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El pequeño Israel

Fuentes: Rebelión

Revisado por Caty R

La educación con establecimiento de límites es un elemento clave para la formación de la identidad  en los niños, además de contribuir a que alcancen la madurez humana.

Algo está bien definido cuando sabemos lo que es y lo que no es. Una persona tiene una identidad definida cuando posee conciencia de quién es y quién no es. Cuando conoce lo que piensa, siente y desea. Paralelamente, conoce lo que no puede y lo que no debe hacer. Esto le hace consciente de su identidad.

El ente sionista tuvo como punto de partida la colonización británica en Palestina. Surgió como sometimiento de «seres humanos» sobre otros «seres humanos».

En base a la negación, expulsión y continuas masacres del pueblo palestino. Por ende, es el engendro de un parto terrorista, y requiere de la continuación de este mismo terrorismo, chantaje y coacción económica hacia los países dependientes, que fue la misma que realizó entonces el gobierno estadounidense de Truman para lograr un apoyo hacia la «recomendación» de la ONU, para la partición de Palestina.

Partición que no fue respetada por el ente, y se declaró unilateralmente con la fuerza de su poderío bélico y militar, «un Estado judío».

Sosteniendo tozudamente una confusión de identidad, ya que:

«Están convencidos de que el concepto de ‘Estado judío’ es algo legítimo» (1), y

«El sionismo profesa que los judíos tienen derecho exclusivo a mi tierra natal. Cualquier judío tiene el derecho automático de ir a quedarse en «Israel». Mis parientes, que fueron expulsados en 1948, no tienen ese derecho. Si eso no es racismo, ¿qué es?» (2)

Los límites son educativos porque ayudan al niño a salir de su narcisismo y a prepararse para amar. Sin identidad no hay amor sino posesión y sometimiento. Y así, el amor sólo es posible entre personas con su propia identidad.

El sionismo, constituye una forma de supremacía y colonización étnica-europea. Todo esto quiere decir que el sionismo europeo es el antisemitismo. Ambos consecuencias del capitalismo. Ambos postulan que los judíos y no judíos deben convivir separadamente, esta es la justificación del Estado extranjero-militar sionista-israelí, practicando así el apartheid contra el pueblo palestino (2).

Los objetivos psicológicos, de quebrantamiento de la voluntad de los pueblos bajo ocupación extranjera, como el caso de Palestina, incluyen infundir temor, producir angustia, desánimo, repliegues, abatimiento, desinterés y apatía, desconfianza e inseguridad, pánico, censura y autocensura, desunión, atomización de los distintos grupos solidarios, paralización de la vida individual, la pérdida del asombro frente a las masacres sistemáticas, y demás estrategias de represión de todo el pueblo civil palestino que vive bajo la ocupación militar extranjera sionista-israelí contra la magnificación y exaltación de los hechos aislados de reacción social que se da naturalmente en la desesperanza aprendida, en la vivencia de lo absurdo y kafkiano y en la impotencia del martirizado pueblo palestino; y por otro lado, en la pérdida de la capacidad crítica y pasividad social mundial, así como la complicidad activa (colaboracionismo) del imperio con el terrorismo de Estado sionista-israelí (3).

Carl Rogers plantea que existen cinco condiciones necesarias y suficientes en el proceso terapéutico, son: la empatía, que es la capacidad de ubicarse en el otro y ver el mundo «como si» fuera el otro. La congruencia que se refiere a la capacidad de pensar, sentir y actuar en concordancia. Luego, confianza, respeto y aceptación del otro (4). De este modo, la coherencia de vida es vital.  Si no vivimos lo que enseñamos, y de acuerdo a los límites que establecemos, será imposible que eduquemos a nuestros hijos en ellos. Podremos imponer los valores, pero no transmitirlos. De esta forma, el pequeño Israel nació dentro del contexto de una colonización. Éste fue su ejemplo, y continúa amparado por los intereses económicos y recursos naturales de la zona, resguardando de esta manera la perpetuación del imperio de turno.

Éste es el origen de su absoluta carencia de límites, debido al protectorado de sus progenitores: EEUU, Europa y de rebote el resto de los países dependientes.

Las principales funciones de los límites son proveer protección, seguridad y socialización. El niño pequeño suele ver los límites como imposiciones y restricciones, pero, al mismo tiempo, los límites claros generan en ellos una sensación de protección y seguridad. Los límites son la extensión de la presencia protectora de los padres.

La firmeza con la que los padres hacen a sus hijos respetar determinados valores y normas, hace que ellos comprendan que existen estructuras, que todo no da igual, y que todo tiene un sentido. De esta manera, los niños van interiorizando las «reglas de juego» de la sociedad. Los límites ayudan a la persona a desarrollar la aceptación de la ley y el respeto a la autoridad legítima. La socialización implica el compromiso con el verdadero sentido de justicia, la renuncia al principio del propio placer e interés egocéntrico.

El pequeño Israel se mantiene al margen de las normas mínimas de convivencia establecidas por la «Comunidad Internacional»:

– El Derecho y Legalidad Internacional,

– Cuarta Convención de Ginebra,

– Cumplimiento de todas las Resoluciones de la ONU.

Al tratar la importancia de los límites en la educación, podemos trasladarlo al terreno de lo que acontece con el ente sionista, bautizado erróneamente como «Israel». (Israel por un lado alude a un nombre cualquiera, y por otro al monoteísmo, al cuerpo de la Iglesia, al Pueblo de Dios, como creyentes en Él). Conocido mundial y comúnmente como «Israel» y pequeño, ya que todas sus expresiones y manifestaciones desde su génesis han hecho tan sólo alusión a la estrechez y mezquindad humanas en el plano afectivo, con las características implícitas referidas que esto conlleva: narcisismo, egocentrismo e incapacidad de lograr el amor humano.

Referencias:

(1) Atzmon, G. «Los errores más habituales del pueblo israelí», citado en Marzouka, N «Judaísmo versus Antisemitismo sionista-israelí». Publicado en Rebelión, 10-09-2006, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=37378

(2) Carta al New York Times, 5 de Septiembre de 2001, citado en Marzouka, N. «Sionismo Antisemita», publicado en Rebelión y en Agrupación de Profesionales. Partido Comunista de Madrid 23-4-2003, http://www.profesionalespcm.org/Palestina/sionismoantisemita.html

(3) Marzouka, N. «Israel», El Atentado Suicida», Rebelión 11 de marzo de 2003, http://www.rebelion.org/hemeroteca/palestina/110303marzouka.htm

(4) Rogers, C. «El Proceso de Convertirse en Persona», citado en Marzouka, N. «Claves para un Estado Laico en Palestina, El Cambio Psíquico: Los Miserables». Publicado en Rebelión, 10-10-2006, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=39084