bandera se izará en nuestro templo, en el Monte del Templo». Felicitó a los jóvenes fanáticos que estaban en el video y dijo: «Los felicito por su demostración de coraje y orgullo nacional».

En un debate que Smotrich tuvo con el diputado palestino Masoud Ghnaim dijo que Ghnaim debería mostrar gratitud por ser un invitado en Israel. Luego se jactó de que el templo Judío se construirá en el sitio de la Cúpula de la Roca.

Una estrella en ascenso

En los últimos años Smotrich se ha convertido en algo así como el «favorito de la derecha» de los medios israelíes. Con un buen  discurso, aspecto juvenil y un sonido razonable, incluso cuando arroja mentiras viciosas y epítetos racistas. Smotrich nació en una colonia en los Altos del Golán sirios ocupados y luego su familia se mudó a Cisjordania, donde fue educado en instituciones fanáticas y racistas que difunden una ideología conocida como «sionismo religioso».

Es una combinación tóxica de religión y fascismo que recibió impulso después de la guerra de 1967. Este sistema educativo creó pandillas fanáticas y violentas que han aterrorizado a los palestinos en Cisjordania desde 1967. También crearon movimientos políticos efectivos que han influido enormemente y, de hecho, moldearon la política israelí. El propio Smotrich fue arrestado por su participación en las violentas protestas que intentaban detener la retirada unilateral de Israel de la Franja de Gaza en 2005 y la expulsión de colonos.

Bezalel Smotrich court

Fotografía de Smotrich esposado en la corte después de su arresto en 2005, luego fue liberado sin cargos. Foto | MotiKimche

En 2006 Smotrich fue uno de los fundadores de la organización Regavim. Es una organización racista de rufianes que se dedican a aterrorizar a los palestinos. Han sido particularmente agresivos en el desplazamiento de palestinos en Naqab, en la parte sur de Palestina, y en lo que se conoce como Área C en Cisjordania.

Smotrich ascendió en las filas de varios movimientos políticos sionistas neofascistas y en 2015 fue elegido miembro de la Knéset. En 2018, Twitter suspendió temporalmente  su cuenta después de que tuiteó que lamentaba que Ahed Tamimi fuera arrestada y no le dispararan. Desde junio de 2019 ha servido en el Gobierno israelí como ministro de Transporte, una de las principales carteras del Gobierno y, lo que quizás sea más inquietante, es miembro del «gabinete de seguridad» del círculo interno del Gobierno.

Un plan decisivo

Smotrich, cuyo nombre y familia provienen de un pequeño pueblo de Ucrania sin vínculos históricos con Palestina, no ve ningún problema en decir que los palestinos no tienen reclamos históricos sobre sus tierras. «Los palestinos no son una nación», dijo Smotrich en un discurso en una escuela secundaria israelí, recordando a su joven audiencia que los iconos sionistas como Golda Meir también lo dijeron. «Según cualquier definición de nación, los palestinos no son más que simples árabes». Dice a los estudiantes que los palestinos “no tienen una historia, cultura, idioma o herencia única en común. Vinieron aquí después de que hicimos este país próspero».

Smotrich es conocido por un plan que ideó para resolver el conflicto palestino israelí. Lo llama «El plan decisivo». Tanto él como su plan son meras reencarnaciones del asesinado Meir Kahane y su ideología. Kahane fue, y sigue siendo, el gurú espiritual y político de pandillas judías violentas y racistas como la de Smotrich que se conocieron como los «colonos» de Cisjordania. Smotrich mismo se crió en la doctrina de Kahane y la repite, aunque tiene cuidado de darle su propio tono «razonable».

«Nunca puede haber una resolución equitativa del conflicto judío árabe», afirma mientras suaviza a su audiencia con una letanía de mentiras razonables basadas en la ficción y la mitología a las que se refiere como historia. «¡No comenzamos la guerra de 1967, ellos lo hicieron!» explica, aunque claramente los palestinos no tenían voz ni participación en esa guerra. «En Oslo les dimos todo, y lo rechazaron», refiriéndose a los Acuerdos de Oslo que trajeron más desastres a los palestinos.

Estas afirmaciones, que hace con una voz tranquila, razonable y salpicada de «si Dios quiere y gracias a Dios», son solo el preámbulo. «Quiero ofrecerte a ti, a tus amigos y a tus hijos, paz real, seguridad real y convivencia real». Sin embargo, les advierte que esta paz significa que «un lado tendrá que renunciar a sus aspiraciones nacionales». Y no va a ser él porque «tenemos razón y ellos están equivocados, esta tierra nos pertenece, ¿verdad?» y la audiencia responde aplaudiendo, afirmando su reclamo.

«El terrorismo palestino es alimentado por la esperanza de que algún día tengan éxito». Según Smotrich, eliminar la esperanza de aspiraciones nacionales para los árabes en la tierra de Israel es como eliminaremos el terrorismo. «Debemos inculcarles la idea de que nunca habrá un Estado árabe al oeste del río Jordán y que Judea y Samaria siempre serán parte de Israel», dice entre aplausos.

«A los árabes que abandonen sus aspiraciones nacionales se les permitirá vivir aquí y disfrutar de la gran riqueza que creamos en esta tierra». El plan de Smotrich ofrece varias opciones, «pueden ir a los países árabes o unirse a la ocupación musulmana de Europa». Dice que Europa está permitiendo la destrucción de su propia identidad al permitir la inmigración musulmana y árabe sin control en aras de la mano de obra barata. «Necesitamos desarrollar un plan para crear la inmigración selectiva». Y dice «las únicas personas que permanecerán serán las que acepten el Estado de Israel como un Estado judío».

Smotrich dice que su plan es difícil de entender porque parece lejano a la realidad actual. Debe de haber olvidado que los nazis y otros regímenes violentos y supremacistas tenían razones racionales e incluso crearon leyes que hicieron que sus crímenes contra la humanidad parecieran legítimos.

Tres opciones

El plan Smotrich ofrece tres posibilidades a los palestinos: emigración incentivada, quedarse sin derechos o luchar y morir.

Según Smotrich, «no hay nada en común entre el árabe de Naplusa y el árabe hebronita» y, por lo tanto, todo lo que realmente necesitan son derechos municipales, que él dice que está feliz de darles. Sin embargo, aclara: «No les daré el derecho a votar para el Parlamento nacional» y admite, modestamente, que «este plan puede sufrir de una deficiencia democrática, pero eso está bien porque la vida no es perfecta y no hay soluciones perfectas».

«No hay un plan mejor, ningún plan que sea moralmente superior a este y ningún plan que sea más adecuado para nosotros». Si grabamos en sus conciencias que nunca lograrán sus aspiraciones nacionales, entonces la mayoría de los árabes serán lo suficientemente razonables como para elegir irse o quedarse para vivir sus vidas con nosotros. Siempre habrá quienes decidan golpearse la cabeza contra la pared y pagarán un alto precio por luchar”.

La alarma con respecto a la destrucción del Santuario Santo debería haber sonado hace mucho tiempo. Afortunadamente aún no se ha destruido y el Templo que Smotrich y sus compañeros fanáticos quieren construir en su lugar, aunque está en las etapas avanzadas de planificación, aún no se ha construido. Gran parte de Palestina árabe, y de hecho Jerusalén, ya ha sido destruida, no habrá recurso una vez que Smotrich, el ministro designado para Asuntos de Jerusalén, tome el poder y ponga sus manos en el Santuario Santo.

Miko Peled es un autor y activista de derechos humanos nacido en Jerusalén. Es autor de El hijo del general. Viaje de un israelí en Palestina  y de Injustice, the Story of the Holy Land Foundation Five.

Fuente: https://www.mintpressnews.com/bezalel-smotrich-apocalyptic-vision-israel-new-minister-jerusalem-affairs/267104/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.